Por el Senado sólo fue el bloque libertario, PRO (Alfredo De Ángeli, Carmen Álvarez Rivero y Andrea Cristina) y la dupla misionera que conforman Calos Arce y Sonia Rojas Decut. Se ubicaron frente al atril, donde suelen estar los taquígrafos. Victoria Villarruel se acercó a saludarlos. Casi al inicio de la presentación, asistió el catamarqueño Guillermo Andrada, cercano al gobernador Raúl Jalil.
La exigua presencia legislativa hizo que más de la mitad de las bancas estuvieran vacías (sólo se ocuparon 121 de las 257) y pudieron circular fotógrafos y camarógrafos oficiales, como el cineasta libertario Santiago Oría, quien se paseó por el hemiciclo con su cámara en alto.
El presupuesto de Javier Milei
Por Diputados, a La Libertad Avanza y el PRO (que tuvo presencia casi completa) se sumó la mitad del bloque radical, con referentes de todas las vertientes. Estuvieron las autoridades (Rodrigo De Loredo y Karina Banfi), Lisandro Nieri y Pamela Verasay (Mendoza), el sector de Evolución (Danya Tavella y Mariela Coletta) y cuatro de los cinco radicales violetas: Pablo Cervi, Martín Arjol, Luis Picat y Mariano Campero.
Los últimos cuatro se sentaron juntos y aplaudieron a Milei, sin hacer ruido para evitar resquemores de sus correligionarios. Campero golpeó sus manos casi los 40 minutos que duró el discurso. El único tema que unió a todo el radicalismo en una ovación fue la mención a la boleta única.
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También hubo presencia reducida de los bloques de Diputados Encuentro Federal (Florencio Randazo, Oscar Carreño y Miguel Pichetto) y la Coalición Cívica (Paula Oliveto Lago, Maximiliano Ferraro y Juan López). Agustín Domingo (Río Negro) y Carlos Fernández (Misiones) fueron los únicos diputados de un partido provincial que fue a escuchar al Presidente, quien sin diferencia de colores políticos solicitó un ajuste feroz en la provincias, que calculó en 60 mil millones de dólares.
En el PRO, el bullricismo fue el más ruidoso, con Patricia Vázquez y Damián Arabia como exponentes. Cristian Ritondo y Diego Santilli también chocaron sus palmas por el Presidente, aunque con cierta timidez. La mayor ovación llegó desde las gradas, cubiertas por completo como en los tiempos del kirchnerismo.
Desde la bandeja superior, un grupo identificado como militantes de la diputada libertaria Romina Diez -tuvieron cánticos alusivos a la santafesina-, fue el que marcó el ritmo de las ovaciones durante las palabras del jefe de Estado. Entre los diputados, Bertie Benegas Lynch fue el más eufórico, sobre todo cuando Milei hablaba mal de las leyes.
El resto de los palcos los coparon invitados especiales y algunos funcionarios, como el secretario de Trabajo, Julio Cordero; el de Educación, Carlos Torrendell; el de Culto, Nahuel Sotello, quien se ubicó junto al diputado provincial, Agustín Romo. El único intendente fue del PRO: Diego Valenzuela (Tres de Febrero)
Con Yuyito y sin Caputo
El palco central, en la primera bandeja, fue reservado para los progenitores de Milei, Norberto Horacio Milei y Alicia Luján Lucich. Más tarde llegó la novia presidencial, Yuyito González.
Los Milei y Yuyito en el Congreso - Presupuesto
La madre y el padre de Milei, comparten palco con la primera dama Yuyito González.
El resto de los funcionarios tuvo lugar en los palcos centrales del recinto, ubicados al lado del estrado. Los miembros de Gabinete se acomodaron a la derecha, donde suelen hacerlo durante las aperturas de sesiones especiales. Luis Petri (Defensa) fue el primero en llegar y le siguieron Patricia Bullrich (Seguridad) y Mariano Cúneo Liberona (Justicia).
El jefe de Gabinete, Guillermo Francos, llegó al final, minutos antes que Karina Milei, quien arribó segundos antes que el Presidente, quien ingresó por la puerta lateral y saludó a quien le estrechó la mano en el camino. Uno fue el diputado Beltrán Benedit, organizador de la visita a represores en la cárcel de Ezeiza. El otro palco inferior, que habitualmente ocupan gobernadores durante la apertura de sesiones ordinarias, se ubicó el equipo económico, donde competían por una selfie mejor.
El ministro de Economía, Luis Caputo; y el secretario de Hacienda, Carlos Guberman, tuvieron un lugar en el estrado, junto a Martín Menem, Villarruel y los presidentes de las comisiones de Presupuesto: el diputado José Luis Espert y el senador Ezequiel Atauche.
Toto Caputo Javier Milei Presupuesto
Javier Milei saluda a Toto Caputo al presentar el Presupuesto 2025
NA
La ausencia más destacada fue la de Santiago Caputo, asesor estrella del gobierno, quien el 1 de marzo tuvo reservado un lugar en el palco superior, junto al secretario José Rolandi. Esta vez no se lo vio por el Congreso, una prueba más de su mal momento en el Gabinete. Otra ausencia fue la de la ministra de Capital Humano, Sandra Pettovello, de viaje a Roma. Es quien tiene que ejecutar la mayor parte del Presupuesto.
Un dato de color fue que el secretario de Turismo, Daniel Scioli, y su hermano Nicolás, siguieron el discurso desde el palco trasero, que por primera vez no fue reservado para la prensa. También se acomodó en esa zona el ministro de Seguridad de la Ciudad, Waldo Wolff.
Polarizar con los K, la norma
Como nunca antes, Milei eligió al kirchnerismo como su rival en esta etapa del Gobierno. Parece haberse apropiado del resto de las fuerzas políticas que, al menos en parte, le ayudaron a sancionar leyes. Su blanco, de ahora en más, será Cristina, quien salió al ruedo para cuestionar su gestión. "La inflación es en todo lugar un fenómeno monetario", insistió el Presidente, en alusión a la exjefa de Estado.
Antes de anunciar su ecuación de déficit cero, el Presidente giró la cabeza hacia al grupo de UP y los acusó de no saber sumar. Martínez recién le respondió cuando empezó a desglosar su fórmula. "Hablá sin leer", lo desafió el santafesino. "Mirá, que yo lea o no, vos seguís sumando con dificultades", le respondió Milei.
El otro cruce con UP fue cuando el diputado Eduardo Valdés le reprochó haber vetado la reforma previsional. El Presidente se salió de libreto para exigir disciplina fiscal. La otra alusión al kirchnerismo fue con su segunda cita a Cicerón, en este caso con la frase "Cuando más se acerca el colapso de un imperio, más estúpidas son las leyes. Y vaya que ha hecho cosas estúpidas el kirchnerismo", remató.
El debate seguirá este lunes y Martínez ya anticipó la primera discusión: al salir del recinto, dijo que los gobernadores no aceptan que se arriesgue el piso de coparticipación federal que reciben las provincias. "Ni (Fernando) De la Rúa se animó a tanto", dijo el jefe de UP. Es la pelea que empieza.