A 24 horas de la sesión en la que se tratará el veto de Javier Milei a la nueva ley jubilatoria, el Gobierno prepara un mega operativo de seguridad para desplegar en las inmediaciones del Congreso. La ministra Patricia Bullrich augura una marcha multitudinaria, en la que no descarta que se produzcan "actos de violencia".
A diferencia de lo que sucedió la semana pasada, cuando protestaron jubilados y jubiladas para defender la reforma previsional aprobada por el Congreso y fueron reprimidos por los efectivos de seguridad, la administración libertaria espera que en esta oportunidad la movilización sea "netamente de carácter político" y encabezada por algunos de los principales líderes de la oposición. De hecho, se espera no sólo la presencia de referentes sindicales, sino también de mandatarios como Axel Kicillof.
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La represión de la semana pasada en la marcha por las jubilaciones.
A mediados de diciembre, ante una de las primeras movilizaciones contra la Casa Rosada, la cartera de Seguridad desplegó unos 1.500 efectivos de la Policía Federal, Gendarmería, Prefectura y otras fuerzas que dependen de la administración nacional, que se sumaron a otros 1.500 efectivos que también aportaron desde el gobierno de la Ciudad de Buenos Aires. Se motorizó a un mínimo de 3.000 agentes, un número prácticamente inédito en aquella oportunidad, al menos si se tiene en cuenta que la convocatoria había sido reducida.
Una marcha más contundente
Teniendo en cuenta que ahora esperan una movilización mucho más contundente contra el veto presidencial a la nueva ley de movilidad jubilatoria, se estima que la presencia de los efectivos también se duplicará. "Por lo obtuvimos de fuentes abiertas, esperamos muchas más personas que las que creíamos en un inicio, y muchas de ellas dispuestas a pudrir por completo la sesión", comentó a Letra P una fuente de diálogo directo con la mesa chica presidencial.
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Si bien fuentes del Ministerio de Seguridad decidieron mantener en reserva la cantidad de efectivos que desplegarán, al igual que los posibles puntos de conflictos que tienen en estudio, aseguraron que "las fuerzas federales actuarán donde sea necesario para hacer cumplir el protocolo antipiquetes y respetar la ley, custodiando los lugares federales, y prohibiendo que se corten las calles". "Donde actuaremos va a depender de dónde se produzcan conflictos, si es que se producen", ampliaron.
La advertencia de Adorni
El vocero presidencial Manuel Adorni reconoció este martes en su habitual conferencia que manejaban información sobre posibles planes para desplegar actos de violencia durante la sesión y que por eso iban a desplegar "un operativo de seguridad especial". "A partir de fuentes abiertas suponemos que están planificando actos de violencia. Atacar el Congreso es atacar la democracia, eso no se va a permitir”, expresó el funcionario.
"Se va a cumplir el protocolo de órden publico, el conocido comp 'antipiquetes' y apelamos a la responsabilidad de todos los sectores para que mañana esto no ocurra”, sostuvo Adorni, aunque evitó dar precisiones sobre a qué sectores hacía referencia
Entre los principales referentes de la convocatoria se encuentran Eduardo Belliboni, el líder del Polo Obrero y referente de la Unidad Piquetera; Hugo Godoy, secretario general de la CTA Autónoma, y Hugo Yasky, secretario general de la Central de Trabajadores de la Argentina, y Pablo Moyano, el líder de Camioneros.
Si bien adhirieron otras vertientes políticas y sindicales como la UTEP, la CCC y el Movimiento Evita, en el oficialismo pondrán especial atención a los movimientos que haga Moyano, uno de los principales detractores de las políticas de Milei y la implementación del protocolo de Bullrich.