La victoria del candidato presidencial Unión por la Patria, Sergio Massa, en las elecciones generales le permitió al peronismo continuar siendo la fuerza más numerosa en la Cámara de Diputados, donde de todos modos perdió bancas, quedó lejos del cuórum propio y deberá conseguir aliados de varias fuerzas para abrir el recinto, que a partir del 10 de diciembre presentará una fragmentación sin precedentes.
Con un segundo lugar, La Libertad Avanza de Javier Milei irrumpió con un bloque decisivo para la construcción de mayorías y Juntos por el Cambio, que hizo campaña jactándose del predominio en el Congreso, tendrá su peor representación en la Cámara baja, donde difícilmente continúe unido.
El peronismo ponía en juego 68 bancas y hasta esta madrugada se alzaba con 55. De esta manera, UP tendría un piso de 105 votos, lejos de los 129 necesarios para el cuórum. No le será fácil conseguirlo, porque los partidos provinciales, habituales aliados del oficialismo de turno, no alcanzan para llegar a esa cifra. Es por eso que Massa pidió un gobierno de unidad nacional, con el voto de la UCR.
El oficialismo perdió lugares en la Cámara baja porque no sostuvo los números de hace cuatro años, cuando Alberto Fernández se impuso con casi la mitad de los votos del país. Pero lo caída no fue tan aprupta por su victoria en la provincia de Buenos Aires, donde ganó 16 de las 35 espacios en juego. Juntos por el Cambio obtuvo sólo nueve, la misma cantidad que La Libertad Avanza.
UP también logró hacer pie en Santa Fe (donde ganó tres bancas como LLA y JxC) y entró en el reparto en todas las provincias chicas, donde el escenario de tercios obligaba a los dos frentes más grandes a jugarse a todo o nada.
El actual oficialismo repartió bancas con LLA en Salta, San Luis, La Rioja, Formosa y Tierra del Fuego, donde Juntos por el Cambio se quedó sin ninguna. El principal frente opositor sólo consiguió 32 de las 55 que puso en juego, 12 menos que las que hubiera ganado si se repetían resultados del 13 de agosto.
Con la incorporación de José Luis Espert, JxC tendría 94 bancas, la peor representación de la alianza de la UCR, el PRO y la Coalición Cívica desde su creación en 2015.
JxC sufrió la caída en Buenos Aires, donde sólo se hizo de nueve bancas, mientras que no tuvo victorias rutilantes para compensar en ninguna otra provincia. Por la Ciudad de Buenos Aires ganó seis, menos que en otras ocasiones, y la irrupción de LLA lo obligó a ceder varios distritos grandes como Córdoba -sólo renovó dos de las seis que arriesgaba- y Mendoza, donde ganó una. En Santa Fe se mantuvo competitivo con tres, mientras que en Entre Ríos sólo obtuvo uno de los cinco escaños que se repartían.
La Libertad Avanza, hasta el cierre de esta nota, ganaban 34 bancas, que se sumaban a las tres que ya ostentan para cerrar un bloque de 37. Aunque no le alcanzó para llegar al segundo puesto, la candidata a gobernadora bonaerense, Carolina Piparo, le permitía al frente más nuevo ganar nueve bancas por Buenos Aires, la misma cantidad que JxC.
LLA se destacó con tres bancas en Mendoza, Santa Fe y Córdoba. Pero tal vez el mayor mérito de los conducidos por Javier Milei es que ganaron escaños en casi todas las provincias, a excepción de aquellas en las que no presentaron candidatos, como Misiones, Santa Cruz y Neuquén. De las demás, sólo en La Pampa, Santiago del Estero y Catamarca no obtenía al menos un escaño.
Un dato que dejó la elección legislativa es que Juan Schiaretti se salió con la suya: su candidatura presidencial le permitió ganar tres bancas en Córdoba y llevar a cinco los representantes de su partido local, que dirigirá junto a su sucesor, Martín Llaryora. Seguirán aliados al bonaerense Florencio Randazzo, excandidato a vicepresidente. También estará el socialismo, que seguirá con dos bancas, porque logró retener la representación que ponía en juego. Asumirá Esteban Paulón.
Otra postal fue la banca que ganó la izquierda por Buenos Aires, que ocupará Christian Castillo, y le permitirá a este frente tener cinco escaños. Uno menos tendrá Provincias Unidas, la fusión de los partidos locales de Misiones y Río Negro, si es que se mantienen unificados, pero podrían sumar a un representante del gobierno local de Neuquén y a dos del de Santa Cruz. Dependerá de quién sea el presidente.