PROYECCIÓN 10-D

El gabinete de Martín Llaryora: Juan Tuninetti, el único confirmado en Obras Públicas

Será el secretario de un ministerio icónico del cordobesismo. El gobernador electo piensa en un intendente para el despacho principal. El desafío de la continuidad.

El próximo inquilino del gobierno de Córdoba, Martín Llaryora, define por estas horas el staff de una cartera estratégica y de alto poder simbólico en el “hacer” del cordobesismo. Sólo tiene un nombre definido para Obras Públicas: Juan José Tuninetti.

El 10 de diciembre, el subsecretario de Infraestructura de la Municipalidad capitalina se mudará a la dependencia provincial homónima de calle Humberto 1°, de la ciudad capital. En la mesa chica del sanfrancisqueño confirmaron a Letra P que su responsabilidad seguirá siendo técnica y remarcan la posibilidad de un doble comando porque Llaryora quiere imprimirle a la cartera "un rol más político".

Concretamente, el gobernador electo analiza la posibilidad de sentar a un intendente o una intendenta en el despacho central del ministerio. Sabe que la planificación de las obras y servicios es un elemento de impacto en la vinculación con los municipios.

“Quiere a alguien de confianza, que hable el mismo lenguaje y para eso, nada mejor que un intendente”, resaltan el perfil de la búsqueda, todavía abierta. La postura, de concretarse, es disruptiva, sobre todo bajo la mirada del schiarettismo que hizo de la infraestructura su clivaje político.

Sin embargo, el nexo con los referentes del mapa político que emergió este año electoral es fundamental para Llaryora. Juntos por el Cambio mantuvo el grueso de los municipios que puso en juego, pero comió otros al peronismo. A su vez, en la Legislatura se sentarán varios exintendentes que deben responder a sus comunidades y oficiar de nexos, en varios casos, con sus delfines en los Ejecutivos del interior cordobés.

Uno de los hombres que pidió la cartera es el extitular de la ciudad de Colonia Caroya, Gustavo Brandán. “También pidió Turismo, pero le dijeron que no porque esa agencia fue prometida al ministro de Empleo de Schiaretti, Facundo Torres”, soplan otros sectores en pugna para remarcar las apetencias del peronista amigo del gobernador electo. Hasta ahora, el destino del caroyense seguiría siendo la Unicameral. Tendría una posición privilegiada, la presidencia provisoria que dejaría libre su par de Río Cuarto, Juan Manuel Llamosas.

Los desafíos

Como esta definición está difusa, altas fuentes de la mesa chica de Llaryora no descartaban que Tuninetti, ingeniero civil de profesión, termine a cargo del ministerio.

Quien resulte finalmente elegido, reemplazará a Ricardo Sosa, histórico colaborador de Schiaretti que llevó adelante proyectos ambiciosos como el cierre de la avenida de Circunvalación en la ciudad de Córdoba o los gasoductos troncales. El schiarettista paladar negro fue secretario general de la primera administración del actual mandatario (2007-2011). Llevó adelante la gestión de proyectos de inversión y luego la supervisión del plan de obras que en los dos últimos períodos concentró una inversión de 8.100 millones de dólares.

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Si bien Llaryora demostró que tiene prioridades de gestión propia de la agenda 3.0 con foco en políticas sustentables, la apuesta por la “gestión cemento” de Schiaretti se mantendría. En campaña, el gobernador electo ratificó ese hilo conductor y fijó como prioridad el acueducto Paraná-Córdoba y el plan de obras viales que una localidades productivas y turísticas.

Victoria Flores y Martín Llaryora.
Llaryora y Calvo inaugurarán las relaciones institucionales entre el gobierno de Córdoba y la gestión de Javier Milei. 

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