Sentado en la serenidad de saberse el único aspirante PRO a la Jefatura de Gobierno de la Ciudad, Jorge Macri se declara prescindente en la interna entre entre Diego Santilli y Néstor Grindetti en la provincia de Buenos Aires y pone en valor la estructura política que tiene al otro lado de la General Paz. Orejea el mazo y muestra qué tiene en cada región bonaerense. Así, sin un acuerdo cerrado con ninguno de los precandidatos a la gobernación, repartirá respaldos según le convenga en la búsqueda de sostener cuatro intendencias, seis bancas en la Legislatura y decenas de escaños en concejos deliberantes.
Si bien el ministro de Gobienro porteño avisó que será equilibrado en su respaldo a las campañas presidenciales de Horacio Rodríguez Larerta y Patricia Bullrich, su tropa se alineará de acuerdo a la conveniencia del territorio. La excepción a éste última regla bonaerense será Soledad Martínez, la jefa comunal de Vicente López y quien tiene a cargo buena parte del armado en la Primera sección. Es que llevará a ambos precandidatos presidenciales y también ambos precandidatos a la gobernación, con quienes busca un acuerdo de ecuanimidad en la región que controla.
Distintos es Pablo Petrecca, intendente de Junín desde 2015, quien, si bien se siente más cómodo con el sector moderado del PRO y la imagen de El Colorado, los números en alza del team halcón en el interior lo obligan a pararse más cerca de Bullrich. Quizá por eso, en esta misma sección electoral, la Cuarta, ubicada en el nooroeste, Mariano Barroso, jefe comunal de 9 de Julio, avisó que si no hay oposición de su jefe político jugará cien por ciento alineado al bullrichsismo.
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Javier Martínez, en Pergamino, responde de manera directa al operador judicial Daniel Angelici, pero por un acuerdo político entre éste y Macri, sus pasos dentro de la campaña también son consultados con el hombre que salió de Vicente López. Los números de las encuestas que mandó a hacer y que le dan algo arriba a Larreta lo muestran más cómodo dentro de las mismas oficinas de Salguero. Quizá por eso también movió entusiasmado esas encuestas entre algunos dirigentes que responden a Santilli.
Además de estas intendencias, Macri tiene seis bancas en la Legislatura, cuatro de las cuales pondrá en juego este año. En la Cámara alta está Christian Gribaudo, que también está en su estructura por acuerdo con Angelici, pese a que le aporta poco y nada en armado y trabajo legislativo; y Yamila Alonso, que ingresó por pedido de Petrecca en representación de la Cuarta. Ambos tienen mandato hasta 2025.
Distinta es la Cámara de Diputados, en la que está casi todo en juego. Son los sillones que ocupan Mauricio Vivani, un fiel exponente del jorgemacrismo y de buenos vínculos con numerosos sectores; Verónica Barbieri, una diputada de bajo perfil político; y otros dos integrantes del angelicismo: Daniel Lipovetzky, de quien se desconoce su futuro político, y Fernándo Rovello, de ponderada relevancia en el armado del expresidente de Boca. En tanto, María Paula Bustos, que también ingresó con el respaldo de Angelici vía el intendente de Pergamino, tiene su escaño por otros dos años.
Además de eso, el jorgemacrismo tiene 107 concejales repartidos en buena parte de los 135 municipios, de los cuales pondrá en juego 62. Algunos pocos de estos buscan dar el salto al Ejecutivo local en las próximas elecciones. Tienen chances de hacer una buena elección Pablo Valerga, en General Las Heras, y David Zencich, en Merlo, y estar competitivos en otros municipios como Brandsen, Rivadavia, Chacabuco, Mar Chiquita, Castelli y Azul.
“Jorge y el equipo completo jugará en cada sección y en cada municipio con quien más le convenga. Hasta ahora, ninguno nos garantizó un acuerdo que cuide todo lo que tenemos, por lo que desde ahora evaluaremos caso por caso”, indicó a Letra P alguien de diálogo cotidiano con el primo del expresidente.
