Tras la fumata blanca en el PRO de Santa Fe que entronizó a Gisela Scaglia como presidenta del partido, su tropa y la que responde a Federico Angelini se lanzaron a replicar el acuerdo en los distintos distritos. En ese marco, el concejal Agapito Blanco -aliado de la vicegobernadora- se quedó con el control del macrismo en Rosario.
Como contó Letra P, la interna del PRO se resolvió unos días después de que ambos sectores hayan presentado listas y cuando todo indicaba que los comicios eran inexorables. El acuerdo, sin embargo, estaba avanzado: se sabía que Gisela Scaglia sería la presidenta y que Miguel Weiss Ackerley -intendente de Santo Tomé- y Anita Martínez -concejala rosarina- serían los vicepresidentes. La discusión se trabó cuando se tenían que definir las mayorías en la asamblea partidaria, en donde finalmente el angelinismo se quedó con la presidencia, en cabeza de Cristian Cunha.
El pedido de Agapito Blanco para el PRO
Fue en el marco de esa negociación que Blanco salió a bancar las internas: “Desde sus inicios en nuestra provincia los afiliados del partido fundado por Mauricio Macri no tuvimos la oportunidad de elegir a nuestros dirigentes”, sostuvo. Incluso, se refirió a la posibilidad de que hubiera baja participación. Lo atribuyó a “la mala gestión de su presidente” porque, por ejemplo, “no ha logrado constituir la asamblea provincial, que no es ni más ni menos que el órgano madre que dirime, entre otras cosas, las alianzas electorales y la organización territorial de sus dirigentes".
En el comunicado que hizo público, el concejal rosarino cristalizó su apoyo a la vicegobernadora: "Valoramos enormemente que Scaglia, además de asumir la gigantesca responsabilidad de ser vicegobernadora de la provincia, esté dispuesta a legitimar su rol político y partidario; sin temor a su suerte personal y otorgando las garantías necesarias para que cualquier afiliado pueda ser alternativa a la hora de elegir", sostuvo.
Con ese fuerte apoyo explicitado, la tribu de la vicegobernadora acordó con Blanco que éste se quedase como secretario general del centro de acción política correspondiente a Rosario. Una digresión: lo que el peronismo llama “unidad básica” o el radicalismo “comité”, en el PRO es “centro de acción política”. El departamento Rosario está dividido en dos CAP, uno abarca la ciudad homónima y otro el resto de las localidades que forman parte del distrito. El primero de ellos es el que conducirá el edil rosarino.
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Gisela Scaglia y Cristian Cunha, quienes animaron la interna del PRO hasta lograr la unidad.
Los nombres que acompañan a Agapito Blanco en el PRO de Rosario
La lista para el CAP Rosario refleja el acuerdo de unidad que alcanzaron ambas tropas. A Blanco lo acompaña la angelinista Carina Sampaolesi como secretaria adjunta y luego se reparten las vocalías. Algunos nombres que allí se destacan son Lucio Reyes -cercano a Renata Ghilotti-, Germán Mastrocola o Soledad Ruiz de Galarreta, en representación de la vicegobernadora. Los halcones colocaron allí a Sara Casiello, Silvia Palmentieri y Federico Hoffer, entre otros.
Lo que conservó Federico Angelini
El entendimiento al que arribaron angelinistas y scaglistas en el departamento Rosario incluyó también al centro de acción política correspondiente al resto de las localidades que forman parte del distrito Rosario. El lugar quedó para la tropa halcona, en cabeza del presidente del Concejo Municipal de Funes, Carlos Olmedo, quien asumirá como secretario general. Lo acompañará Noelia Salinas, de Álvarez, como su secretaria adjunta.
En la lista de vocales se destacan figuras como Pablo Riera, exconcejal y actual coordinador de Desarrollo Estratégico de Granadero Baigorria, Santiago Carloni, exsecretario de gobierno de Funes y actual director provincial de Infraestructura Portuaria, y Pablo Petta, referente macrista de Arroyo Seco.