Córdoba es un terreno complejo para el precandidato a presidente de Juntos por el Cambio, Horacio Rodríguez Larreta. Su mensaje empalma con otro similar, el del gobernador que también quiere ser presidente y, a la vez, potencial aliado suyo después de octubre. Juan Schiaretti es una complicación temporal, pero no es el caso de Patricia Bullrich que pica en punta en las preferencias estadísticas del distrito. La campaña de propuestas no se verá alterada por los factores externos. Larreta tiene acordados dos viajes más a la provincia, pero enviará a sus alter ego de Uspallata para que muestren ejemplos vivos de “cómo” lo van a hacer. La red de palomas mensajeras del larretismo serán las verdaderas protagonistas del sprint final, en compañía de la lista de candidatos para Diputados que abre el exintendente de Marcos Juárez, Pedro Dellarossa.
Ya pasó el secretario de Asuntos Públicos del gobierno porteño, Waldo Wolff. La responsable de Educación, Soledad Acuña, también tendrá agenda local en los próximos días y, este miércoles, será el turno de su par de la cartera de Salud, Fernán Quirós. Será recibido por el intendente de La Falda y precandidato a diputado, el radical Javier Dieminger, para un conversatorio sobre políticas públicas.
En simultáneo, el amarillo Dellarossa, será el anfitrión del ex ministro de Relaciones Exteriores de la Nación, Jorge Faurie. Tendrá reuniones intensas para tocar una fibra sensible del sector agroexportador del sur provincial.
Larreta y su compañero de fórmula, Gerardo Morales, llegarán a la ciudad el viernes 4 de agosto. Será la penúltima escala antes de la PASO. La Capital, las ciudades más importantes de los departamentos Marcos Juárez y San Justo tendrán la prioridad. La visita a fábricas, como la dulcera Dulcor, y el mano a mano con emprendedores locales se irá mechando con actos políticos. Sin embargo, el condimento para la comidilla política lo agregará Rodrigo de Loredo, en la que podría ser su primera acción pública después de la derrota capitalina del domingo 23 de julio. El senador Luis Juez fue invitado pero prometió neutralidad y apoyo a quien se alce con la victoria de JxC el 13 de agosto.
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Marcos Ferrer, su mano derecha, amigo y armador larretista, da por descontada la participación de De Loredo en algunas de las actividades previstas. El núcleo Evolución pidió especialmente una escala en la Universidad Nacional de Córdoba, donde el precandidato presidencial será recibido por su rector, otro radical Jhon Boretto.
Entre la visita del viernes y la próxima, prevista para el 8, un día antes que el cierre programado en la provincia por Bullrich, la lista de aspirantes para Diputados de Larreta caminará las zonas calientes del mapa, con prioridad para las localidades de los departamentos Punilla; Colón y Río Primero, con protagonismo de la intendenta de Malvinas Argentinas y segunda candidata en la nómina, Verónica Gazzoni.
El martes siguiente, el cierre con Larreta se debate entre un acto con invitados puntuales o apostar a la militancia. Viene ganando la idea de un formato que apunte a la difusión del mensaje a través de los medios de comunicación y las redes sociales. En definitiva, quieren mostrar sus propuestas y volumen dirigencial. Está previsto que acompañen al jefe de gobierno porteño figuras de peso de su gabinete y núcleo interno.
Invisibles
Detrás de las figuras “visibles” de la campaña están los invisibles. Ese grupo de adláteres de confianza que se encargan del armado político y tareas operativas inherentes a toda faena electoral. El exdiputado Marcelo Wechsler integra hace más de un año la mesa política de Larreta para el interior del país; sin embargo, se sumaron recientemente para la coordinación de la campaña cordobesa el subsecretario de Trabajo, Ezequiel Jarvis, y el presidente de Parque Innovación de ciudad de Buenos Aires, Luis Bullrich.
Si bien había una mesa con dirigentes cordobeses para trabajar por el sueño presidencial de Larreta, cierto es que nunca funcionó como tal. El presidente del PRO Córdoba, Oscar Agost Carreño, mantiene un rol activo y diálogo permanente con los armadores porteños. Eran de la partida Javier Pretto, Gabriel Frizza y Darío Capitani. Pero pasaron cosas y una de ellas se llama Martín Llaryora, el gobernador electo que ejecutó la aspiradora transversal con solvencia.
Pretto es el viceintendente electo y acompañará la gestión capitalina del peronista Daniel Passerini, desde el 10 de diciembre. De todas maneras, aseguró que trabajará para a campaña nacional de Larreta. Si bien su pase generó problemas en medio de la elección provincial, el diálogo postergado entre Larreta y Juan Schiaretti para después de las generales, invita a pensar que son de esos “problemas” que es mejor dejar que el paso del tiempo los resuelva.
En tanto el exintendente de Jesús María, uno de los últimos en cruzar las aguas del peronismo cordobesista, afirma que sus funciones en la campaña nacional no se vieron alteradas. Frizza se mueve como si nada hubiera cambiado para neutralizar la cosecha en Colón de Luis Picat, el intendente de esa ciudad y primero en la lista legislativa de Bullrich.
El legislador Capitani cumple con todo lo que se le pide desde Buenos Aires, pero su prioridad está puesta en la campaña de Villa María que irá a las urnas el 1 de octubre.
El colectivo de visibles e invisibles se mueve con la premisa de mostrar lo propio, hacer de cuenta como si no existiera algo llamado cordobesismo y, si se dan por válidas las encuestas, achicar la diferencia que los separa de la lista halcón.