La performance electoral libertaria en las elecciones del 22 de octubre pasado distribuyó bancas entre novatos dirigentes que, cuando se inscribieron, no planeaban mudarse de sus casas, pero también entre exfuncionarios que aportaron sus partidos y, además, lograron bancas para sus amigos.
Rellenos que ganan
La tropa legislativa de La Libertad Avanza la componen figuras sin pasado político, como la dupla jujeña del Senado, que integran Ezequiel Atauche y Vilma Bedia. El primero de ellos se convirtió en jefe de la bancada tras una doble votación en diciembre que derivó en la intervención de Victoria Villarruel, quien ni siquiera los conocía. El problema, esa vez, fue que Bedia no entendió qué había que escribir en el papel.
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Ezequiel Atauche y Bartolomé Abdala, de La Libertad Avanza, durante el debate de la ley ómnibus.
Atauche es un empresario que en 2021 fue acusado por comunidades locales de ordenar el cateo de uranio en la zona de la quebrada. En estos meses le fue bien: fue elegido jefe e hizo una buena relación con la Casa Rosada, donde lo convocan funcionarios para puentear a Villarruel. A Bedia no le fue tan bien: fue escrachada por ubicar a casi toda su familia con cargo de asesor. Casi no se le conoce la voz.
En Chaco también hubo sorpresa libertaria: asumió como diputado Carlos García, oriundo de la ciudad Presidencia de la Plaza, donde lo conocen por abrir y cerrar comercios. Lo recuerdan como concejal radical y llegó al liberalismo con partido propio. Podría ser diputado. No se hizo sentir en el bloque.
Experimentados y novatos
Sí logró llamar la atención en el Senado el sanjuanino Bruno Olivera Lucero, exdueño del partido ADN, contador público y administrador de una cadena local de gimnasios. Dejó su rastro de inocencia cuando en abril firmó el proyecto de resolución para aumentar las dietas del Senado, que aún está vigente. Como es vicejefe de bloque, fue a la reunión de labor parlamentaria y, dice, se equivocó.
La lista de San Juan la coordinó el diputado José Peluc, quien no se ubicó en la nómina de la cámara alta porque era la que menos chance tenía de ganar bancas. Oriundo del peronismo, suele ser quien pone paños fríos en la reunión de bloque.
En San Luis, La Libertad Avanza dio el batacazo con un holgado primer puesto que le permitió ganar una banca al actual presidente provisional, Bartolomé Abdala, contador, exdiputado provincial, uno de los primeros referentes del PRO local. Su enfrentamiento al gobernador Claudio Poggi fue la motivación para mudarse de lista.
Completó la nómina del Senado con Ivana Arrascaeta y se ganó una banca. Es la esposa de Rodolfo Negri, secretario parlamentario del bloque y una de las figuras libertarias más influyentes de la cámara alta. Algunas reuniones de la bancada se hacen en su oficina.
San Luis también aportó otra figura influyente en el bloque de Diputados: Carlos González D'Alessandro. Nacido en la Ciudad de Buenos Aires, cercano al gremio gastronómico, peleó para conducir el bloque en diciembre, no lo logró, pero se convirtió en una de las figuras más requeridas por los medios. Junto a García y Peluc, se llaman los peronistas del bloque.
Martín Menem peleó para ser diputado porque no imaginaba que podía ser senador. Ese lugar le quedó a Juan Carlos Pagotto, abogado y amigo del exsenador Eduardo Menem, el papá del presidente de la cámara baja. Pagotto sorprende con sus discursos, a veces por fuera del libreto oficial.
Un triunfazo libertario fue el segundo puesto en Formosa, que le dio una banca a Francisco Paoltroni, consignatario de hacienda, productor agropecuario y excandidato a gobernador con cosecha de diez puntos. Pasó por todos los climas en el Congreso: fue electo una semana presidente provisional, luego Villarruel impuso a Abdala y en estos días Karina Milei lo quiere afuera. No soporta su rechazo a la candidatura de Ariel Lijo.
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El senador Francisco Paoltroni.
El chubutense César Treffinger, al igual que Paoltroni, llegó a su banca de Diputados como libertario declarado. No así el fueguino Santiago Pauli, quien hasta hace dos años militaba junto a Ricardo López Murphy.
En las provincias grandes, Milei disputó los primeros lugares de las listas con los dueños de los partidos y se desentendió el resto de los casilleros, que es donde surgieron las figuras más bizarras.
Los del fondo de lista traen problemas
El fondo de olla genera inconvenientes. Fue el caso de Mendoza, donde Lourdes Arrieta, pronta a ser expulsada, ocupó el tercer lugar de la nómina. Cuando se anotó, nadie podía imaginar que terminaría sentada en una banca. Proviene del Partido Libertario que coordinaba Gastón Pescarmona, quien en diciembre se convirtió en jefe de despacho. Se pelearon a los gritos.
La lista mendocina fue encabezada por Mercedes Llano por ser dueña del Partido Demócrata. El segundo lugar fue para su pariente Facundo Correa Llano, quien se convirtió en referente de La Libertad Avanza, el partido que arma Menem con Karina Milei. Reclutan a legisladores y generan broncas con quienes tienen sello propio. Es el origen de la pelea con el exjefe de bloque, Oscar Zago, dueño del MID, que ahora tiene banca propia junto al bonaerense Eduardo Falcone y la cordobesa María Ibañez.
En Santa Fe, por caso, el partido UNITE logró una banca para Rocío Bonacci, la hija de José, dueño del sello. Estuvo tercera en la lista, detrás de Nicolás Mayoraz, quien proviene del Partido Demócrata, pero se acercó a Menem. La otra diputada es Romina Diez, junto a Lilia Lemoine, la única que tiene línea directa con Milei.
Juliana Santillan y Daniel Scioli
La diputada Juliana Santillán y el secretario Daniel Scioli.
En Entre Ríos la historia es conocida: el ruralista Sebastián Etchevehere le dio una banca a Beltrán Benedit, exjefe de la Sociedad Rural local, quien no tardó en plegarse a una gestión de exmilitares para liberar a represores. Fue el que organizó la visita a Alfredo Astiz. Benedit se acercó los primeros meses al formoseño Gerardo González para hacer un subgrupo que no prosperó.
En Córdoba, Milei logró que encabezara María Celeste Ponce, abogada y militante de "Pumas libertarios", pero también le dio una banca el presidente de la Cámara de Estaciones de Servicios, Gabriel Bornoroni, convertido en jefe de bloque por su acuerdo con Karina Milei. Es la figura de confianza de Menem.
En Buenos Aires, la lista variopinta le dio bancas a figuras disímiles como Lemoine, Santiago Santurio -cercano a Karina-, Guillermo Montenegro -exasesor de Villarruel, con quien se peleó fuerte en febrero, y organizador de la visita a Astiz-, la periodista Marcela Pagano -enfrentada a Menem-, el libertario de purasangre Bertie Benegas Lynch y la marplatense Juliana Santillán. Todos deben ponerse de acuerdo. No es fácil.