LEY ÓMNIBUS Y PACTO FISCAL

La bala de plata de Javier Milei: ignorar cambios del Senado y ratificar los proyectos originales en Diputados

Se resignó a que la cámara alta reescriba los textos. Quiere la aprobación antes del 25M. Después, pleno a la versión libertaria. El problema de los dos tercios.

Luego del fracaso de este jueves en el Congreso, donde el oficialismo no logró dictámenes de la denominada ley ómnibus y el pacto fiscal, el presidente Javier Milei se resigna a que la cámara alta reescriba parte de los textos y aspira a tenerlos aprobados antes de la firma del Pacto del 25 de Mayo. No importa que sea con cambios. El Presidente se guarda una bala de plata: que Diputados ignore las correcciones que haga el Senado y ratifique las versiones originales.

“No puede ser que no colaboren para sumar tres firmas”, planteó ante Letra P uno de los líderes del bloque libertario, que este jueves jugó casi a ciegas para saber cuántas adhesiones tenía. La vicepresidenta Victoria Villarruel no se involucró en la negociación y siguió la caída desde su despacho.

El ministro del Interior, Guillermo Francos, lideró la embestida del Gobierno para dictaminar como fuera esta semana, pero sin las firmas no hubo forma de avanzar. “Se intentó despachar y discutir modificaciones en el recinto. No se pudo y ahora habrá que acordar durante las comisiones”, se resignaban. La idea no era evitar cambios sino definirlos antes de la votación, para que fueran los menos posible.

Otros sectores de Balcarce 50 preferían estirar la negociación sin exhibir la debilidad que quedó manifiesta en el Salón Azul del Senado, con sillas vacías y sin dictámenes.

Todo por Diputados

La foto de Karina con los bloques PRO y LLA de Diputados, simultánea al momento en que se levantaban las comisiones del Senado, esconde la apuesta de Milei: que la cámara baja ignore las modificaciones del Senado y ratifique las versiones originales de los proyectos.

Es una de las opciones que la Constitución le asigna a una cámara de origen: o aprueba los cambios que llegan de la revisora o sanciona el texto original. Por eso no es habitual que los proyectos se corrijan y se reenvíen de un recinto a otro.

El único problema para el Gobierno sería que algún capítulo sea rechazado por dos tercios, pues en ese caso necesitaría esa misma mayoría en Diputados para insistir con la versión original. Es un escenario difícil.

De todos modos, hay tramos de los proyectos que se aprobaron con lo justo en la cámara baja y serán difíciles de sostener. Uno es la eliminación de la moratoria previsional, que salió con 125 votos, cuatro menos que la mayoría. Si ese apartado se rechazara en el Senado, corre el riesgo de caer definitivamente.

El kirchnerismo, mientras tanto, confía en sumar cuatro votos en el Senado para llegar a los 37 necesarios para las iniciativas. Debería capturarlos entre los rebeldes que se niegan a firmar los dictámenes. Lo intentarán.

Ley ómnibus, sin negociar

Como explicó Letra P, sin chances de dictaminar la ley ómnibus XS, la apuesta de LLA fue lograr un despacho de la reforma fiscal con la ausencia de Unión por la Patria (UP). Hubiera sido la foto para salvar el día.

No fue posible porque además de Martín Lousteau tampoco quisieron firmar Pablo Blanco (UCR) y Guadalupe Tagliaferri (PRO). La posibilidad de que este proyecto sea sancionado tal como salió de Diputados es nula, porque, de mínima, los patagónicos retocarán la reversión de Ganancias.

En la ley ómnibus XS, el dictamen está todavía más lejos, por la resistencia a suscribir de Edgardo Kueider (Unidad Federal) y José María Carambia (Santa Cruz), quienes, por separado, presentaron una lista de reclamos, que van desde el pago de Cammesa a la represa de Salto Grande a la revisión de las regalías en el Registro de Inventivos a las Grandes Inversiones (RIGI).

Sin capturar ninguna voluntad de Unión por la Patria, el Gobierno no puede perder más de dos aliados del resto del recinto para sostener los 37 votos necesarios para la mayoría. La lista de rebeldes es más larga. “Escuchamos las sesiones y cada uno venía con un pedido nuevo. Así es imposible”, se resignó una fuente de la Casa Rosada ante Letra P.

La falta de diálogo entre el Congreso y la Casa Rosada es cuanto menos llamativa. En el bloque LLA del Senado desconocen que haya gestiones con los díscolos, sobre todo con quienes no tienen gobernadores, como Tagliaferri, Kueider y Espínola. Son los decisivos. El martes Lule Menem estuvo en el Senado y coordinó las gestiones con la UCR, que no alcanzaron para lograr las firmas de Lousteau y Blanco.

Toto Caputo se reunió con el gobernador Raúl Jalil (Catamarca) con la esperanza de conseguir el voto de Guillermo Andrada, de UP. De nada sirve si no hay dictámenes.

Tras el fracaso de las comisiones, este jueves hubo reuniones en la cámara alta para ratificar que se vuelven a reunir el lunes. Algunos referentes creen que si no avanzan las negociaciones por los proyectos, el jefe de Gabinete, Nicolás Posse, brindará su primer exposición en el Congreso el martes y no el miércoles, cuando deberían realizarse los últimos plenarios para dictaminar.

Los tiempos urgen: el reglamento del Senado obliga a esperar siete días entre dictamen y sesión. Por lo tanto, para llegar al Pacto de Mayo con el terreno allanado, ambos proyectos deben ser despachados la semana que viene.

Javier Milei.
Eduardo Rodriguez Cirillo y el senador Bartolomé Abdala, durante el debate de la ley ómnibus del Gobierno.

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