Discapacidad: con votos libertarios y ayuda de Mauricio Macri, Diputados rechazó el veto de Javier Milei
La oposición juntó los dos tercios necesarios. En el Senado está ese número para sostener definitivamente la ley. Ausencias PRO y deserciones en LLA, claves.
Martín Menem, presidente de la cámara de Diputados, durante la votación en la que perdió Javier Milei, por culpa de Mauricio Macri.
Javier Milei sumó un antecedente a lo que ya es la peor gestión legislativa de un Gobierno: con respaldo de dos tercios de los presentes, Diputados rechazó el veto a la ley de emergencia en discapacidad. El Presidente perdió votos en su propio bloque y no logró la adhesión plena del PRO, por resistencias de referentes deMauricio Macri.
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De esta manera, el veto fue rechazado con 172 votos -dos tercios justos del recinto-, sólo 67 en contra y dos abstenciones. Además de la unidad de la oposición, para el fracaso de La Libertad Avanza, anticipado por Letra P, fue necesario el apoyo de aliados habituales, como la UCR y los partidos provinciales. Sumados la fractura propia, el Gobierno no tuvo chances de evitar la derrota. En el Senado la oposición tiene facilidades para reunir la mayoría especial y eliminar definitivamente la ley.
#Diputados Con 172 votos afirmativos, 73 negativos y 2 abstenciones, quedó aprobada la insistencia de la Ley de Emergencia en Discapacidad pic.twitter.com/TgFhkdwzZZ
El traspié del oficialismo se anticipó cuando se autorizó el tratamiento del veto, que también requería mayoría especial. Fue avalado con 166 votos a favor y 75 en contra. Sólo sobraron seis. El Gobierno había hecho su último intento para evitar una derrota con una promesa de aumentar las prestaciones, realizada por Manuel Adorni en un tuit publicado poco antes del inicio de la sesión.
No fue suficiente ni siquiera para que La Libertad Avanza mantuviera alineados a los propios: el cuórum fue posible con la ayuda de Lourdes Arrieta -quien se fue del bloque oficialista hace un año-; Marcela Pagano y Carlos D'Alessandro, quienes además avalaron la insistencia de la ley. El último le cobró a Lule Menem la intervención del sello oficial en San Luis. Hubo más díscolos de LLA: se ausentaron Gerardo González, Florencia Klipauka Lewtak y Alberto Arancibia Rodríguez.
Lourdes Arrieta
Mauricio Macri, el verdugo
El PRO hizo su aporte decisivo para rechazar el veto, a pocos días de confirmar una alianza electoral para octubre. Aún con ese dato, votaron en contra del Gobierno Sofía Brambilla (cercana a Macri) Álvaro González y Héctor Baldassi (leales a Horacio Rodríguez Larreta); Karina Bachey y Ana Clara Romero, quien responde al gobernador de Chubut, Ignacio Torres.
Pero igual de decisivas fueron las ausencias para autorizar la sesión de Silvia Lospennato, María Eugenia Vidal, Germana Figueroa Casas y Gabriela Besana, todas leales al expresidente. Sus sillas vacías permitieron la mayoría especial para avanzar. Después, Vidal y Besana se abstuvieron en la votación general.
La traición de los aliados fue un tema de tensión durante toda la sesión. El jefe del PRO, Cristian Ritondo, hizo una reunión de bloque en la noche del martes para alinear a su tropa y no le fue bien. Intentó con un zoom antes de la sesión, en el que habría estado presente Macri, pero los más cercanos al expresidente se resistieron a ayudar al Gobierno.
Milei sí hizo valer a sus gobernadores aliados: los radicales Alfredo Cornejo (Mendoza) y Leandro Zdero (Chaco); y Rogelio Frigerio (Entre Ríos), quienes aportaron sus bancas a favor del veto presidencial. No alcanzaron para sostener el veto, porque los desertores libertarios y las ausencias del PRO resultaron determinantes.
De hecho, con los dos tercios consumados para iniciar la sesión, se sumaron para sostener la ley los exPRO como Gabriel Chumpitaz y Verónica Razzini; y la dupla sanjuanina Nancy Monzón y María Moreno. El gobernador Marcelo Orrego (San Juan), habitual aliado de LLA, no quiso dejar los dedos marcados contra la discapacidad.
La emergencia, adentro
La ley que Milei debería promulgar de prepo declara la emergencia en discapacidad hasta 2027. Incluye una revisión de las pensiones y la creación de otras nuevas para protección social, con un haber equivalente al 70% de la jubilación más baja. Sólo se cortaría el beneficio si perciben ingresos equivalentes a dos salarios mínimos. La ley, que fue impulsada por Daniel Arroyo (UP) suma un aporte similar a personas con estas condiciones mayores de 70 años.
El capítulo que concentra el respaldo de casi todo el recinto es la actualización de las prestaciones, que están congeladas desde el año pasado. La ley las indexa por el índice de movilidad jubilatoria, que contempla la inflación. Se suma una compensación con retroactividad a noviembre de 2023, en función de la evolución de precios que hubo desde esa fecha.
Además de los pagos que realiza el Estado (a través de Incluir Salud), la norma involucra a las obras sociales y prepagas que siguen los valores de la ANDIS. "Los números que dice la Oficina de Presupuesto del Congreso indican es un 0,03% del PBI la recomposición de las prestaciones básicas. ¡Explíquenme por qué en el veto dice que las medidas sancionadas cuestan 6%!”, detalló durante el debate Pablo Juliano, de Democracia Para Siempre, la UCR crítica.
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Pases de facturas
El debate por la ley de Emergencia en Discapacidad duró tres horas, ya con un final anunciado en contra del Gobierno. El autor del proyecto, el diputado nacional Daniel Arroyo, fue el primero en celebrar un triunfo. “La Ley de emergencia en discapacidad está fuera de la grieta porque es de pura justicia, de pura humanidad y de pura racionalidad económica”.
Su compañero, Eduardo Valdés, pidió un acuerdo de unidad nacional por la discapacidad. "Gabriela Michetti cuando fue vicepresidenta hizo un censo, que dijo que el 12% de la población argentina tiene alguna discapacidad. Cinco millones y medio de personas, y solamente un millón doscientos mil accedió a las prestaciones. ¿Alguien puede pensar que los cuatro millones de personas que faltan quieren una prebenda? ¿Cómo puede ser?", planteó.
El oficialismo fue defendido por el PRO, con figuras como Patricia Vázquez (cercana a Patricia Bullrich) y Martín Maquieyra; pero el cierre estuvo a cargo de Santiago Santurio, de LLA, quien insistió en acusar a la oposición de kirchnerista.
“Lo único que tienen como obsesión es pegarle al Gobierno en el superávit. Y con eso al que más perjudican no es al Gobierno, es a la gente. El mayor riesgo que tiene la Argentina es volver al pasado", cerró el diputado.