SIN BENDICIÓN

La Iglesia juntó a una parte de la liga de gobernadores con el espíritu del legado social del papa Francisco

Martín Llaryora y la delegada de Pullaro dijeron presente. Axel Kicillof, por separado y en modo electoral. La antesala marplatense con faltazo libertario.

La Semana Social de la Iglesia en Mar del Plata volvió a ser vidriera política: reunió a gobernadores y dirigentes con el legado social del papa Francisco como marco, pero dejó expuestas grietas. Mientras Axel Kicillof desplegó una agenda electoral paralela, el faltazo libertario y el frío vínculo del obispado local con el intendente Guillermo Montenegro marcaron la previa del encuentro.

El panel “Política y construcción de la amistad social” abrió la agenda con el gobernador de Córdoba, Martín Llaryora; la vicegobernadora de Santa Fe, Gisela Scaglia, y el presidente de la Conferencia Episcopal Argentina (CEA), arzobispo Marcelo Colombo (Mendoza), quien por su rango en el episcopado jerarquizó el panel que protagonizaron las dos autoridades que integran el flamante frente federal Provincias Unidas. La cita permitió contrastar miradas sobre el rol de la política en tiempos de polarización y crisis social.

Scaglia, enviada por el gobernador Maximiliano Pullaro, advirtió que la gestión debe sostenerse en metas claras y comunicación honesta: “Uno puede decirle a la gente qué recursos tiene, qué va a hacer y cuándo lo va a terminar… pero también debemos reconocer qué es posible y qué no”. Enfatizó que en su provincia “somos de hablar poco y hacer mucho”, en alusión al estilo de gobierno santafesino.

Llaryora, por su parte, defendió la participación ciudadana como antídoto contra el desencanto. “Si uno ve algo que no le gusta, debe expresarlo con el voto… o presentar una lista y salir a buscar los votos”, planteó. Para el mandatario cordobés, la democracia se fortalece con acción directa y disenso canalizado por las instituciones.

Axel Kicillof, en modo campaña

Lejos del formato de su participación en el acto de apertura de las jornadas eclesiásticas, Kicillof desplegó una agenda propia en la ciudad bonaerense. Con su jefa de Asesores, Cristina Álvarez Rodríguez; los ministros Walter Correa (Trabajo) y Silvina Batakis (Hábitat); la extitular de la ANSES y candidata de Fuerza Patria en la Quinta sección, Fernanda Raverta; el presidente de la Comisión de Investigaciones Científicas bonaerense, Roberto Salvarezza; y el ejecutivo de Aguas Bonaerenses, Hugo Obed, combinó actividades de gestión y proselitismo.

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Axel Kicillof en la Semana Social organizada por la Iglesia

Axel Kicillof en la Semana Social organizada por la Iglesia

También lo acompañaron la directora del Organismo Provincial de Integración de Integración Social y Urbana (OPISU), Romina Barrios; la funcionaria internacional Celeste Saulo; legisladores como Pablo Obeid y Gustavo Pulti; y más de una docena de intendentes peronistas -Mariano Cascallares (Almirante Brown), Diego Nanni (Exaltación de la Cruz), Andrés Watson (Florencio Varela), Alejandro Acerbo (Daireaux) y Facundo Diz (Navarro), entre otros- que reforzaron la imagen de armado territorial.

En la previa, el gobernador cerró el Congreso Nacional del Agua junto al ministro de Infraestructura y Servicios Públicos bonaerense, Gabriel Katopodis, y el secretario general del Consejo Federal de Inversiones (CFI), Ignacio Lamothe; dialogó con estudiantes del Colegio Pablo Tavelli, que presentaron un proyecto que busca mejorar las condiciones de trabajo de los recicladores urbanos; y posó con quienes forman parte de la lista de Acción Marplatense.

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En el encuentro eclesiástico, Kicillof respaldó el llamado del obispo jesuita marplatense Ernesto Giobando a enfrentar la “cultura del descarte” y “organizar la esperanza”.

Antesala marplatense con faltazo libertario

En la previa a la actividad organizada por la Comisión Episcopal de Pastoral Social, la Semana Social Diocesana de Mar del Plata reunió a más de 400 personas en el Hotel 13 de Julio, pero estuvo atravesada por el malestar de la Iglesia local con Montenegro y la ausencia total del bloque libertario en el Concejo Deliberante.

Giobando recibió el respaldo de sindicatos y organizaciones sociales, en contraste con la distancia de la gestión municipal.

El desencuentro se arrastra desde el desalojo violento de personas en situación de calle dispuesto por Montenegro, medida que motivó duras críticas del obispado y respuestas agraviantes hacia el obispo, tensando aún más la relación.

semana social marplatense intendentes

La ausencia del jefe comunal en la Semana Social local fue leída como un gesto político que ratificó la ruptura.

En primera fila, en cambio, se ubicaron los intendentes de Balcarce, Esteban Reino, y de Mar Chiquita, Walter Wischnivetzky, junto a legisladores provinciales, concejales, autoridades universitarias y dirigentes gremiales.

La presencia opositora contrastó con el faltazo libertario, comentado en los pasillos y lamentado por los organizadores.

El compromiso con los más pobres

En la mesa de apertura, Giobando retomó mensajes de Francisco sobre fraternidad, cuidado ambiental y compromiso con los más vulnerables, apuntando sin nombrarlo a Montenegro.

Luego, Reino y Wischnivetzky expusieron sobre iniciativas locales en ambiente, desarrollo y empleo, seguidos por concejales de distintos bloques -Daniel Núñez (UCR), Mariana Cuesta (UP) y María Eva Ayala (AM)- que debatieron proyectos de protección ambiental.

Entre la asistencia destacaron también el senador Maximiliano Abad, el senador provincial Ariel Bordaisco, la presidenta del Concejo Deliberante, Marina Sánchez Herrero, y referentes gremiales como Raúl Calamante.

El cierre, con misa presidida por Giobando, incluyó un llamado a “hacerse cercanos” a los excluidos, dejando flotando el reproche a quienes decidieron no participar.

Javier Milei y Victoria Villarruel en el primer tedeum patrio de su gestión
Robert Prevost, ahora León XIV.

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