La pulseada por la candidatura presidencial amarilla entre Patricia Bullrich y Horacio Rodríguez Larreta no sólo es el centro de atención dentro Juntos por el Cambio (JxC), sino que también rebalsa al resto de las internas opositoras. Una prueba de ello es lo que sucede en Republicanos Unidos (RU) con la disputa entre dos aspirantes a jefe de Gobierno porteño, el diputado Ricardo López Murphy, embanderado en la postulación de la titular del PRO en uso de licencia, y el legislador Roberto García Moritán, que podría generar que el partido quede fuera de la PASO del espacio.
El divorcio político de los liberales se gestó cuando López Murphy quiso imponerse como precandidato en la Ciudad de Buenos Aires, el mismo lugar que pretendía García Moritán cuando el bulldog iba a ser aspirante presidencial. Antes de irse del partido, como contó Letra P, al cierre de esta nota el exministro busca bloquea la convención para que el espacio ratifique su permanencia dentro de JxC.
“No hay tiempo antes del 14 de junio”, adelantó una fuente del armado liberal, donde ya dan por descontado que el marido de la conductora Carolina Pampita Ardohain deberá competir por fuera de JxC con el sello partidario mientras que López Murphy podrá hacerlo por dentro de la coalición, pero como representante del Partido Demócrata Progresista. En el entorno del legislador hablan abiertamente de una “venganza” del diputado ante las elecciones internas del 4 de junio que, según los números que se manejan, ganaría sin problemas.
Para poder convocar a la convención que define las alianzas se necesitan dos tercios de la totalidad de afiliados, una cifra que García Moritán no tiene. Toda la escena es música para los oídos de Larreta, que busca diferenciarse de Bullrich frente al resto de la cúpula opositora, bajo el argumento de que él “sí cumple con los acuerdos y las reglas” de cada partido. Esa narrativa la inauguró este martes con la designación del ministro de Gobierno, Jorge Macri, como candidato del PRO a sucederlo, para evitar una lectura que lo dejara como perdedor de la contienda cuando auspiciaba la entronización de Fernán Quirós.
“No teniendo intereses particulares en Republicanos Unidos, es una maldad que no deje que el partido sea parte de JxC. Hay que ver si López Murphy está dispuesto a llevar es bandera”, agregó una fuente de larretismo, al tanto de las negociaciones.
Lo paradójico del posible final de la novela es que en la foto de Larreta de esta semana con las figuras anotadas para sucederlo por JxC, al lado de Macri, Martín Lousteau y Graciela Ocaña, estaba García Moritán y no López Murphy, que rehusó formar parte de la puesta en escena.
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Puertas adentro, en RU no se disipó el ruido de la esquirlas con el portazo de López Murphy, al contrario. Cerca de García Moritán remarcaron ante Letra P que el exministro de la Alianza “se bajó” de la contienda interna porque los números no le daban. Según un sondeo previo realizado con casi 5 mil afiliados del espacio, el legislador porteño iba a ganar por un margen de casi 30 puntos: 66% a 34%.
Yamil Santoro, jefe de campaña del empresario y dirigente del partido, repartió una serie de críticas en Twitter contra el exministro de Economía, destacando entre otras cuestiones que optó por “la trampa” y anticipó un recorrido judicial: “Al bajarse de la interna, Ricardo y su equipo no podrán ser legalmente candidatos, por disposición de la Carta orgánica partidaria. En defensa de las reglas de juego, impugnaré cualquier candidatura que surja en contradicción con la carta orgánica. Solo los salva desafiliarse”.