El presidente Javier Milei descabezó este jueves a la cúpula de la Superintendencia de Servicios de Salud que su gobierno había puesto en funciones hace menos de dos meses. Según lo determina el decreto 83/2024 publicado en el Boletín Oficial, el nuevo superintendente de Servicios de Salud será Gabriel Oriolo, quien hasta el año pasado se desempeñó como director de Procesos y Sistemas de OSDE, la empresa de medicina prepaga con mayor cantidad de personas afiliadas en el país. Ocupará el lugar de Enrique Rodríguez Chiantore, un alfil de la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, quien duró lo que un suspiro en la gestión libertaria.
Oriolo tiene 57 años y es licenciado en Administración de Empresas. Estará secundado por el médico Claudio Stivelman, quien ocupará el sillón de otro funcionario fugaz, Nicolás Striglio, en la gerencia general del organismo, según lo establece el decreto que lleva las firmas del Presidente y del ministro de Salud, Mario Russo, y que se publicó este jueves horas después del paro general de la CGT.
La Superintendencia de Servicios de Salud es un organismo clave. Regula a todos los actores involucrados en el sector, especialmente prepagas y obras sociales. Es un puesto codiciado desde siempre por el poder gremial, quien siempre busca tener una mano amiga en la "Súper" para auxiliar a las obras sociales.
El lugar que ocupaba hasta ahora el bullrichista Chiantore se volverá aún más decisivo si Milei logra plasmar la reforma del sistema de salud que planteó en su decretazo, donde elimina la obligación de quienes trabajan de asociarse a una obra social y pone a competir en un mismo plano a las empresas de medicina prepaga con los entes manejados por los sindicatos.
La salida de Rodríguez Chiantore, quien aterrizó en la gestión libertaria tras su militancia en los equipos de Salud de Juntos por el Cambio luego de ser jefe de Gabinete del Ministerio de Salud entre 2015 y 2018, implica un retroceso para Bullrich, quien colocó varias fichas en el Ejecutivo más allá de sus dominios en Seguridad. Uno de esos casos es la Cancillería.
