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Los aliados que perdió Javier Milei y lo dejaron sin la motosierra de Federico Sturzenegger

El grupo de Martín Llaryora y la mayoría del bloque de Pichetto se desmarcaron de LLA. Radicales que no eran críticos. La interna de Córdoba permitió el cuórum.

El golpe legislativo más duro que recibió Javier Milei este miércoles llegó al final de la sesión, cuando no logró vaciar el cuórum en Diputados y la oposición rechazó los decretos delegados firmados por Federico Sturzenegger para achicar el Estado. Sucedió porque los aliados que le habíaN dado esas facultades decidieron quitárselas.

La inclusión de cinco decretos fue un pedido de Unión por la Patria, pero tuvo respaldo de los bloques opositores que habían llamado a la sesión. Fue así como se rechazaron las medidas que permitieron eliminar la autarquía del INTA y el INTI; cerrar organismos de la Cultura, modificar el Banco Nacional de Datos Genéticos, cambiar las reglas del juego de la marina mercante y eliminar dependencias de Vialidad. Si el Senado va por ese camino, estás decisiones volverán para atrás.

La conformación de la cámara baja no varió respecto al año pasado, pero sí la posición sobre el tamaño del Estado. La mayoría de los conversos fueron del bloque Encuentro Federal, dónde está vez rechazaron las delegaciones Nicolás Massot, Emilio Monzó, Miguel Pichetto, Margarita Stolbizer y Oscar Carreño.

Los socios que no tiene Javier Milei

Las conversiones de los cuatro cordobeses que reportan al gobernador Martín Llaryora e integran EF (Juan Brügge, Ignacio García Aresca, Alejandra Torres y Carlos Gutiérrez, quien en realidad es cercano a Juan Schiaretti) fueron quienes más influyeron. El oficialismo acusa recibo de traición y asegura que el propio gobernador se había comprometido a retirar a su tropa cuando votasen los decretos delegados.

Cuentan que en el recinto, la tropa cordobesa se negó a abandonar sus bancas cuando LLA estiraba el tiempo y pedía a sus aliados que se fueran, porque tampoco se fueron tres radicales de Córdoba: Rodrigo De Loredo, Soledad Carrizo y Gabriela Brouwer de Koning. Cuando el jefe del oficialismo, Gabriel Bornoroni, se acercó a esa zona no dejó pasar reproches a sus coterráneos de todos los colores.

"Si los cordobeses se iba la sesión se caía. Pero como se quedan fuera de las elecciones se midieron entre ellos y se quedaron", señalaron a Letra P fuentes del oficialismo. Lo cierto es que el debate siguió y el Gobierno sumó un problema.

La UCR, que había sido clave para sostener el cuórum, hizo otro aporte para rechazar los decretos con el voto de Fabio Quetglas, Julio Cobos, Natalia Sarapura y Roberto Sánchez. Pero el partido centenario tuvo otras conversiones con respecto al año pasado que fueron decisivas para que el trabajo de Sturzenegger sea inocuo.

El cambio decisivo fue dado por miembros actuales del bloque Democracia Para Siempre, la UCR crítica. Aunque parezca lejano en el tiempo, referente de Martín Lousteau en la cámara baja esa vez quisieron ayudar a Milei, como Danya Tavela y Carla Carrizo. También referentes de esa bancada que representan a gobernadores, como Melina Giorgi (Santa Fe) y Manuel Aguirre (Corrientes), que este miércoles dejó su butaca vacía.

Antecedente difícil

El rechazo de los cinco decretos delegados dejó otro problema para el Gobierno: durante el debate, el oficialismo perdió una interpretación para que sólo se puedan rechazar con dos tercios. La moción fue pedida por Francisco Monti, uno de los radicales violetas, pero no pasó el filtro de la oposición.

La discusión ya se había dado en una tensa reunión de labor parlamentaria y la oposición ganó en ambos casos. Ocurre que la ley 26.122, que regula decretos, deja muchas lagunas y en cada época se interpretó diferente. Suficiente para que la mayoría de turno defina el camino más fácil.

Como explicó Letra P, en el Senado hay mayoría para rechazar los decretos. Lo que es más difícil para el Gobierno, es que, si la oposición logra una dinámica para voltear decretos con mayoría simple, Milei no podrá usar esa vía para gobernador.

Si bien pueden debatirse en una bicameral de trámite legislativo, los decretos (de necesidad y urgencia y delegados) pueden tratarse 10 hábiles después de su envío al Congreso, con o sin dictamen. El año pasado sólo se eliminó el que aportaba fondos a la SIDE. En UP tienen previsto pedir que se traten otros en la brevedad.

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