El 2023 no es un año más para Horacio Rodríguez Larreta. El jefe de Gobierno porteño se despedirá de la Legislatura este miércoles con el traje formalizado de presidenciable, después de su lanzamiento virtual con un spot desde Santa Cruz de la semana pasada. Para su última apertura de sesiones, pautada para cerca de las 8 de la mañana, el alcalde le imprimirá un perfil más nacional a su discurso como si ya fuera la antesala de los comicios presidenciales. Las comparaciones con el mensaje que brindó el exmandatario Mauricio Macri en 2015, antes de competir por el principal despacho de la Casa Rosada, estarán a la orden del día.
Su sucesor en la Ciudad no esquivará la figura del fundador del partido amarillo, que hizo del territorio porteño su bastión: Larreta completará 16 años de gestión PRO dejando un futuro incierto, con el resto de los socios de Juntos por el Cambio en la pulsada por el control de Uspallata. Al contingente de aspirantes macristas -Jorge Macri, Fernán Quirós, Soledad Acuña y Emmanuel Ferrario- se suman el radical Martín Lousteau y el liberal Ricardo López Murphy.
Con el leitmotiv "el país que queremos”, un concepto sobre el que versará su discurso, el jefe de Gobierno tiene pensado en su despedida que "la planificación, la capacidad de gestión y el sostén político a partir del consenso con amplios sectores” son la clave del éxito para cualquier administración local, provincial o nacional. Esas mismas palabras, que ofician de carta de presentación de su aspiración presidencial, cimentan su masterplan electoral.
Después de algunos reproches internos que sufrió por parte del sector de halcón de Patricia Bullrich, Larreta se esforzará en dejar en claro en su mensaje que busca la continuidad del PRO en su pago chico, algo que hasta Macri se lo hizo saber. Con una apuesta a lo que viene, el alcalde hará campaña con el legado de sus dos mandatos y los del expresidente. “El discurso va a tener muchas alusiones a las grandes trasformaciones de la Ciudad, tanto en infraestructura como en la agenda del progreso y del desarrollo humano”, le dijo a Letra P uno de los funcionarios porteños que participa de la escritura.
Las menciones a Macri, particularmente en este momento, no son aleatorias. La relación del jefe de Gobierno con el fundador del PRO no pasa por su mejor momento. Ambos mantienen un dialogo fluido, pero en los últimos meses se caracterizó por varios encontronazos como consecuencia de la interna en la Ciudad. El expresidente observa con cautela la relación entre Larreta y el senador Lousteau, que alimentó las sospechas por la supuesta falta de contundencia por parte del jefe de Gobierno de que su sucesión quede en manos del partido amarillo.
En su discurso Larreta enumerará lo que considera como los logros de su gestión, con una mención especial a la seguridad, al jartarse de tener las mejores estadísticas criminales de los últimos 40 años en territorio porteño. En ese apartado también se espera alguna mención dirigida al exministro del área y ahora diputado Diego Santilli, cuya candidatura a gobernador de la provincia de Buenos Aires se cimenta en esos datos.
Otro espacio destacado del texto estará dedicado a la principal novela que vivió la Ciudad con la Casa Rosada: la discusión por la coparticipación federal. En sintonía con su plan antigrieta, que será diseminado a cuenta gotas como contó Letra P, el jefe de Gobierno volverá a cargar contra la administración de Alberto Fernández por los dos recortes que recibió en 2020. Esa pelea le permitirá a Larreta retomar la agenda federal de su monólogo, uno de los ítems que busca potenciar en campaña.
Larreta también hará foco en la "constancia de las políticas públicas". Nuevamente con un guiño a Macri, el jefe de Gobierno planteará que una “transformación” se logra cuando le medida se sostienen en el tiempo.
Después de su 1M, la primera cita de campaña fuerte de Larreta será este fin de semana. Como contó este portal, su agenda de presidenciable agendó viajes a Mendoza, donde participará de la fiesta de la Vendimia.