La reforma a la ley de alquileres promovida por Juntos por el Cambio y aprobada en la Cámara de Diputados hace 15 días quedó congelada en el Senado porque el Frente de Todos, aún cuando podía reunir una mayoría gracias a sus aliados para modificar el articulado, prefirió prolongar el tratamiento para buscar un consenso mayor, que garantice sancionar una nueva norma. El debate seguirá el próximo miércoles, en otro plenario de las comisiones de Presupuesto y Legislación General.
El proyecto aprobado en la Cámara baja retorna los contratos a dos años -hoy son de tres-, autoriza aumentos cada cuatro meses y precios libres acordados por las partes. La ley actual permite subir los valores recién al año de contrato y a través de una fórmula, que combina el aumento de los salarios registrados (Ripte) y de la inflación (IPC).
Como anticipó Letra P, la apuesta del oficialismo en el Senado es sumar al menos un sector de Juntos por el Cambio, para aprobar una nueva versión de la ley de alquileres con el voto de dos tercios del recinto y asegurar la rápida aprobación en Diputados. Las autoridades de FdT iniciaron negociaciones con algunos referentes radicales, que este jueves admitían que las conversaciones están avanzadas, pero que pueden prolongarse.
"Si no es posible hacerlo este mes, se hará después de las elecciones presidenciales del 22 de octubre", reconoció a Letra P uno de los senadores de la UCR que participa de los plenarios de las comisiones de Presupuesto y de Legislación General, convocados para tratar la reforma a la ley de alquileres que JxC logró aprobar en Diputados el 23 de agosto. Fueron coordinados por los oficialistas Daniel Bensusán y Ricardo Guerra. Fue la kirchnerista Juliana Di Tullio quien pidió un cuarto intermedio de seis días, hasta "lograr una mayoría significativa".
Este miércoles expusieron en el Senado referentes de las cámaras inmobiliarias, que en su mayoría avalaron la regulación aprobada en la Cámara baja, y este jueves participaron representantes de las asociaciones de inquilinos, que la rechazaron. Pero unos y otros coincidieron en que si el debate queda empantanado será casi imposible reactivar el mercado inmobiliario.
Como anticipó Letra P, el Frente de Todos supo el lunes que ya tenía una mayoría para reformar el texto escrito por los diputados de JxC, porque al menos los tres exoficialistas que integran el bloque Unidad Federal estaban dispuestos a negociar: Guillermo Snopek, Edgardo Kueider y Carlos Espínola. Junto al respaldo del electo gobernador rionegrino Alberto Weretilneck, el oficialismo podía reunir 38 votos dispuestos a escribir una nueva ley de alquileres, uno más que el cuórum.
En las primeras negociaciones, el FdT y este grupo de aliados habían consensuado mantener de la reforma de Diputados los contratos a dos años, pero dejarlos en tres para alquileres comerciales. Además, acordaron que haya un índice de actualización, pero no lograban acordar cuál. Había propuestas para que sea el Ripte, el Índice Salario del Indec (que mide salarios formales, informales y públicos) y el Hogar (que combina la variación salarial -CVS- con inflación, pero con un tope).
La negociación se suspendió porque los referentes del Frente de Todos, donde también hay diferencias (hay quienes exigen contratos de tres años, al menos para viviendas familiares), se enfocaron en el diálogo con JxC. Si el proyecto es modificado con dos tercios, en Diputados se requiere la misma mayoría para insistir con el texto original.
El FdT empezó la negociación con la UCR, donde encontraron referentes dispuestos a acordar. No sería la primera vez que acuerden con el oficialismo: hace una semana sellaron la regulación de los alquileres temporales, que provocó la queja de la candidata presidencial de JxC, Patricia Bullrich.
Quejas de inquilinos
Los referentes de las asociaciones de inquilinos que expusieron en el Senado cuestionaron la reforma de la ley de alquileres aprobada en Diputados. "Hice un repaso de todo el texto legislativo y no encuentro beneficios para los inquilinos. A nosotros cuando alquilamos no nos es indistinto vivir ahí o en cualquier otro lado, nosotros donde alquilamos formamos un hogar", sostuvo Maximiliano Vittar, presidente de la Asociación de Inquilinos de Córdoba.
Diego Fernandez Camillo, presidente de la asociación Platense de inquilinos, reclamó atender "la crisis habitacional". "No podemos seguir discutiendo un proyecto de ley que solo viene a reformar y no a transformar. Esta ley no va a venir a solucionar el problema habitacional pero sí lo puede venir a empeorar", apuntó.
Sebastián Artola, de Inquilinos Agrupados de Rosario, pidió a los legisladores que "no claudiquen ante la extorsión del mercado inmobiliario, que se planten, que no voten en contra de los diez millones de inquilinos que hay en el país, que no sean fuertes con los débiles y débiles con los poderosos".
El más duro fue Gervasio Muñoz, titular de la Federación Argentina de Inquilinos. "Sinceremos el debate. Mantengamos la ley actual y logremos que se cumpla, que el Estado esté por encima del mercado inmobiliario, garanticemos que diez millones de inquilinos tengamos al Estado velando para que se cumpla esta ley. No puede ser que nos quieran cobrar por adelantado. La última vez que se legisló así fue en la dictadura", acusó.