El horario de las sesiones en la Legislatura de Córdoba abrió un nuevo contrapunto. Esta vez, los opositores a Martín Llaryora exigen sesionar de día o en “horario razonable” y el oficialismo dice que las demoras se dan por la “fragmentación que tiene la oposición” reunida en Juntos por el Cambio.
La radical Brenda Austin fue la primera en elevar el reclamo. Y tiene apoyo interno. La sesión de esta semana “fue la gota que rebalsó el vaso”, dijo una fuente opositora de la Unicameral. La reunión en el recinto comenzó a las 20 horas del miércoles y se extendió hasta las 6 de la mañana de este jueves. A esa altura, la somnolencia se hizo notar en las intervenciones y las chicanas resonaron con fuerza en el edificio.
Sucede que legisladores de la mayoría de las bancadas participaron de la marcha a favor de la educación universitaria en las calles de la capital cordobesa. La actividad retrasó el cronograma del día, que debía empezar con la reunión de Labor Parlamentaria, el mitin en el que unas 20 personas deben ponerse de acuerdo en relación a los temas que van al recinto. Las demoras son una constante”, dijo un legislador de banca unipersonal al salir del recinto.
Juntos por el Cambio, el PJ y el temario infinito
En la tarde de este miércoles, las figuras convocadas para participar de los beneplácitos comenzaron a llegar a la Unicameral pasadas las cuatro de la tarde. Estuvieron esperando no sólo el inicio de sesión y el temario de la jornada. El malestar se hizo notar y algunas personas tuvieron que retirarse antes de tiempo.
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El menú de temas acordado en labor parlamentaria contenía 100 iniciativas con voluntad de ser tratadas en el recinto, con 80 oradores repartidos entre todos los bloques, con una clara mayoría de la oposición. Por allí no pasó la motosierra.
Una asesora del bloque del radicalismo fue más allá de la superficie y planteó: “El horario no es el único problema: a los asesores siempre nos intentan sacar de los palcos. No permiten nada que los altere; hay muchas cuestiones para ajustar”.
La Legislatura de Córdoba, un after impensado
El nuevo tire y afloje entre las tribus de Hacemos Unidos por Córdoba y la oposición incluye distintas miradas. “Es vergonzoso lo que hace el cordobesismo, que desoye los pedidos de la oposición para realizar las reuniones de labor parlamentaria por la mañana o el día anterior a cada sesión y poder debatir en horarios normales. Intentan no sesionar y, encima, sesionan a la madrugada para que no tengamos oportunidad de ser escuchados por los cordobeses. Una vergüenza total”, le dijo a Letra P, la jefa del interbloque de JxC, Alejandra Ferrero.
Facundo Torres Lima, presidente provisorio de la Unicameral que condujo la sesión por ausencia de la vicegobernadora Myrian Prunotto, hizo foco en el escenario particular: “Terminamos tarde debido que habíamos arreglado con los presidentes de los bloques la participación en la marcha. Luego, vino la reunión de Labor Parlamentaria con la presencia de 12 bloques, una situación inédita en la historia de la Legislatura”.
Además, Torres Lima justificó: “Comenzamos la sesión después de las reuniones habituales de cada bloque con muchísimos temas y muchísimos oradores anotados. Las reuniones son largas y podrían iniciarse antes, pero en el día de ayer no se pudo en virtud de la marcha y estaba acordado con todos de antemano”.
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La Legislatura fue un hervidero: la oposición pide a Hacemos Unidos por Córdoba sesionar de día.
Desde La Libertad Avanza, Agustín Spaccesi, metió la cuchara: “Esto me suena a cosas raras y ocultas. Si fuera una excepción no habría problema, pero se está transformando en norma. La supuesta justificación fue por la marcha. Es una vergüenza; no son horarios para sesionar, no por nosotros, sino por la gente que no puede interiorizarse”.
Luciana Echevarría, del MST, buscó sacar la movilización universitaria del eje. “Esta vez, se justificó porque participamos de la marcha, pero el oficialismo siempre sigue sus mañas por su propia debilidad, porque no les sobra nada, al punto de arrancar tarde porque les desaparece un legislador o porque se descomponen", chicaneó. "Intentan generar desgaste. Gran parte de las discusiones se dan en horarios complejos para que la ciudadanía y la prensa no se enteren lo que pasa. Antes ya habían espaciado las sesiones cada 15 días. Evidentemente intentan tener un control que les está costando”, remarcó la legisladora.
Fragmentación y faltas de costumbre en la Legislatura de Córdoba
La composición de la Legislatura es histórica, teniendo en cuenta que el peronismo no goza de cuórum propio, que lo tuvo con cierta comodidad durante 24 años. Ahora, el cuerpo está integrado por 12 bloques legislativos. En uno de ellos está abroquelado el oficialista Hacemos Unidos por Córdoba que responde al gobernador Llaryora; en tanto, en los 11 restantes está disgregada la oposición.
“Si las sesiones se demoran es porque la oposición está híper fragmentada. Nosotros somos un solo bloque; la oposición está repartida en retazos y se siguen dividiendo”, le dijo a Letra P una fuente oficialista, dispuesta a echar leña al fuego. “JxC presenta las iniciativas parecidas o sobre los mismos temas, pero con proyectos distintos desde cada bloque; luego, se anotan para hablar con varios oradores”, remató.
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Todo el arco político de Córdoba participó de la marcha a favor de la universidad pública y gratuita.
La misma fuente del peronismo se pregunta sobre el sentido del interbloque opositor y remarca que no observa un trabajo de consenso previo al trabajo en la reunión de labor parlamentaria. "Respetamos la voluntad y el derecho de todo a expresarse y a tener sus minutos desde las bancas, pero acusar al oficialismo de tejer estrategias para tratar temas a las cinco de la mañana ya es mucho”, completó.
El tiempo dirá si el oficialismo hace oídos a los reclamos opositores y si las tribus contrarias a Hacemos Unidos por Córdoba refuerzan los consensos previos. La foto es simple: fragmentación en la oposición, por un lado; y un oficialismo desacostumbrado a hilar estrategias para la búsqueda de consensos, por el otro.