El diputado Emiliano Yacobitti es de esos dirigentes mencionados en las conversaciones de palacio por ejercer jefaturas en las sombras: prefiere no mostrarse en primera fila ni ocupar cargos relevantes. Histórico dirigente de la corriente estudiantil de la UCR Franja Morada, con base en la Facultad de Ciencias Económicas de la UBA, recién en 2019 llegó a una banca en el Congreso y no peleará para retenerla en diciembre.
En estos cuatro años armó en todo el país, junto a Juan Nosiglia, Evolución radical, una línea de la UCR que promovió una renovación dirigencial. Tras un 2021 con internas en casi todas las provincias, este año el espacio tuvo su batacazo: ganó las primarias de Santa Fe con Maximiliano Pullaro y tiene una gobernación pesada casi asegurada.
Evolución se quedó con las ganas en La Pampa y en la ciudad de Córdoba. Ahora apuesta a ganar la Ciudad de Buenos Aires con Martín Lousteau, su principal referente a nivel nacional. Yacobitti no descarta ser parte de un gabinete nacional de Horacio Rodríguez Larreta, pero, por ahora, sólo quiere seguir en la UBA, su segunda casa, donde tiene dos años más de mandato como vicerrector.
-¿Cómo define a Evolución y cómo evalúa su desempeño después del primer semestre electoral?
-Es un espacio político nacional que trasciende las fronteras del radicalismo y se propuso renovar la política. Hoy se ven sus frutos: el principal es Maximiliano Pullaro, pero también están (los diputados) Martín Berhongaray y Martín Tetaz. Se fueron sumando dirigentes de todo el país y otros que vienen de la interna del partido, pero todos tenemos como objetivo cambiar las caras de la política y mostrarlas a la sociedad.
-En 2021 pelearon por las autoridades del partido y del Congreso. ¿Cómo imagina esa disputa en diciembre?
-Nos sentaremos y lo veremos. Tenemos muchos espacios de representación locales en intendencias y gobernaciones. Somos parte de un espacio que empujó a renovar el radicalismo, que se tenía que renovar. Puedo hablar de gente como (el compañero de fórmula de Patricia Bullrich) Luis Petri o (el presidente del Comité bonaerense) Maximiliano Abad, que no son de Evolución, pero el radicalismo entendió que no podía ser competitivo sin hacer crecer figuras nuevas.
-No va a ser candidato a nada en estas elecciones. ¿Cuál es su futuro?
-Fui vicepresidente del partido, soy vicerrector de la UBA y contribuí a un armado con otros miles de amigos a lo largo del país, muchos de la militancia universitaria y otros no. No creo que tenga un rol preponderante.
-Sin embargo, cuando se habla de Evolución, se habla de usted.
-No creo. Se habla de (el cordobés Rodrigo) De Loredo, de Berhongaray, de Tetaz... No son los personalismos lo que hay que mostrar.
-No termina de decir cuál va a ser su rol...
-Dentro de Evolución voy a seguir militando para transformar Argentina en un lugar vivible para mis hijos. Tengo un lugar de vicerrector de la UBA que me encanta.
-¿Cómo convive el rol de político con el de funcionario de una universidad que tiene que negociar con los gobiernos?
-Cuando uno tiene un espacio de gestión, pelea por lo que cree y por las condiciones políticas del espacio que le toca gestionar. Con el presupuesto tengo diferencias, porque tienen que ser más directos y sin el filtro de un secretario de Hacienda. La UBA es parte del país, pero, si uno se queda defendiendo los intereses de donde está, termina defendiendo un rol corporativo.
-¿Quiénes son los referentes de Evolución?
-Hicimos un plenario en Santa Fe y definimos los roles que teníamos en cada distrito. Para eso trabajamos para armar el espacio y ampliar la gobernabilidad. No nos sumamos a una política de grieta, porque creemos que así no se puede gestionar después. Argentina no se puede gobernar sólo con el que gana. Necesitamos medidas para dentro de mucho tiempo y hay mostrarles a la política y a los inversores que se pueden llevar a cabo con el resto de las fuerzas.
-Evolución y el presidente del comité nacional, Gerardo Morales, expresan en estos comicios la socialdemocracia alfonsinista. ¿Podrían convivir en JxC si la referente fuera Patricia Bullrich?
-Argentina necesita tener un Estado eficiente para contrarrestar las desigualdades y cobrar menos impuestos a los que producen en el país. No podemos darnos el lujo de malgastar recursos, porque se genera el peor de los ajustes, que es la inflación; y una mega devaluación cada diez años. Todo el que esté de acuerdo con esto puede convivir con nosotros, pero los caminos tienen que hacerse dialogando con el resto. Tener firmeza a la hora de tomar decisiones y las que se toman en el Congreso, poder mantenerlas. Para eso necesitamos legisladores y eso no nos lo da sólo ganar las elecciones, sino construir una mayoría.
-¿Podría ser ministro de un gobierno de Larreta?
-Puedo ser convocado y voy a estar donde haga falta que esté. Hoy me imagino como vicerrector de la UBA hasta el final de mi mandato. Me quedan dos años. Cuando uno labura en una organización política, puede tratar de incidir en qué lugar va a estar, pero los lugares que ocupa los termina definiendo el resto, desde las necesidades y saberes de cada uno. No me preocupa qué lugar voy a tener.
-¿Le molesta que le digan que es el interlocutor de Evolución y uno de los principales de la UCR?
-Todo lo que vincule a una persona al diálogo con el resto está bien. Si uno está seguro de cuáles son sus ideas, no tiene que tener problemas en dialogar con nadie. En política, quien tiene problemas para dialogar con todos no existe. Eso es para los que se hacen los duros para hablarle a un sector. Uno tiene que ser firme y no tener problemas en dialogar con quien sea.
-¿Cuán importante para el futuro de Evolución es la elección que haga Lousteau en la Ciudad?
-Muy importante, pero la gran ventaja de Evolución es que tiene un dirigente nacional, con vocería nacional, pero con vocación de mostrar otros liderazgos. Estoy seguro de que si es jefe de Gobierno, Martín va a mostrar a los gobernadores y a los intendentes de cada lugar del país para destacarlos.
-Sigo sin saber cuál es su futuro...
-El radicalismo tiene varios gobernadores y cientos de intendentes que gestionan bien y lo mejor que tiene es la militancia. Con ser un militante, me alcanza.