El gobernador de Chubut, Ignacio Torres, anunció este lunes cambios en el gabinete provincial con el fin de reconvertir el rol de algunas figuras de su equipo y potenciar la agenda de una nueva etapa en términos locales y también nacionales, en el marco de las negociaciones con Javier Milei para el traspaso de obras y recursos.
Los cambios abren una segunda fase de la gestión, que busca dejar atrás un primer año signado por la pesada herencia que en el Ejecutivo adjudican a Mariano Arcioni, quien gobernó entre 2017 y 2023. También se produce en la preva del lanzamiento de Despierta Chubut, el frente político conducido por el mandatario provincial que nuclea al PRO, al radicalismo, principal socio político del gobernador, y a distintos sectores del peronismo chubutense y de La Libertad Avanza.
Los cambios en el gabinete de Ignacio Torres
El cambio más sustancial tuvo lugar en la Secretaría de Gobierno, hasta hoy encabezada por Guillermo Aranda, el hombre de mayor confianza de Nacho Torres y funcionario todoterreno de la gestión. Aranda pasará a la Secretaría de Coordinación de Gabinete, un área neurálgica para la administración y que ahora oficiará como nexo sobre el cual el resto del gabinete deberá apoyarse para delinear los objetivos de la nueva agenda.
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El puesto lo deja vacante Guillermo Almirón, un dirigente peronista de Comodoro Rivadavia que fue candidato a viceintendente en la fórmula encabezada por Ana Clara Romero en 2023. Ahora, Almirón se hará cargo de la Secretaría de Vinculación Ciudadana, una repartición creada al inicio del gobierno de Torres y encargada mayormente del trabajo en el territorio con municipios, organizaciones intermedias, partidos e instituciones.
La politóloga Macarena Acuipil ocupará la Secretaría de Gobierno que deja vacante Aranda. Con la llegada de la magíster en Políticas Sociales en la Universidad de York con militancia en el PRO, la cartera será por primera vez ocupada por una mujer.
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Nuevos roles en el gabinete de Nacho Torres. De izquierda a derecha, Macarena Acuipil, Guillermo Aranda, Hernán Tórtola, Federico Drescher, Guillermo Almirón, María José Pögler, Magalí Volpi y Nicolás Cittadini.
En lugar de Acuipil, que hasta hoy se desempeñaba como subsecretaria de Relaciones Institucionales, ingresará María José Pögler, quien también fue funcionaria en otras gestiones de gobierno y posee un vasto conocimiento de la estructura provincial.
A los cambios anunciados por Torres se suma el ingreso de Magalí Volpi, licenciada en Comunicación Social que estará al frente de la Subsecretaría de Turismo.
Energía y obras en Chubut
Torres metió otros dos cambios sensibles en las áreas de Infraestructura y Vialidad. Nicolás Cittadini, hombre de varias gestiones y hasta ahora secretario de Infraestructura, Energía y Planificación pasará a ser subsecretario de Energías Renovables. Su mochila no será nada liviana, porque involucra la posición que ocupa Chubut en materia de energías renovables, sustentabilidad y el tan mencionado hidrógeno verde, cuyo marco regulatorio es por estos días debatido en el Congreso, de la mano de un proyecto que el propio gobernador impulsó.
Cittadini será reemplazado por Hernán Tórtola, contador que supo encabezar la Administración de Vialidad provincial con logrados resultados tras gestiones en Buenos Aires para la concreción de obras sensibles. La principal es la autovía que une a Puerto Madryn y Trelew, que llevaba 18 años sin ser terminada y que el Gobierno finalmente traspasó a la órbita provincial para que culminara las tareas, en un mecanismo de canje de deuda por obras que promete sanear el pasivo provincial respecto del Fondo Fiduciario.
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Jura. Macarena Acuipil ocupará la Secretaría de Gobierno en Chubut.
La cartera provincial de Vialidad será conducida por el ingeniero civil Federico Drescher, quien ya se desenvolvía en el área bajo el cargo de director de Obras por Contrato.
Torres también anunció que, a raíz de un censo realizado en toda la estructura de la administración provincial, la nueva etapa de su gobierno prevé “desburocratizar y digitalizar el Estado para hacerlo más eficiente, ágil y ordenado”. Esa impronta traería aparejada la eliminación de direcciones y subsecretarías que, según mencionan en los pasillos de la política, actualmente “no cumplen ninguna función” e inclusive, en algunos caso, habrían sido creadas en gestiones anteriores para contener a la “planta política”.
Con la batería de modificaciones en algunos de los roles de su gabinete, Torres busca impulsar una segunda etapa de la gestión, tras un primer año signado por la pesada herencia de la gestión de Arcioni en materia de deudas y compromisos en dólares. En el Ejecutivo chubutense hacen cuentas. Enumeran que la desactivación de la denominada “bomba financiera”, sumada a los resultados fiscales y un inminente dato sobre resultados en las exportaciones de la provincia sitúan a Chubut en un escenario de estabilidad. Es un dato esencial de cara a un 2025 electoral donde el tablero de ajedrez de la política ya no incluye dos colores, sino muchos más.