Sergio Massa desembarcó el jueves en Mar del Plata para participar del acto de apertura del Festival Internacional de Cine. Fue la primera de una serie de actividades de campaña que el candidato presidencial de Unión por la Patria (UP) hará por las ciudades cabeceras del interior bonaerense y el conurbano en las próximas dos semanas, antes de la veda previa al ballotage del 19 de noviembre. El gobernador Axel Kicillof, que lo acompañará en muchas de esas paradas, desarrollará en paralelo una agenda propia de campaña, con la dinámica de inauguraciones y recorridas por obras escolares similares a las de la previa de los comicios del 22 de octubre pasado, cuando fue reelecto.
El objetivo en la provincia de Buenos Aires tiene un horizonte claro, que los estrategas de campaña de Unión por la Patria ya pusieron en cifras. Massa necesita ampliar en la segunda vuelta la diferencia que le sacó a Javier Milei en la elección general, donde es más fuerte, para asegurarse el triunfo final. El "número mágico" es 60-40. "Tenemos que sacar esa diferencia en Buenos Aires para equiparar lo de Córdoba y la zona núcleo", apuntó a Letra P uno de los integrantes del equipo de campaña de UP, que el martes participó de una reunión de coordinación con los colaboradores del gobernador para fijar las acciones en el sprint final.
En el escenario nacional, Buenos Aires, donde reside el 37 por ciento del padrón electoral nacional, tiene un peso fundamental. Diez puntos de diferencia en la elección bonaerense significan casi 4 puntos en el conteo nacional. Si Massa consiguiera esa ventaja de 20 puntos en territorio bonaerense, impactaría en casi 8 puntos a nivel país.
"Necesitamos ampliar la diferencia. Se pueden sacar más de 15 puntos en provincia de Buenos Aires. Massa tendría que conseguir la diferencia que sacó Axel al segundo. Con eso compensaríamos lo de Córdoba", fue una de las reflexiones que se escucharon en la reunión de campaña con dirigentes de la provincia.
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Para garantizar el crecimiento de Massa en Buenos Aires, todas las miradas apuntan a los votantes afines al radicalismo y a los sectores moderados de JxC. Más allá del posicionamiento formal de los intendentes y demás dirigentes opositores que en los últimos días salieron a tomar partido y asegurar que no votarán por Milei, en el comando de campaña de UP subrayan que la clave está en los votantes. "Hoy en día ningún intendente ni dirigente arrea los votos -dicen-. Pero se va armando un clima si muchos dirigentes del radicalismo o de Juntos por el Cambio salen a decir 'ni en pedo voto a Milei'".
Por eso, la campaña de las próximas dos semanas mostrará juntos a Massa y Kicillof en el territorio donde se libra la madre de todas las batallas con un eje central: mostrar unidad y coherencia frente al espejo de la alianza del libertario con Mauricio Macri.