El intendente de Santa Fe, Juan Pablo Poletti, le abrió la puerta al debate por las aplicaciones de transporte en la ciudad y puso a cocinar a fuego lento un mensaje para enviar al Concejo Municipal. Mientras decenas de coches de Uber recorren las calles, se avizora un debate áspero. Taxistas y remiseros, entre el enojo y la resignación.
Letra P confirmó que el Ejecutivo diagrama con precisión de cirujano un mensaje para regular parte del sistema de transporte. Ya hubo charlas informales con la presidencia y bloques del Concejo, con los sindicatos y cámaras de taxis y remises. La idea es tender algún puente también con las aplicaciones de viaje.
El gobierno municipal se muestra hermético a la hora de informar hacia qué modelo de prestación y complementación de servicios marcha la ciudad. Las fuentes consultadas sostienen que esas definiciones se tomarán en las próximas semanas a partir de las consultas con los diferentes sectores.
Hay un reconocimiento interno de que, a pesar de que el servicio es ilegal, el Estado no cuenta con la capacidad de control necesaria y las aplicaciones han ganado mercado en los últimos años.
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Concejo Municipal de la ciudad de Santa Fe.
“Lo ilegal no debe funcionar pero tampoco podemos esconder la cabeza como el avestruz abajo de la tierra pensando que no existe”, dijo el mandatario santafesino como premisa para encarar la discusión. En la capital provincial además de Uber funciona sin habilitación aunque en menor escala Maxim, y hay taxistas o remiseros que toman viajes de esas aplicaciones con los autos oficiales de taxis o remises.
Todavía no está claro qué buscará el Ejecutivo con el proyecto, todo apunta a que se inclina por regular el servicio, pero en esa cruzada también quiere resguardar la relación con los sindicatos y las empresas de taxis y remises. “La idea es, si se puede regular, ir por la regularización, pero donde taxistas y remiseros también estén en la mesa de discusión para escucharlos y ver con ellos cómo podemos trabajar para que todo sea transparente y todos tengan la misma regulación".
La postura de taxistas y remiseros
Los sindicatos y cámaras empresariales notan el avance y el crecimiento del uso de las aplicaciones que brindan el servicio de transporte. Ponen el grito en el cielo, aunque reconocen que la prohibición no es efectiva y que ante la falta de control tienen que buscar alternativas.
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Taxis en la ciudad de Santa Fe.
Piden “regulación” e “igualdad de condiciones” entre todos las partes. Se quejan de que la presión impositiva y las cargas sociales para las aplicaciones y el servicio tradicional son distintas y eso impacta en la tarifa. Eso será un punto de debate caliente. “Estamos dialogando para ver cómo hacer que sea una competencia leal y no desleal", dijo Poletti la semana pasada cuando se le consultó sobre este tema.
¿Efecto contagio de Paraná y Rosario?
La presión de multinacionales como Uber y otras aplicaciones para meterse en el mercado de pasajeros de los centros urbanos viene de hace varios años y hora pareciera haber cambios de enfoque.
La semana pasada el Concejo Deliberante de Paraná sancionó un marco regulatorio para la prestación de servicios privados de transporte de pasajeros mediante el uso de plataformas digitales. Habilita el uso de Uber y otras aplicaciones y plantea requisitos para los conductores o conductoras, como ser el propietario del vehículo, tener domicilio real en la capital entrerriana, entre otros puntos.
A su vez, Rosario marcha hacia una reconversión del servicio de taxis y remises, con una desregulación controlada que permitirá la competencia de aplicaciones y que éstos capturen viajes de esas plataforma. Tal como contó Letra P, el intendente Pablo Javkin anunció el envío al Concejo Municipal de una ordenanza que intenta moderar los efectos de lo que choferes y gremios del sector señalaban como una competencia desleal por parte de Uber.