El gobernador electo de Córdoba, Martín Llaryora, planea manejar en tándem la política financiera de la provincia y la Municipalidad capitalina, único municipio que pidió un préstamo en dólares durante la administración del intendente radical Ramón Mestre. Esta estrategia se refleja en la conformación de los equipos que Letra P adelantó en exclusiva: Guillermo Acosta partirá del municipio capitalino al Panal, pero dejará a cargo de la cartera municipal a Florencia Constantino, subsecretaria de Finanzas hasta diciembre y mano derecha. Esta vez, la política financiera y económica de las dos jurisdicciones estará coordinada con el objetivo de manejar el paquete completo.
Los desafíos son enormes. Al pasivo provincial dolarizado en un 99% de su totalidad, se suma el de la principal ciudad de interior del país que pasará a manos del intendente electo Daniel Passerini. Cabe recordar que Mestre aprovechó la reactivación del mercado de crédito exterior de la gestión de Mauricio Macri y contrajo una deuda de US$150 millones.
Los peronistas pondrán en mano de Acosta la renegociación de los créditos tomados: los de Juan Schiaretti; los propios y los de la administración radical del Palacio 6 de Julio.
Los desafíos son enormes por la crisis económica crónica, el derrumbe del valor del peso y la incertidumbre política que supone -según las encuestas- un triunfo asegurado del “nuevo”, el libertario Javier Milei.
Passerini asume con la continuidad de un plan financiero que se apoyó en tres pilares. Primero, el ordenamiento del gasto interno de la municipalidad que llegó a consumir el 70% de la dedicación presupuestaria para el sostenimiento del gasto corriente. Con esa variable por debajo del 50%, se avanzó hacia una reducción progresiva del déficit fiscal que, a valores del último presupuesto, es de $4.166 millones. El tercer eje es una política de financiamiento con la emisión de Letras y deuda flotante.
En concreto, con ese lineamiento se está redactando el Presupuesto Municipal 2024 que, entre sus puntos fuertes, anticipa un ahorro corriente superavitario. Una buena noticia para momentos de ajuste o redistribución de partidas.
La deuda de Daniel Passerini
La composición del gabinete indica que nada cambiará en el rumbo trazado, salvo que lo exija la nueva coyuntura del país. Entonces, ¿qué deuda heredará Passerini?
Córdoba es el único municipio del interior del país con deuda externa. Un año después de asumir, pandemia mediante, logró reestructurar los cupones de interés y plazos de amortización. En lugar de tres pagos anuales que comenzaban en 2022, se extendió la facilidad a ocho desembolsos semestrales que tendrán que empezar a hacerse desde 2024 a 2027.
A ese compromiso se suman otros de corto plazo como las Letras de Tesorería y bonos a proveedores. La agenda de pagos de Passerini comenzará en febrero del año que viene cuando deba cancelar en febrero las letras serie XLVIII por $3.000 millones; y en abril otra serie por el mismo monto.
La amortización de la deuda dolarizada será el objetivo de 2024. Con plazo fatal para septiembre de 2027, el municipio deberá cancelar los US$155.657.000 con intereses posteriores a la primera restructuración.
En 2025 empiezan a correr los vencimientos del Bono de Deuda 2021 para obras de infraestructura, precisamente, las que pavimentaron la base de gestión que catapultó a Llaryora al gobierno de la provincia y a Passerini al de la ciudad. Actualizado al valor la UVA del día, se trata de casi 11 mil millones de pesos ($10.909.861.417) que tampoco comprende los intereses generados a la fecha.
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Ese mismo año, el 27 de octubre, vence otro título de deuda 2022 Serie I, conocido como el bono verde, por $2.000 millones. Al año siguiente, el municipio debe cancelar otro bono de infraestructura que se tomó por $846 millones más.
En la administración cordobesa explican que el Programa de Letras del Tesoro permite fortalecer los niveles de liquidez del municipio en el corto plazo con un bajo costo de financiamiento. La última colocación fue por $ 5.000 millones en septiembre.
La inflación movió las previsiones originales en materia financiera, tal como figuran en el último balance general del municipio de 2022. En ese informe, la deuda total financiera parte de una base de capital -sin actualizar- de $31.509.708.199. Con la corrida, el Banco Central acaba de subir la tasa de interés. Cabe aclarar que el resto del pasivo se actualiza con Badlar.
En este contexto, la apuesta a los sectores productivos y la revisión de los pilares del esquema tributario de la provincia y la municipalidad son los ejes de cambio que se vienen.