El Frente de Todos logró imponer su nueva versión de la ley de alquileres luego de una reñida votación (128 votos a favor y 114 en contra) en la Cámara de Diputados, en la que sumó varios apoyos decisivos a último momento para sostener los contratos a tres años, pero con aumentos cada seis meses ajustados por un nuevo índice basado en la evolución salarial.
VOTACIÓN - Modificación Ley de Alquileres - Sesión 10-10-2023
No prosperó la alternativa de Juntos por el Cambio, que consistía en liberar los precios y habilitar incrementos cada cuatro meses. Esta propuesta había prevalecido en la votación del 23 de agosto en el recinto de la Cámara baja, pero luego el oficialismo del Senado logró modificarla por el texto finalmente sancionado en la madrugada de este miércoles.
La derrota de JxC se debió a que dos votos que tuvo hace dos meses migraron al oficialismo: los del rionegrino Luis Di Giacomo y el misionero Carlos Fernández, quien además sumó a su coterráneo Diego Sartori, ausente en la sesión de agosto. Este trío integra el bloque Provincias Unidas con Augusto Domingo (Río Negro), quien se mantuvo con JxC.
Además, para alcanzar una mayoría, el oficialismo tuvo un respaldo decisivo y ratificado a último momento de la dupla de socialistas de Santa Fe, integrada por Mónica Fein y Enrique Estévez; y del gobernador electo de Neuquén, Rolando Figueroa, quienes habían hecho trascender que iban a abstenerse. “Creemos que hay algunos institutos positivos para el inquilino y por eso vamos a acompañar el dictamen de mayoría”, anunció Estévez durante el debate.
También habían informado que iban a abstenerse Topo Rodríguez y Natalia de la Sota, pero revirtieron su decisión para ayudar al Frente de Todos. Integran el interbloque federal junto al socialismo y a los cordobeses ligados al gobernador Juan Schiaretti, aunque, como explicó Letre P, después de las elecciones primarias se acercaron al candidato presidencial de Unión por la Patria, Sergio Massa, quien, si bien nunca estuvo de acuerdo con regular los alquileres por ley, no podía permitirse una derrota legislativa a diez días de las urnas.
Por esa razón, el ministro de Economía estuvo en contacto con Figueroa para coordinar la aprobación de la ley de promoción de GNL antes del debate por la de alquileres. El oficialismo contó, además, con la ayuda de las cuatro bancas del Frente de Izquierda.
De esta manera, las modificaciones del Senado fueron aprobadas con 128 votos contra 114 rechazos. Hubo 14 representantes de la oposición ausentes que, de haber asistido, habrían provocado un empate y una definición de la presidenta de la Cámara, Cecilia Moreau. Once fueron de Juntos por el Cambio, a quienes se sumaron Ignacio García Aresca (Córdoba Federal), el gobernador electo de Santa Cruz, Claudio Vidal (también interesado en la ley de GNL) y su aliado el riojano Felipe Álvarez.
Como había anunciado, el candidato presidencial de La Libertad Avanza, Javier Milei, votó en contra de las dos alternativas, junto a sus compañeras de bancada Victoria Villarruel y Carolina Piparo. Con la definición de este trío, el oficialismo ya se sabía ganador, porque interpretaba que, si ninguna de las alternativas era aprobada, prevalecían las modificaciones del Senado. No fue necesario llegar a esa discusión.
La nueva regulación
Con la ley sancionada, se modifica la norma que rige desde 2020, que fijó contratos a tres años con aumentos anuales indexados por una fórmula que combina el incremento de salarios medido por el Ministerio de Trabajo (Ripte) y la inflación.
La nueva regulación define aumentos semestrales con el índice Casa Propia, que resulta del más bajo entre el Coeficiente de Variación Salarial (medido por el INDEC, que incluye ingresos de empleados informales) y la inflación. También sostiene beneficios impositivos para sumar oferta de alquiler, que estaban en la versión de JxC.
El principal frente opositor, que hace cuatro años votó la legislación actual que ahora rechaza, insistió en que lo mejor es liberar los precios para aumentar la oferta. “Como nosotros queremos ayudar a la parte más débil, venimos pidiendo la eliminación de la ley de alquileres. Como no pudimos, derogamos los dos artículos más nefastos. Si se sanciona la reforma del Senado, ya no se va a llamar Ley (Daniel) Lipovetzky. Se va a llamar Ley Massa”, provocó Karina Banfi, de la UCR.
Confesó, así, que la oposición tampoco se esforzó en bloquear la sesión, porque entendía que una derrota dejará al oficialismo atado a la futura regulación. “Estuvimos un año discutiendo y prevalece una versión para que nada cambie. Es vergonzoso”, se quejó Alejandro Cacace, de Evolución Radical.
La defensa
El oficialismo respaldó su versión. “La idea de que tener una ley de alquileres es un invento exótico de la Argentina es absolutamente falsa. Por acá tenemos un liberalismo bastante ignorante que, en vez de mirar lo que se hace en el mundo, propone en la Argentina lo contrario”, acusó Itaí Hgaman, del FdT.
“Los contratos a tres años tienen que seguir porque hay familias que tienen chicos”, señaló el sanjuanino José Luis Gioja.
La kirchnerista Paula Penacca sostuvo que no se trata de un contrato entre iguales ni libre, “porque en el medio están las inmobiliarias y hay una desigualdad manifiesta. Las personas que tienen que buscar dónde vivir no pueden elegir no alquilar”, explicó.
Penacca recordó, además, que la desechada alternativa de JxC establecía pagos adelantados del inquilino y proponía eliminar la posibilidad de registrar los contratos. “Después nos rasgamos las vestiduras con que hay que formalizar la economía. Vamos a defender los derechos de los inquilinos y las inquilinas”, cerró.