El bloque Hacemos Coalición Federal, durante el debate de la ley ómnibus.
La Libertad Avanza y los bloques dialoguistas que facilitaron el cuórum este miércoles para debatir el proyecto denominado ley ómnibus cambiaron el itinerario parlamentario para estirar la sesión -por lo menos- hasta el viernes, con la expectativa de alcanzar acuerdos sobre artículos claves que empantanan la negociación interna, como el que habilita las privatizaciones, las facultades delegadas y el capítulo de seguridad. Para estirar los tiempos, a las 21.45 el presidente de la Cámara baja, Martín Menem pidió un cuarto intermedio hasta el jueves a las 12 horas, para cuando hay pendiente una lista de 115 oradores. Al día siguiente se votaría.
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Si bien en la reunión de labor parlamentaria del martes las autoridades de los bloques habían acordado un parate, sus referentes pensaban cortar a la medianoche y retornar a primera hora del jueves. Luego definieron cambiar los planes. En el recinto, Menem tuvo el respaldo de Miguel Pichetto, titular de Hacemos Coalición Federal, y de Cristian Ritondo, del PRO.
Por exigencia de Germán Martínez -Unión por la Patria-, hubo una votación y se aprobó a mano alzada, con respaldo de la UCR y los partidos provinciales. Los nuevos horarios fueron acordados por la tarde, con la certeza de que la tropa dialoguista no lograba destrabar las negociaciones con los enviados de la Casa Rosada, liderados por el vicejefe de Gabinete, José Rolandi. Necesitaban el jueves para acercar posiciones, por lo que la votación debía patearse para el viernes.
Ocurre que la secuencia para votar necesita un guion preciso, porque tendrá un formato caótico: deberán considerarse los más de 500 artículos del dictamen, de los cuales el oficialismo aceptó eliminar cerca de 150. Además, cada nueva redacción debe leerse en voz alta para que luego sea escrita en el texto definitivo. Si no está definido el contenido de algún fragmento, será imposible que se consiga una mayoría.
La rosca
Como contó Letra P, el artículo que habilita las privatizaciones sigue sin los votos necesarios para aprobarse, porque la UCR quiere una ley para habilitar cada una de las 39 ventas y el Gobierno no está de acuerdo. Un sector de Hacemos Coalición Federal elabora una propuesta alternativa, que consiste en darle atribuciones a la bicameral de Modernización y Reforma del Estado, encargada de revisar las operaciones de los activos del Estado.
La encerrona de las bancadas dialoguistas es que si se dividen, un sector quedará asociado a Unión por la Patria en el rechazo de algún artículo.
Otro tema que volvió a complicarse es facultades delegadas, porque el radical Facundo Manes ratificó que votará en contra y varios de sus correligionarios seguirán el mismo camino. Además, compartirán esa postura los seis miembros de la Coalición Cívica.
Si el Gobierno insiste en sostener las seis emergencias (administrativa, económica, financiera, tarifaria, energética y de seguridad), necesitará que los partidos provinciales le garanticen la mayoría. Precisa más tiempo para hacer cuentas.
Fuentes de los bloques dialoguistas aseguran que está avanzado el acuerdo para tener un nuevo texto del capítulo de biocombustibles, mientras que el radicalismo complica la negociación de otros dos fragmentos del proyecto. El de Seguridad fue recortado por Milei a partir de los reclamos que juristas radicales le acercaron al asesor presidencial, Santiago Caputo. Se eliminaron los castigos por reunir a 30 personas y las penas a organizadores de manifestaciones.
En estos días debe escribirse el capítulo completo, con incorporaciones a la ley de tránsito -que es el instrumento para penar los cortes- y una reescritura a de los aumentos de penas por resistencia a la autoridad y la ampliación de casos de legítima defensa. El radicalismo no acepta la Doctrina Chocobar, en alusión al expolicía Luis Chocobar, condenado por dispararles por la espalda a dos ladrones y matar a uno mientras huían durante un robo. Otro conflicto es por la habilitación a tomar deuda en dólares sin pedir permiso al Congreso que pide el Gobierno. En este caso, tampoco hay consenso en la UCR.
Una versión que hubo en el Congreso es que el Gobierno retomaría el diálogo con los gobernadores para incorporar el capítulo fiscal al proyecto. De hecho, Nicolás Massot, de HCF, propuso votar la moratoria -excluida por el gobierno- e incorporar la reforma laboral que fue incluida en el mega-DNU y vetó la Justicia. Necesita varios días para negociar.