El proyecto que reforma de la ley de alquileres aprobado en la Cámara de Diputados hace dos semanas, por impulso de Juntos por el Cambio, quedó empantanado en el Senado, donde -como anticipó Letra P- hay una mayoría que coincide en modificarlo e intenta consensuar un nuevo articulado. La novedad de este miércoles es que el oficialismo busca sumar al principal interbloque opositor en un nuevo acuerdo, para garantizar la rápida sanción de una nueva ley y reactivar el mercado inmobiliario.
La reforma aprobada en la Cámara baja permite que los contratos vuelvan a ser de dos años -hoy son de tres-, se actualicen cada cuatro meses y tengan precios libres. La ley actual permite aumentar los precios recién al año de contrato y a través de una fórmula, que combina el aumento de los salarios registrados (Ripte) y la inflación (IPC).
En el Senado no hay consenso para sancionar este proyecto porque el Frente de Todos, los partidos provinciales y tres exoficialistas que integran el bloque Unidad Federal (Edgardo Kueider, Guillermo Snopek y Carlos Espínola) quieren modificarlo, aunque todavía no consensuan un texto común.
Las autoridades del FdT, además, sondean un acuerdo con JxC para que participe de la nueva redacción. Este miércoles representantes de cámaras inmobiliarias expusieron en un plenario de comisiones y el jueves lo harán las agrupaciones de inquilinos. El objetivo del oficialismo era firmar un dictamen, pero si no hay consenso, demorarán el debate una semana más.
La vicejefa del Frente de Todos, Anabel Fernández Sagasti, anunció que su principal objetivo es alcanzar un acuerdo amplio. "Esta ley no vino con consenso. No estamos de acuerdo. Por eso estamos indagando nuevas propuestas, para que sea algo más equitativo para los inquilinos. Queremos la mayor cantidad de senadores posibles para que pueda salir en Diputados. Estamos indagando", informó.
La kirchnerista Juliana Di Tullio fue más lejos y aseguró que hay "un compromiso de ambos interbloques para encontrar una solución rápida para todos". Fuentes de JxC aseguraron a Letra P que no hay una negociación con el oficialismo y este jueves, o cuando sea, están dispuestos a firmar un dictamen favorable a la reforma aprobada en Diputados.
En el FdT, aún así, hay confianza de lograr al menos la adhesión de representantes de la UCR, como hicieron para aprobar el dictamen de los alquileres temporales. Los radicales que expusieron no dieron señales de un acuerdo, pero tampoco lo descartaron. “Si estamos tratando una ley que es mala para las partes, es porque estamos ante una realidad que la inflación desbordó. La ley fracasó, porque tomaba como proceso de actualización un contrato de 3 años a los procesos inflacionarios”, sostuvo el jefe de la UCR, Luis Naidenoff.
La negociación
Este miércoles, mientras en el Salón Illia los representantes de las cámaras inmobiliarias pedían aprobar una ley lo más rápido posible para activar el mercado, en los pasillos del Senado los asesores debatían las diferentes propuestas para modificar la versión que llegó desde Diputados.
En el Frente de Todos no logran consensuar un texto común. Di Tullio y Fernández Sagasti quieren mantener los contratos a tres años y sumar una referencia de actualización más generosa para el inquilino. Proponen el índice salarios que mide el Indec (que incluye formales, informales y públicos), el coeficiente de variación salarial -que toma la suba de haberes-, o el Hogar (que incluye variación salarial e inflación, pero con un tope).
Además, hay una mayoría en FdT que quiere sostener los contratos a dos años y otro grupo negocia que al menos las propiedades grandes puedan extenderse a tres, además de las comerciales, que siempre tuvieron ese plazo y la reforma de Diputados las bajó a dos. "JxC se olvidó, los comerciantes se lo van a facturar", señalaban en el FdT.
Otra alternativa que evaluaban en el oficialismo para negociar con JxC es sostener los beneficios a los inquilinos monotributistas que tiene la reforma aprobada en Diputados. Además, proponen deducciones del impuesto a las Ganancias y exenciones en Bienes Personales. Calculan que podría significar hasta 200 mil pesos anuales de ahorro fiscal.
El consenso entre el oficialismo y Unidad Federal es que la actualización de los contratos sea a los seis meses, o sea, ni el año que rige la ley actual, ni los cuatro meses de la reforma aprobada en Diputados.
Pero la negociación aún está en su fase inicial. Este miércoles, los federales no tenían claro si se podía llegar a un consenso. Tampoco descartaban que se sume a un acuerdo Alejandra Vigo, la esposa del gobernador Juan Schiaretti, que integra esa bancada. Junto a ellos negocia el rionegrino Alberto Weretilneck, que está dispuesto a reescribir la reforma que aprobaron los diputados de su bloque.
Hagan algo
Aunque sólo algunos representantes de las inmobiliarias defendieron la reforma de la ley, todos coincidieron en que si no hay consenso para sancionar una nueva normativa en el corto plazo, alquilar una propiedad será imposible.
"A través de un centro de estadísticas e inmobiliarias podemos comprobar que hay un 47% de inmuebles retirados del mercado. Como dijeron que la ley se iba a derogar, muchos propietarios frenaron los contratos prefirieron esperar. Hemos tenido un retiro muy importante de propietarios que están esperando la resolución del Senado”, sostuvo Virginia Manzotti, representante del Cofeci (Consejo Federal de Colegios Inmobiliarios).
El referente de la Federación Inmobiliaria de la República Argentina, Emilio Caravaca Pazos, aseguró que "desde que salió la media sanción en Diputados hay una situación de total incertidumbre. Los inquilinos están en vísperas de firmar un contrato y no pueden".
Eduardo Awad presidente de la Asociación de Propietarios, dijo que la falta de una ley provoca que "cada vez más gente duerma en la calle" y reclamó sancionar una nueva regulación cuánto antes. “Si quieren, mejoren lo que viene de Diputados de alguna manera. Si mejorar es modificar, bienvenida la modificación. Si mejorar es derogar la nefasta Ley de Alquileres que está rigiendo hoy en día, bienvenida la derogación”