A menos de 24 horas de retomar el diálogo con el Gobierno, la CGT decidió avanzar con su plan de lucha contra Javier Milei con una movilización el 1 de mayo y un paro general el 9 de mayo, una medida que no pudo frenar ni siquiera el compromiso de la Casa Rosada de avanzar con la homologación de las paritarias pendientes.
El llamado al segundo paro contra el gobierno libertario tuvo consenso entre los dialoguistas y los más combativos, que venían planteando en la previa al encuentro de este jueves la necesidad de adelantar la fecha para antes de la movilización del Día del Trabajador. El cronograma incluirá además el acompañamiento a la movilización de las universidades contra el recorte presupuestario, el 23 de abril, que marcará la vuelta de la CGT a las calles.
Sin objeciones de Casa Rosada
La posibilidad cierta de que se convoque a un paro había sido adelantada informalmente por los dirigentes de la CGT el miércoles en la reunión en la Casa Rosada con el ministro del Interior, Guillermo Francos, el secretario de Trabajo, Julio Cordero y el asesor presidencial . Según trascendió de ambos lados de la mesa, ninguno de los tres representantes del Ejecutivo planteó una objeción contra esa medida ni pidieron que se reviera.
El paro imparable que la CGT venía analizando desde hace semanas se aceleró por la agudización de conflictos gremiales vinculados a los acuerdos paritarios por encima de la inflación frenados por el Gobierno, con el expediente Camioneros en el centro de la agenda.
Francos y Cordero habían dado el miércoles un compromiso de avanzar en la homologación de acuerdos, pero desde entonces no hubo novedades.
El reclamo de la CGT por las paritarias
"No puede ser que el Estado no homologue los acuerdos. Teníamos la esperanza de que algunos procesos que se tenían que arreglar se solucionen. Pero no ocurrió", explicó Héctor Daer, titular de Sanidad y secretario general de la CGT en la conferencia de prensa posterior a la reunión. Lo hizo junto a Pablo Moyano, el líder de Camioneros y protagonista de la pulseada con el Gobierno y las cámaras empresariales para plasmar el aumento del 25% que consiguió el gremio y que está frenado.
Embed - https://publish.twitter.com/oembed?url=https://twitter.com/cgtoficialok/status/1778528045764350406&partner=&hide_thread=false
La convocatoria al paro se dio con el conflicto de la UTA y el paro de transporte en todo el AMBA como telón de fondo. En la CGT entienden que en las próximas semanas va a haber una agudización de los conflictos con eje en lo salarial, que se sumarán a un escenario de alta tensión por los despidos en el Estado y el ajuste sobre las universidades, dos universos con los que, junto a la clase media, la central obrera quiere construir músculo en la protesta contra el gobierno libertario.
"No podemos permitir que todos los precios se liberen y que le pongan límite al salario", fue una de las frases de Daer en la reunión en la sede de la CGT.
Ecos de la reforma laboral
El paro llegará, además, en medio de la discusión por una reforma laboral que se instaló en las últimas horas, luego de que la propia CGT manifestara en un documento su decisión de acompañar una discusión por una "modernización" y actualización de legislación laboral, siempre y cuando se mantengan fuera del debate cuestiones vinculadas al financiamiento de los sindicatos.
La cuestión de la reforma laboral formó parte de la larga reunión de tres horas del miércoles en la Casa Rosada, de la que participaron además de Daer, Hugo Moyano, Andrés Rodríguez, Carlos Acuña y Gerardo Martínez, entre otros referentes sindicales.
En esa reunión, contaron voceros de CGT, Santiago Caputo pidió "disculpas" en nombre del Gobierno por haber incluido la reforma laboral en el DNU, un capítulo que fue frenado en la Justicia por un planteo gremial.
El propio vocero de la CGT, Jorge Sola, dijo este jueves que la CGT "intervendría del debate" si es que el Congreso decide abrirlo a través de un proyecto de ley. Este miércoles, la UCR acercó su propia propuesta de reforma a la Casa Rosada.