La precandidata presidencial de Juntos por el Cambio, Patricia Bullrich, encabezó este jueves por la tarde en Pilar una multitudinario acto junto a los principales dirigentes que la escoltarán en la contienda electoral. El encuentro le sirvió a la titular del PRO -en uso de licencia- para dar su primera demostración de fuerza política en la que, si bien le bajó el tono a los intensos cruces que tuvo con Horacio Rodríguez Larreta en las últimas 24 horas, no dudó en ratificar que su principal diferencia con el jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires está dada por un “liderazgo de fuertes convicciones con el cambio”.
Este primer gran encuentro que organizó la ex ministra de Seguridad, después del cierre de listas del sábado y a tan sólo unas horas de que saliera al cruce de Larreta por sus críticas contra la gestión de Mauricio Macri, se llevó adelante desde las 14 en el coqueto Salón Pilar Palace, en Del Viso. Asistió dirigencia de buena parte del país, con gran preponderancia de figuras porteñas y bonaerenses, que le dieron al encuentro un volumen político de cara a las primarias. Se anotaron entre los presentes su compañero de fórmula, el mendocino Luis Petri, y la primera línea del resto de su boleta como Néstor Grindetti, Cristian Ritondo y Maximiliano Abad.
Pese a que Bullrich ocupó buena parte de su discurso a dar indicios de su programa político y económico, en el que no ahorró críticas a la gestión del Frente de Todos, sobre todo por haber designado al ministro Sergio Massa como candidato de unidad, hubo otras voces que se sumaron al coro de la pelea interna contra las palomas que lidera Larreta. De hecho, Petri aseguró que “el coraje no se puede couchear, ni sacar de una aplicación de inteligencia artificial”. Con esta intervención arriba de un escenario montado en el auditorio principal del salón, que seguía Bullrich con mucha atención desde la primera fila, algunos interpretaron que su elección como compañero de fórmula fue la correcta, al menos si se tiene en cuenta que pareció haber salido, por tono y postura, por el mismo molde halcón que la presidenciable.
“Estamos convencido que no vamos a negociar un cambio profundo con las fuerzas corporativas, que nos van a querer hacer perder el tiempo y nos van a querer mostrar que en la Argentina el poder siempre está en las mismas manos. Por eso, vamos a estar ahí con fuerza, convicción, valentía y coraje para decirles que se terminó, que esta vez no nos van a correr, y que cada piedra que nos tiren la vamos a usar para construir el futuro del país”, remarcó Bullrich, en uno de los tramos más aplaudidos por el auditorio.
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La precandidata habló también de su intención de tener un Estado austero, que podría ser interpretado como una síntesis de sus políticas de shock y ajuste, y de la relación que pretende tener con el poder legislativo que, en el caso de sentarse al sillón de Rivadavia, estará conformado por buena parte de quienes la acompañaron este jueves en Pilar. “Vamos a tener que trabajar para derogar más leyes que las que vamos a votar, porque tenemos un enredo absoluto y grandes dificultades para abrir una empresa, mantenerla y pagar salarios”, dijo, antes de agregar: “Y eso pasa en los tres niveles del Estado, por eso es importante llevar adelante un plan claro, serio y responsable”.
La jornada estuvo atravesada también por un clima de exultante política, en la que se combinaron las clásicas fotografías de campaña de Bullrich con cada uno de sus candidatos y candidatas, de frente a un banner con el slogan “la fuerza del cambio”, y también el color de una campaña similar a la del “sí se puede” de mediados de 2019, cuando la debacle de Macri era inevitable, pero estaba sostenido por algunos incondicionales. Es que, también hubo fotografías agitando banderas argentinas, cánticos de “Patricia presidente” (sin el género femenino) y numerosas arengas de Alejandra Locomotora Olivera, la excampeona de boxeo que puso su impronta personal al encuentro.
Quizá por eso tampoco faltó la retórica histórica de Bullrich. “Como pensaba Mariano Moreno en su plan de operaciones de 1810, podíamos ser una Patria, o podíamos seguir siendo súbditos de la monarquía, y decidimos fundar un país, nuestra querida Argentina”, recordó Bullrich y alentó a quienes la escuchaban desde temprano a llevar adelante “un cambio profundo”, en el que, “el que no esté seguro de llevarlo adelante se queda a un costado”.
