Javier Milei no escatimó veneno a la hora de referirse a la histórica Unión Cívica Radical. Luego, la proximidad al poder lo obligó a forzar algunas concesiones con la descendencia de Leandro N. Alem, a la que incluyó como parte de la solución por su extracción liberal, en contraposición con el yrigoyenismo y el alfonsinismo. Sin embargo, necesita ampliar su capacidad de fiscalización para el ballotage, por eso instruyó a Diana Mondino para que tome contacto con la encumbrada dirigencia del radicalismo de Córdoba que expresó que su “límite” es Sergio Massa.
La cordobesa que representará al electorado porteño en Diputados no sólo se encarga de mantener activo el avispero mediático al reinstaurar el debate sobre el “mercado de órganos”, como prefirió referirse a la propuesta liberal de la ablación y el trasplante. También es la operadora designada en el “mercado radical”, del que necesita sus recursos para la custodia del voto el 19N.
Letra P pudo confirmar que Oscar Aguad, el ex ministro de Defensa de Mauricio Macri, fue de la partida en esta serie en encuentros personalizados con Mondino. Las reuniones que se repitieron con otras figuras del radicalismo que trabajaron para Patricia Bullrich en la provincia tuvieron un carácter reservado y con fines exploratorios. La ciudad de Buenos Aires fue el punto en el mapa elegido para los contactos.
En la charla con Aguad el tema central fue el control de la elección. El experto radical, a mano alzada, le dijo que en la ciudad de Córdoba deben asegurarse “como mínimo” unas 13.000 personas para fiscalizar. En el interior, hay manos amigas. Por ejemplo, el intendente de La Falda, Javier Diemienger, ya avisó que votará por Milei en el ballotage y su par de Jesús María y diputado electo de Juntos por el Cambio, Luis Picat, manifestó un rechazo abierto a la continuidad del kirchnerismo, en sintonía con su promotora política del PRO.
Aguad es otro de los dirigentes que expresó que “no se puede ser neutral” en esta coyuntura, sin embargo, no dijo explícitamente que vaya a votar por el minarquista. Comienza a redondearse una posición clara en el un sector del radicalismo que expresa que el mejor aporte a la democracia vendrá de la mano de la fiscalización.
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De hecho, el gobernador electo de Mendoza e integrante del Grupo Malbec que apoyó a Bullrich en su interna contra Horacio Rodríguez Larreta, Alfredo Cornejo, instó a la oposición a “custodiar los comicios” porque “el kirchnerismo está tentado”.
Activismo radical
En las charlas entre Mondino y alfiles de la UCR sobrevoló el fantasma del fraude en forma de pregunta cotidiana: “¿Cómo hizo Massa para ganar con alta inflación, extensión de la pobreza y un dólar a mil pesos?”. La recuperación del peronismo en el conurbano bonaerense les inquieta.
Ponen bajo la lupa el documento de la Cámara Electoral Nacional a cargo de Ricardo Dalla Vía. Con motivo del aniversario por los 40 años de democracia, el organismo le bajó el pulgar a las denuncias de la ultraderecha y ratificó una verdad de Perogrullo: el escrutinio definitivo es lo que vale.
En otra instancia de la reunión, Aguad puso a disposición de Milei el programa de desarrollo que especialistas en materia energética, derecho, producción, industria y campo desarrollaron para Bullrich.
Si Milei gana, existe la posibilidad de una sinergia con el staff del minarquista y quienes elaboraron el programa que Aguad dejó sobre la mesa de café de Mondino.
El dato político es que esta semana quedó clara la línea de fuego que divide al radicalismo. En un extremo quedó la pata que expresa el presidente de la UCR, Gerardo Morales, quien dijo que hará todo lo que esté a su alcance para que no gane Milei. En la otra punta, quienes denuncian la funcionalidad del jujeño con Massa y que pondrán a disposición el aparato para que el ministro-candidato no llegue a la Casa Rosada.
De es último lote, hay quienes se animan a decir que votarán por el libertario, otros que harán todo lo posible para cuidarle cada voto aunque no lo canten abiertamente. La coartada de la fiscalización oficia como lugar seguro y escudo en la interna de JxC.