El presidente Javier Milei necesita acordar con los partidos provinciales para asegurarse la aprobación de varios artículos de la ley ómnibus en la votación en particular que comenzará este martes en la Cámara de Diputados y también precisa tener el camino allanado para sancionar la iniciativa en el Senado, dónde cuatro gobernadores sin lazos con fuerzas nacionales controlan el cuórum.
El viernes pasado, la vicepresidenta Victoria Villarruel tuvo motivos para sonreír: entre los 149 votos a favor que tuvo el proyecto en la Cámara baja, estuvieron los avales de representantes de Misiones, Río Negro, Santa Cruz y Neuquén. Si la ley ómnibus llega al Senado y esas provincias repiten la conducta, el oficialismo tendría la sanción garantizada. Antes, los gobernadores exigirán incorporar al texto definitivo un pliego de condiciones.
Un caso es el de Misiones, que tiene tres votos en Diputados y dos en el Senado, controlados por el legislador provincial Carlos Rovira. Los legisladores consiguieron proteger la actividad forestal y apuestan a hacer lo propio con el tabaco. En este punto, cuentan con la ayuda de la jefa de su bloque, Innovación Federal, la salteña Pamela Calletti, cercana al gobernador Gustavo Sáenz, otra fuerza local.
Rovira empezó a hacer cuentas finas. El jueves de la semana pasada Unión por la Patria fracasó en su intento de tratar el decretazo en el Senado porque Villlarruel no convocó a sesión, pero si se abría el recinto no tenía garantizado el apoyo de la dupla misionera, que componen Sonia Rojas Ducut y Carlos Arce.
El gobernador de Neuquén, Rolando Figueroa, tiene en la Cámara baja como referente a Rodrigo Llancafilo, quien durante el debate de la ley ómnibus celebró que se sostuviera el artículo de zonas frías. Intentará protegerlo en la letra chica. En el Senado Figueroa cerró un acuerdo con Lucila Crexell.
Otro peso en el Congreso lo tiene el flamante gobernador de Santa Cruz, Claudio Vidal. El viernes su diputado José Garrido votó a favor en general de la ley ómnibus, luego de lograr que se borrara el capítulo de pesca. Advirtió que no acompañará el articulado si no se contemplan varios temas, como la eliminación de Yacimiento Carbonífero Río Turbio (YCRT) de la lista de empresas a privatizar. No parece fácil que eso suceda. Por esa razón no avaló el proyecto Sergio Acevedo, quien oficia de aliado de Vidal.
Garrido se reunió el viernes con el senador José Carambia y la senadora Natalia Gadano para unificar estrategia. Acordaron reclamar modificaciones a los capítulos de hidrocarburos y de minería.
El otro partido provincial con peso en las dos cámaras que colaboró con la aprobación del proyecto fue Juntos Somos Río Negro. El diputado Agustín Domingo, antes de votar a favor, anunció que buscará eliminar del régimen la reducción de impuestos locales que se garantiza.
En el Senado el gobernador Alberto Weretilneck tiene el voto de Mónica Silva. Este lunes el mandatario salió al cruce del presidente provisional del Senado, Bartolomé Abdala, quien definió a los gobernadores como “animalitos de gastar”.
Los números en el Senado
Si se replica el respaldo de los partidos provinciales, Villarruel podría alcanzar los 37 votos necesarios para el cuórum, sin tocar la puerta de los dos ex miembros de los bloques peronistas que suelen hacer valer sus votos: Edgardo Kueider y Carlos Espínola, quienes comparten la bancada Unidad Federal con Alejandra Vigo, la esposa del exgobernador de Córdoba Juan Schiaretti.
Para hacer esas cuentas, la vicepresidenta necesitaría mantener la unidad de los 13 votos que tiene la UCR, sumar a los seis del PRO, a las chubutenses Andrea García y Edith Terenzi (cercanas al gobernador Ignacio Torres) y a figuras sueltas que estuvieron en JxC como el salteño Juan Carlos Romero y la tucumana Beatriz Ávila.
Con este lote y los siete de la LLA alcanzarían 30 votos. Los seis de partidos provinciales y Vigo serían suficientes para el cuórum. La cordobesa se mostró como aliada en el primer mes de Milei, aunque la rebelión de su gobernador, Martín Llaryora, podría obligarla a revisar esa postura. Kueider y Espínola servirían para paliar alguna baja.
En la votación en particular, La Libertad Avanza en el Senado apuesta a ausencias funcionales de UP, como la que tuvo en diciembre de los tres representantes de Santiago del Estero que no viajaron a votar autoridades. El viernes pasado, el gobernador, Gerardo Zamora, obligó a dejar su banca vacía al diputado José Gómez. Tal vez en el Senado tenga gestos parecidos.