Con un llamado a la unidad, Ricardo Quintela ratificó que no se baja y que disputará la conducción del PJ con Cristina Fernández de Kirchner. Lo hizo en Córdoba, la cuna del antikichnerismo que eligió para su primera salida de campaña .
El riojano pidió competencia sana en su primera gira. Bajo perfil, escudería reducida y discurso conciliador. El sorpresivo apoyo del megaempresario local.
Con un llamado a la unidad, Ricardo Quintela ratificó que no se baja y que disputará la conducción del PJ con Cristina Fernández de Kirchner. Lo hizo en Córdoba, la cuna del antikichnerismo que eligió para su primera salida de campaña .
No resulta disparatado que la primera estrategia del riojano haya sido ponderar el “modelo Córdoba” de Juan Schiaretti y Martín Llaryora como la antítesis de ese peronismo liderado por CFK, su rival en la interna justicialista. Quizás este fue el elemento más picante de su mensaje, que por lejos está de ser una estrategia agresiva del retador. Nadie ignora que el cordobesismo surgió hace casi dos décadas como método de diferenciación política con el poder central en el marco de una pelea por fondos.
Sin embargo, el foco de la primera gira nacional del “Gitano” no estuvo puesto en Schiaretti y Llaryora, que ya dejaron bien claro que no forman parte de “un peronismo cooptado por los K”. La incursión fue exploratoria: del interior emana la fortaleza de la propuesta de su lista bautizada Federales, pero también algunas dificultades. Quizás por eso, más que un grito de guerra, su mensaje fue de conciliación y de unidad.
“Competencia sana” y “unidad peronista para restablecer derechos” son los dos conceptos clave de sus dos días de estadía en Córdoba.
En la comitiva quintelista asumen los problemas administrativos para la realización de la interna. “Si la interna no se hace es un problema administrativo, pero nosotros no podemos permitir que en el interior haya una urna cada 150 kilómetros”, aseguraron a Letra P. Este es un factor que invita a no romper lanzas, pero no significa una capitulación.
“Quintela no se baja. El diálogo no es el estilo de CFK. Si llegamos a esto es porque no hay conducción en el peronismo”, ratificaron, pese a que los teléfonos ardían para conocer detalles del encuentro no planificado entre la candidata del PJ y Axel Kicillof en el acto por los 47° años de Abuelas de Plaza de Mayo.
Sin criticar a la expresidenta abiertamente, Quintela pidió reivindicar al peronismo como fuerza de transformación social. Lo hizo en el marco de un acto organizado por Carlos Caserio, el excordobesista que encabeza la nómina de postulantes titulares al Consejo partidario, y la extitular de PAMI Córdoba Olga Riutort, en la fábrica Tazyc, ubicada sobre la autopista Córdoba-Rosario.
Con dardos al modelo libertario y sin críticas directas a su rival, Quintela cumplió con la primera salida de campaña en un escenario complejo. El peronismo cordobesista avisó que no tiene nada que ver con la interna del PJ, pero a diferencia de lo que pasó con la campaña presidencial, donde algunos apoyos a Sergio Massa salieron a la luz, la dirigencia local ahora se muestra cerrada. Admite que no jugará abiertamente ni por lo bajo, según pudo constatar Letra P con diversas fuentes. En otras palabras, el gobernador de La Rioja no sabe con cuánto cuenta de ese padrón de casi 190 mil personas afiliadas en la provincia.
Entre los argumentos de quiienes todavía creen en el peronismo como columna vertebral de cualquier alquimia política sobresale el llamado de atención: todavía no se sabe si hay interna. ¿Por qué quemarse? Quintela tampoco lo hizo, como reflejó su discurso conciliador.
Pese al bajo perfil de Quintela y del cordobesismo que no objetó la incursión en el territorio amparado en el respeto “de quienes piensan distinto”, la oportunidad sirvió para mostrar a la escudería quintelista.
Como se dijo, aquí los anfitriones fueron Caserio y Riutort, quienes lograron componer relaciones con Llaryora y a lo largo de su carrera política mostraron diferencias abiertas con CFK.
Quintela llegó a la madrugada del miércoles, en auto, acompañado por su equipo de comunicación y el senador Fernando Rejal. Lo escoltaron durante toda la gira hombres y mujeres que integran su lista: la intendenta de Barranqueras (Chaco), Magda Ayala, y tres de sus candidatos a consejeros del PJ, el correntino Sebastián Olivera y los cordobeses Richard Ordóñez y Eduardo di Cola. También fue de la partida la exconcejala de Deán Funes, Natalia Lorena Prado.
El dato más llamativo de la visita mediterránea vino de la mano del megaempresario Euclides Bugliotti. El dueño del Grupo Dinosaurio envió el primer gesto cuando anunció con una potente campaña publicitaria que comenzaría a recibir en sus supermercados, hoteles y otras unidades de negocio los Chachos, la cuasimoneda riojana. Antes, se había subido al dólar Diarco. Hay gustos para todos en la Córdoba libertaria.
Bugliotti juega en política. Apoyó la campaña municipal de Olga Riutort y en la previa de las PASO de 2023 se mostró con Horacio Rodríguez Larreta. El hombre del Círculo Rojo local -que se autodefine como peronista- invitó a Quintela a instalarse en su hotel Orfeo Suites.
Semejante convite no podía ser rechazado. La comitiva canceló rápidamente la reserva en el ex Hotel Internacional ubicado cerca de la icónica Plaza San Martín en el centro de la capital. Al hospedaje siguió la invitación a una cena de camaradería.
Por la noche del miércoles, Quintela cenó con Bugliotti y su equipo empresarial. Las conversaciones se mantuvieron en estricta reserva, aunque los alfiles del gobernador confiaron que el apoyo es absoluto.
La misma situación se vivirá este jueves cuando el Gitano se reúna con Juan Blangino, fundador de la mosaiquera de Montecristo. El empresario apoyó abiertamente a Massa en el ballotage.
Se recordará que el acto de cierre de campaña presidencial en Córdoba terminó con el entonces ministro-candidato en el escenario fundido en un abrazo con el ejecutivo de 84 años de edad y que desprecia la política libertaria de Javier Milei.
"Es un peronista paladar negro y también empezará a recibir los Chachos", fue la definición de un quintelista y será el remate de la primera gira de campaña del retador riojano.