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Fortalecido tras el veto, Cristian Ritondo busca marcarle la cancha a Sturzenegger vía Martín Menem

Fue clave para juntar votos. El riojano pide al Gobierno que el ministro de Modernización consulte al PRO sobre proyectos. Para Hojarascas lo dejó afuera.

El blindaje del veto a la ley de financiamiento a las universidades no hubiera sido posible si el bloque PRO no se alineaba casi en su totalidad y Martín Menem quiere retribuirlo. El riojano pedirá en la Casa Rosada que el jefe amarillo Cristian Ritondo sea tenido en cuenta en el diseño de la agenda del ministro de Modernización, Federico Sturzenegger.

El expresidente del Banco Central no consultó a Ritondo para tomar sus medidas desreguladoras, que incluyen decretos y voluminoso proyecto de ley para derogar o reformar normas, denominado "hojarascas", que aún no fue enviado al Congreso. Las iniciativas contienen propuestas presentadas por integrantes del PRO, lo que en algunos casos podría ser casi un plagio. Los cambios al sistema automotor o las propuestas para privatizar Aerolíneas Argentinas son casos testigo.

En su última visita a Diputados, Sturzenegger se reunió en el despacho de Menem con una comitiva de la UCR para presentar la ley hojarascas y prometió remitir rápido. No le fue bien cuando quiso explicarle el contenido del proyecto a Ritondo y otros miembros del PRO en la reunión de agenda legislativa de cada lunes en la Casa Rosada.

Llamen a Cristian Ritondo

Menem no quiere repetir episodios que molesten a Ritondo, quien este martes fue una pieza clave para construir el tercio que le permitió al oficialismo defender el veto a la ley de financiamiento universitario. Este jueves el riojano lanzó un tuit en agradecimiento y lo hizo extensivo al diputado Tito Stefani, ausente por problemas de salud. En el Gobierno siguen interesados en formalizar el interbloque LLA-PRO, pero Macri está más preocupado en ocupar cargos en el Poder Ejecutivo.

El jefe de los amarillos tiene buena relación con Milei, quien en diciembre le ofreció estar a cargo de la Secretaria de Inteligencia. No aceptó, por fidelidad a Macri. En la última semana, en coordinación con el presidente del partido, Ritondo frenó una rebelión interna que amenazaba con una derrota del Gobierno, liderada por la santafesina Germana Figueroa Casas.

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Como contó Letra P, el exministro de Seguridad bonaerense acordó con Alejandro Finocchiaro juntar los votos en el bloque para sostener el veto y conversó con Macri para llegar a un acuerdo. El expresidente colaboró con un tuit el domingo y al día siguiente ambos participaron de la reunión del Consejo del PRO, durante la cual fue emitido un comunicado de apoyo al veto, con reclamos a Milei por no ejecutar las auditorías que reclama.

Otro de los pedidos del PRO fue mejorar la oferta salarial. Fue cumplido esa misma noche en el despacho de Menem, en una reunión entre funcionarios nacionales y una comitiva de Diputados del PRO liderada por Ritondo y Finocchiaro. Fue ahí cuando se redactó el comunicado del Ministerio de Capital Humano que anunciaba el decreto con un 6,8% de aumento y una mejora del salario mínimo.

El acuerdo contempla que un jefe de trabajos prácticos, de jornada simple, no gane menos de 420 mil pesos. Hubo un paso de baile coordinado por Menem y Ritondo: el comunicado del Ministerio que lidera Sandra Pettovello llegó media hora después del tuit del PRO con un reclamo de un aumento del mínimo, o sea, lo finalmente anunciado.

Federico Sturzenegger, el enemigo

El martes, Ritondo se convirtió en el operador full time del Gobierno para llegar al tercio de los votos. En una reunión de bloque, bajó la línea del consejo del partido y logró no perder más adhesiones a las ldos que ya estaban caídas desde el viernes: las de los larretistas Álvaro González y Héctor Baldassi.

Ambos ya se empiezan a moverse como outsiders: se plegaron al resto de la oposición cuando emplazó a las comisiones para citar a Toto Caputo y debatir proyectos que limitan los DNU. En ese momento, el resto del PRO se paró de sus bancas para evitar el cuórum. Con el refuerzo de los salarios mínimos a los docentes, Ritondo logró alinear al veto de la ley de financiamiento universitario a Figueroa Casas, Silvia Lospennato y Sabrina Ajmechet, quien cuando el proyecto se votó en agosto se fue del recinto.

También colaboró con el conteo de los votos general, una tarea en la que La Libertad Avanza aún está tomando experiencia. "Después de esta ayuda, nada se puede hacer sin Ritondo. Y el único ministro que lo ignoró fue Sturzenegger", señaló a Letra P una fuente de la bancada oficialista.

Menem responde a las órdenes de Karina Milei y tuvo un fuerte cruce con Macri en julio, cuando no soportó que el expresidente dijera que no sabía manejar la cámara baja. El ingeniero siempre quiso a Ritondo en la presidencia del cuerpo.

También durante el receso invernal, luego de ayudar con la ley ómnibus y la reforma fiscal, Ritondo le acercó a Menem un listado de proyectos de su bloque. Algunos avanzaron, como educación esencial -aprobado-, el voto a residentes en el exterior y ficha limpia (con dictámenes de comisión); pero otros quedaron en el olvido, como la extinción de dominio y la reforma de la legislación laboral, que el Gobierno prefiere demorar. El temario podría revisarse en la Casa Rosada si lo pide el jefe del PRO. El diálogo será cada vez más fluido.

La votación en Diputados por la cual quedó firme el veto de Milei a la ley de financiamiento universitario.
Miguel Ángel Pichetto, diputado de Encuentro Federal, durante el debate de las universidades. 

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