La ola libertaria obligó a Unión por la Patria y a Juntos por el Cambio a revisar las cuentas en la Cámara de Diputados, donde desde el 10 de diciembre tendrán dos opciones para aprobar una ley: dialogan entre sí o tienden puentes con la bancada conducida por un Javier Milei que, si en octubre se repite los números de las PASO, sumará 39 bancas a las tres que ya tiene.
El retroceso de los dos principales frentes electorales en el parlamento fue tan pronunciado este domingo que ni el más optimista imagina replicar el escenario de 2019, cuando Alberto Fernández y Mauricio Macri polarizaron y se repartieron casi todas las bancas en juego. Esta vez, habrá un cuadro de tercios y ninguna fuerza política tendrá cuórum propio para imponer una agenda legislativa, una promesa repetida en la campaña electoral, en el mandato presidencial que viene.
Patricia Bullrich es una de las que más insiste en tener antes de fin de año leyes sancionadas que cambien el rumbo del país. Pero con los números de este domingo, debería ser más mesurada. Si Juntos por el Cambio no mejora su performance en octubre, sólo obtendría 44 de las 55 bancas que ponen en juego, por lo que el interbloque bajaría de 116 a 105 votos, cada vez más lejos de los 129 necesarios para llegar al cuórum.
Un dato que dejó este domingo complica más las proyecciones legislativas de la exministra: de repetirse las mismas cifras, no habría aliados que le permitan abrir el recinto sin hablar con libertarios o con kirchneristas. Los partidos provinciales (Misiones, Río Negro y Neuquén) acumulan cinco votos; y el interbloque federal, coordinado por el gobernador de Córdoba, Juan Schiaretti, bajaría de ocho a siete votos.
El recinto se completaría con cinco votos del Frente de Izquierda (que sumaría uno por la provincia), José Luis Espert y el reemplazo del gobernador electo de Santa Cruz, Claudio Vidal. Otra consecuencia del avance libertario es que si Milei y JxC diseñan una agenda común, los partidos provinciales no podrían bloquearla y sus distritos perderían peso en las negociaciones con la Casa Rosada.
Para sumar diputados, Bullrich apuesta a robarle hasta cuatro puntos a Milei en octubre y tratar de desdibujarlo para que en diciembre parte de su tropa legislativa se mude a Juntos por el Cambio. Pero la impronta que le dio al libertario la ilusión de ganar la primera vuelta complica el plan.
Las debacle de JxC se debe a una merma de votos en las provincias grandes, que son las que más diputados reparten. Con los resultados de las primarias, perderían una banca por la Ciudad de Buenos Aires, otra por Santa Fe, dos por Buenos Aires y otras dos por Mendoza; y tres por Córdoba. También retrocedió en Entre Ríos, donde se quedaría con uno de cinco diputados en juego; y ni siquiera podrían renovar sus escaños en Formosa, Chaco y San Juan.
Una mejora en octubre por unos pocos puntos podría permitirle a JxC retener algunas de esas bancas, pero resulta difícil que le permita negociar en igualdad de condiciones con alguna otra fuerza política para abrir el recinto.
Caída libre del peronismo
Los resultados de este domingo vaticinan una debacle histórica del peronismo en Diputados, que retrocedería de 118 a 91 diputados, lejísimos del cuórum y sin chances de incidir en la agenda parlamentaria si hubiera un acuerdo entre JxC y la tropa libertaria.
Los 48 puntos de Fernández en 2019 permitieron al entonces Frente de Todos ganar 68 bancas, de las que sólo retendrían 41 si no superan los resultados de este domingo. La mayor caída fue en Buenos Aires, donde con los números de este domingo ganan 13 bancas, seis menos que hace cuatro años. El oficialismo también perdería las dos que vencen por Córdoba y Jujuy; ganaría dos de las cuatro que arriesgan en Santa Fe, una de las tres de Mendoza y tres de las cuatro de Ciudad.
Pero la mayor caída del peronismo se da por goteo en las provincias chicas porque en casi todas los libertarios llegaron al piso necesario ganar al menos una banca y en muchos casos se la robaron al peronismo. De esta manera, Unión por la Patria perdería al menos una banca en Chubut, Chaco, La Pampa, Neuquén, Río Negro, Salta, San Luis, Santa Cruz, Santiago del Estero, Tierra del Fuego y Tucumán.
El peronismo pudo celebrar mantener las dos bancas que vencen en Entre Ríos y sumar una más por Catamarca, una de las provincias que mejores noticias trae en las elecciones legislativas. No es poco en una época en la que, al menos en la Cámara de Diputados, las leyes pueden llegar a salir sin votos peronistas.