Mientras la CGT nacional profundiza sus diferencias con el gobierno de Javier Milei y cocina un nuevo paro general, tal como lo anticipó el cosecretario de la central obrera, Pablo Moyano, otras referencias sectoriales buscan plantear un debate profundo sobre la llamada reforma laboral.
Punto en la agenda del plan libertario, con aval de algunos sectores dialoguistas en el Congreso, desde Córdoba y hacia todo el país, el séptimo punto del Pacto de Mayo comienza a discutirse puertas adentro de un nuevo sindicalismo que apunta a la concertación, lejos de las antinomias clásicas que colocaron a las referencias de los trabajadores y trabajadoras en la crisis general de representación.
Dentro de esta nueva camada, Gustavo Rossi, secretario general de Uecara del Interior, el sindicato de los mandos medios de la construcción y los peajes de Córdoba, Santiago del Estero, Tucumán, Salta, Mendoza, San Luis, Entre Ríos y provincia de Buenos Aires, puso en circulación su propuesta con foco en la “Reforma laboral moderna que promueva el trabajo formal”, anunciada por el Presidente ante la Asamblea Legislativa.
Gustavo Rossi propone a Javier Milei convenios con criterio federal
“La adecuación en el campo del trabajo solo es factible desde un ganar-ganar, y debe ser gestada de abajo hacia arriba. No desde una reforma laboral, sino desde una modificación convencional, basada en una lógica sectorial especifica y en la equidad”, precisa el concepto el también presidente del Partido Laborista.
Para ello, Rossi planta la necesidad de construir las transformaciones en el mundo de trabajo con convenios colectivos de trabajo por provincias o regiones.
“Es indispensable para transformar y federalizar. Necesitamos un cambio en las relaciones laborales, pero salidas desde los propios convenios colectivos por sector y no desde una reforma laboral genérica. Que el cordobés discuta y llegue a un acuerdo con el empresariado cordobés, el sindicato mendocino con la cámara empresaria mendocina y así”, expone Rossi.
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Gustavo Rossi apuesta a una salida consensuada para la reforma laboral que propone Javier Milei.
Esto generaría un doble efecto: se arribarían a acuerdos más veraces y se les daría a las organizaciones sindicales provinciales autonomía.
“Esto genera un efecto virtuoso de autenticación de la realidad laboral, se le otorgaría a la dirigencia del interior la libertad para actuar, entraríamos en una federalización cierta del sindicalismo. La reforma saldrá del interior del país no del congreso de la Nación”, insiste Rossi con un criterio federal.
Cordobazo de ideas
Como ya contó Letra P, Rossi propone la herramienta del cese laboral o indemnización por renuncia como camino que promedie los intereses de las partes. “Desde la provincia de Córdoba venimos elaborando, junto al sindicato y cámaras empresarias, un sistema indemnizatorio que licuaría el pasivo contingente a las empresas y les daría a los trabajadores el derecho a cobrar, también, sus indemnizaciones por renuncia o jubilación, hoy no previstas por la ley”, explicó.
Esos depósitos no quedarían inmovilizados, sino que generarían un fondo de inversión administrado por empresas y trabajadores, además sería regulado por el Estado.
En este proyecto de concertación la reconversión laboral y el trabajo por objetivo es otra de las patas fundamentales. No obstante, Rossi plantea la necesidad de rediscutir la modalidad presencial y de trabajo remoto.
“Un Cordobazo de ideas puede sonar imposible como proyecto”, asume. Sin embargo, el referente cordobés sostiene que “es imprescindible en estos tiempos conciliar la ética con la ley; la reconversión laboral con el desarrollo; la justicia social con la seguridad jurídica. No es una utopía, es un nuevo concepto de capital y trabajo, avalado por una política responsable que propone el Gobierno de Córdoba”.