Horacio Rodríguez Larreta realizó este viernes la penúltima parada en Córdoba antes de las PASO del 13 de agosto. En el sprint final, logró rodearse de la nueva camada dirigencial de la UCR de la provincia. La escudería masculina, sub 45, estuvo protagonizada por Rodrigo de Loredo, en la que fue su primera reaparición pública después de la derrota capitalina del 23 de julio; por el jefe de esa campaña, Juan Negri, larretista de la primera hora; y por Marcos Ferrer, intendente de Río Tercero especialmente designado por Martín Lousteau y Emiliano Yacobitti para colaborar en la apuesta "paloma" de Juntos por el Cambio.
Fueron recibidos por el rector de la Universidad Nacional de Córdoba, Jhon Boretto; y la prosecretaria General, Paola Campitelli. El compromiso por la educación pública marcó el momento institucional de una gira que inició temprano en Marcos Juárez y terminó en San Francisco. También fue de la partida el “neutral” Mario Negri, quien también había acompañado a Bullrich en la cena que ofreció para recaudar fondos para la campaña.
De Loredo fue objeto del deseo de Bullrich y Larreta. Siguiendo el norte de las encuestas, llegaron temprano al búnker la tarde electoral de la ciudad. Nadie quería perder un milímetro de protagonismo de un triunfo que resonaría en cada rincón del país. “Los hice venir al pedo”, fue la frase que resumió la triste noche aliancista. No obstante, Larreta celebró el apoyo del diputado, aún después de la derrota.
“Es uno de los dirigentes políticos con más futuro de la Argentina y tiene experiencia de gobierno”, así definió Larreta a un referente de la política de Córdoba que está dispuesto a seguir dando pelea.
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Pese al cachetazo que les propinó el gobernador electo Martín Llaryora y su delfín, Daniel Passerini, el tridente generacional viene con un entrenamiento electoral que Larreta está dispuesto a capitalizar, en especial, en la ciudad de Córdoba. En una elección que tendrá más de 30 boletas en el cuarto oscuro, la experiencia de los armadores indica que la elección se gana con el aparato, sobre todo en contextos de baja participación ciudadana. "Será una militancia puerta a puerta", anticipó Juan Negri.
Larreta logró concentrar a casi todo el equipo de JxC que trabajó en la ciudad en las últimas elecciones municipales, con excepción de Diego Mestre que optó por Bullrich. Con todo, el combo será completo. De Loredo prometió movilizar a la red referentes departamentales que lograron una banca en la Legislatura, la mayoría de su órbita; y a los nuevos intendentes e intendentas que le responden. Cabe recordar que Luis Juez logró la candidatura provincial, pero que su socio boina blanca fue protagonista del armado legislativo y en el interior.
Por supuesto que el trabajo no será gratuito. Larreta logró el respaldo de los emergentes de la UCR de Córdoba, pero sabe que buena parte del grupo quiere protagonizar la rosca nacional, sepultada la opción local con un doble triunfo del peronismo.
Campaña limpia
Larreta regresará este martes 8 para dar por terminada su campaña cordobesa. Como hiciera en cada una de sus bajadas, en la de este viernes cumplió al pie de la letra con el libreto marcado que pone el énfasis en cómo llevará adelante su propuesta. No tiró cascotes a su rival en Juntos por el Cambio; se mostró respetuoso al extremo con el gobernador Juan Schiaretti que, como él, también disputa el mismo voto de centro que sucumbe a la oda del “hacer”.
La postura grisácea se entiende. Con el gobernador imagina coincidencias después de las generales; y, en el caso de la exministra, tiene la necesidad de tender puentes pensando en el día después de las primarias. La prueba de fuego de la coalición opositora comenzará la misma noche en la que se conozca quién pasa a la siguiente ronda y qué núcleo deberá acompañar. Es por eso que Larreta insistió con la idea un búnker único ante la dirigencia que se acercó a apoyarlo. Como se evidencia, las formas se cuidan al extremo, pero la política sigue por canales subterráneos.
Los armadores de Larreta auguran un “éxodo de bullrichistas” a las filas del hombre del PRO que buscará su pase a la elección general de octubre. “Antes del evento de Bullrich en la Plaza de la Música, se le cae el 95% del armado”, insisten con algunas pruebas -como los radicales Benigno Rins y Carlos Brinner-, que ensalzan con una convicción fundamentalista.
Como ocurriera alguna vez, la apuesta está en el imán de De Loredo y en la potencia de la foto que se tomó en las inmediaciones del Pabellón Argentina de la UNC.