TODOS CONTRA TODOS

La agonía del Frente de Todos

Fernández y el fin del kirchnerismo. ¿Lo dijo o no lo dijo? La reacción de Larroque y el regreso de la hipótesis de una ruptura.

Tánatos era la representación de la muerte tranquila en la mitología griega y, si se dejaran de lado los chispazos de cada día, cabría preguntarse si el Frente de Todos no se siente atraído por darse un final de ese tipo. Uno que, en algún momento, podría llegar en la forma de un portazo sonoro y de un trauma de alto impacto –los finales, a fin de cuentas, son finales–, pero que habría pavimentado su camino con una paciencia de orfebre. Casi con resignada parsimonia.

Para el freudismo, tánatos es la pulsión de muerte o la muerte hecha deseo. Mucho de eso parece haber en el panperonismo.

"Viendo los movimientos eclécticos y confusos que viene dando, a mí me quedan dudas de que el Presidente tenga la intención de que el peronismo gane" las elecciones, dijo, en su última balacera, Andrés Larroque, el vocero más despiadado del cristinismo sobre Alberto Fernández. "Si no, no se comprende lo que está haciendo, máxime cuando hay unas declaraciones, que nadie desmintió, en las que el Presidente dice que él puede terminar con 20 años de kirchnerismo. Esa es la consigna del macrismo, de la Argentina de los grupos de poder, es una premisa del poder concentrado terminar con el kirchnerismo. Yo espero que eso sea desmentido o sea aclarado, pero de no serlo es de extrema gravedad", explicó el Cuervo su nuevo brote de ira.

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La referencia de Larroque fue a una publicación de El Destape en la que se transcribe lo que parecen dichos off the record del jefe de Estado, que de ser ciertos le quitarían toda base a la unidad del panperonismo. En la misma se lee:

"Vamos a una PASO, por ejemplo, con (Jorge) Coqui Capitanich. Si él le gana al Presidente, sale tan fortalecido que es un gran candidato para llegar a la presidencia. Si yo le gano, como Coqui será el candidato de Cristina, seré el que terminé con 20 años de kirchnerismo y puedo ganar las elecciones. Lo mismo si les gana (Daniel) Scioli u otro candidato del espacio. Esa debe ser la estrategia. Es buena para ambos".

Del texto no surge claramente si el emisor pretende presentar la liquidación de "20 años de kirchnerismo" como una suerte de impostura de cara a un sector de la sociedad cansado de ese grupo político –"es bueno para ambos", señala– o si, en cambio, se trata de un objetivo propio. Como sea, no sorprende que esos dichos resulten indigeribles para la facción aludida, más cuando su achicamiento no es una mera hipótesis si el nombre de Cristina Fernández de Kirchner efectivamente no aparece este año en ninguna boleta electoral. Todo eso en caso de que, efectivamente, esas sean palabras de Alberto Fernández, claro.

Las desmentidas de la Casa Rosada tuvieron también forma de off the record y la cuenta de Twitter de la vocera Gabriela Cerruti discurrió en las últimas horas tratando temas más obvios, sin hacer mención a la frase del escándalo.

¿Ese razonamiento transcripto por el sitio del periodista Roberto Navarro –que permanece publicado– sería algo que podría haber salido de la boca del primer mandatario o que expresa su interés en la actual coyuntura?

Si así fuera, el hombre que hace algo más de dos años, tras la aprobación de la legalización del aborto, se declaró –con una moral a toda prueba– “muy feliz de estar poniéndole fin al patriarcado", una forma de organización social milenaria, ahora iría por un objetivo más modesto: ponerle fin a dos décadas de kirchnerismo. Se hace lo que se puede.

CFK, otra vez

Como anticipó la semana pasada Letra P, la vice confirmó que este viernes, un día después de que se conozcan los fundamentos de la condena que se le impuso en la "causa Vialidad", reaparecerá en la Universidad de Río Negro, donde disertará sobre "¿Hegemonía o consenso? Ruptura del pacto democrático en una economía bimonetaria: inflación y FMI, crisis de deuda y fragmentación política". Si el clivaje para gobernar la Argentina que viene es "hegemonía o consenso", bien podría leerse "cristinismo o albertismo" y si de precios y del Fondo se trata, también el antagonista interno está claro. Lo de la “fragmentación política” acaso evoque los tanáticos peligros de la hora, al menos para el peronismo.

https://twitter.com/larroqueandres/status/1633074526509473792

La alternativa a la fragmentación del panperonismo sería el hallazgo de una candidatura de consenso. El supuesto Alberto Fernández del artículo de El Destape señala también que "ojalá Sergio (Massa) la rompa y baje la inflación y vamos todos con él. Pero está complicado. Hasta ahora la inflación no cede. Encima de la pandemia y la guerra, se sumó la sequía". ¿Será que hay que pensar entonces seriamente en un escenario de disputa interna –PASO mediante– que diluiría el caudal electoral y el precio de un cristinismo sin Cristina?

Si, más allá de operativos clamor, CFK no habrá de competir porque, como dijo tras la sentencia, no quiere ser un lastre para el Frente de Todos y si Fernández se empecina en desafiar la proscripción que le quiere imponer el cristinismo y dar pelea en las PASO, la hipótesis de la ruptura regresa.

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