En medio de la tormenta que ensombreció de golpe la relación entre ambos, Cristina Fernández de Kirchner y Axel Kicillof se reencontraron este miércoles. Fue en el Teatro Argentino de La Plata, adonde llegaron convocados por una agenda con la que los dos están comprometidos y ninguno quiere perderse, la de los derechos humanos. Hubo saludo protocolar, gestos de distanciamiento y chispazos de tropas en la puerta y adentro del coliseo. Fue un reencuentro gélido entre las dos figuras centrales de un peronismo preso de sus propios demonios.
Una vez más, Estela de Carlotto hizo de Celestina, pero la tensión sobrevoló todo el acto homenaje por el 47 aniversario de las Abuelas de Plaza de Mayo. En julio de 2022 había hecho lo mismo con CFK y Alberto Fernández.
La Abuela les pidió a la expresidenta y al gobernador que estuvieran presentes. Lo hizo con apenas 24 horas de anticipación al evento, cuando la llamaron para saludarla por su cumpleaños. No pudieron negarse. Arriba del escenario, sobre el final de acto que tuvo conciertos de artistas, monólogos, videos y diferentes presentaciones, Carlotto dio el ejemplo al pedir unidad por la patria y “dejar de lado las diferencias”.
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La expresidenta y el gobernador entraron juntos al Teatro Argentino. Los esperaba una sala desbordada y una ovación por lado. Ambos se sentaron en primera fila, separados por Carlotto. El aire se cortaba con cuchillo. Jamás se miraron a la cara ni hubo diálogo entre ambos. Minutos antes, tuvieron una saludo protocolar en un encuentro mínimo del que también participó la vicegobernadora Verónica Magario, según relató a Letra P un testigo.
A los costados miraba la situación gran parte del gabinete bonaerense. Entre otros, estuvieron Carlos Bianco (Gobierno), Gabriel Katopodis (Infraestructura), Walter Correa (Trabajo), Cristina Alvarez Rodríguez (Jefa de Asesores) y Andrés Larroque (Desarrollo de la Comunidad). También participaron los intendentes Mario Secco (Ensenada), Julio Alak (La Plata), Fabián Cagliardi (Berisso), Mayra Mendoza (Quilmes) y Andrés Watson.
CFK vs. Axel Kicillof en los cánticos
Lo sucedido en la previa fue insólito para el marco de la situación, un homenaje a las Abuelas de Plaza de Mayo. El Teatro Argentino se transformó en una cancha con hinchadas compitiendo por ver quién cantaba más fuerte su canción.
En La Plata dijeron luego a este medio que había habido un acuerdo para que eso no sucediera, pero que fue roto por la tropa kirchnerista.
Cristina Fernández de Kirchner y Axel Kicillof en La Plata
Cristina Fernández de Kirchner y Axel Kicillof en La Plata
Cuando un grupo de La Cámpora permanecía en la entrada al teatro, la tropa de Larroque intentó entrar. Hubo empujones y les cerraron la puerta en la cara. Tuvieron que mediar otros actores para que la situación no se desmadrara.
Cuando ingresaron CFK y Kicillof a la sala central, el primer cántico que se escuchó fue el de “presidenta, Cristina, presidenta”. Le respondieron quienes alientan al gobernador bonaerense: “Axel querido, el pueblo está contigo”.
Pero cuando parecía que el show de las tropas terminaba para dar comienzo al acto, volvió a subir el clamor por Cristina, tapando el cántico por Axel. Esta vez fue más directo: “Cuánto les falta para entender que ‘no fue magia’; nos conduce una mujer”, lanzó la tropa cristinista.
Un grupo de personas cortó la guerra de cánticos y empezó a entonar “madres de la plaza, el pueblo las abraza”. La expresidenta se paró, miró al público e incentivó ese cántico. El gobernador hizo lo mismo.
El mensaje de Estela de Carlotto
Quienes condujeron el evento fueron los primeros en llevar el mensaje de unidad. “Cuando estamos juntos nada es imposible, como nos enseñaron las Abuelas de Plaza de Mayo. Esta es la forma de fortalecernos y romper con los discursos de odio y contra los que quieren romper todo, vamos a sentar las bases desde acá”, dijeron.
Pero el mensaje más contundente llegó de boca de la propia Estela de Carlotto. Dijo: “Tenemos a dos personajes maravillosos, Cristina y él, el gobernador. Eso demuestra que la patria es de todos y tenemos que defenderla, sin diferencias. Nacimos acá, tenemos que vivir acá y depende de nosotros. No esperen de otros. Pensamos distinto, no importa. Para lo que pensemos igual, darnos las manos. Y después seguir cada uno su camino”.
Más: “Aunque tengamos diferencias políticas, somos argentinos. Tener hoy acá el honor de Cristina, el honor del gobernador y el honor de todos ustedes demuestra que nada está perdido”.