La Libertad Avanza y el PRO no dieron cuórum, pero el resto de los bloques sí. Presión de Loterías y de Angelici. Exigen que el proyecto vuelva a comisiones.
Martín Menem, a cargo de la sesión de la Cámara de Diputados.
La poderosa industria del juego sufrió un revés este miércoles en la Cámara de Diputados: pese a la fuerte presión, no logró evitar el cuórum en la sesión que tratará dictámenes para combatir la ludopatía. No bajaron al recinto La Libertad Avanza ni el PRO, pero Unión por la Patria, la Coalición Cívica y sectores del radicalismo garantizaron una mayoría.
De todas maneras, la industria lúdica dará batalla e intentará que los despachos vuelvan a comisiones, donde hubo un fuerte cruce entre Maximiliano Ferraro (CC) y Silvana Giudici (PRO). La polémica está instalada por la restricción publicitaria, que el texto de las fuerzas que dieron cuórum aplica en los medios tradicionales y también en las plataformas online. Sería un golpe de gracia al negocio de las apuestas deportivas.
En ese cruce, Ferraro acusó a la diputada de trabajar para el lobby de la compañía Codere y el binguero Daniel Angelici. La sesión de este miércoles fue convocada por la Coalición Cívica. Durante la reunión de labor parlamentaria, LLA y el PRO presionaron para suspenderla, pero no pudieron convencer a radicales ni a UP.
La presión de Angelici también se hizo sentir: no bajaron los cuatro representantes de Evolución, la línea de Emiliano Yacobitti, que reportan al bloque Democracia Por Siempre. La UCR oficial también tuvo las ausencias de los aliados al Gobierno, el chaqueño Gerardo Cipollini y Martín Tetaz.
Tampoco ayudó con el cuórum Miguel Pichetto, jefe de Encuentro Federal, quien aludió a un retraso personal. No estuvieron sus pares Florencio Randazzo, el chubutense Jorge Ávila, los cordobeses Ignacio García Aresca, la cordobesa Alejandra Torres ni Ricardo López Murphy.
La sesión fue posible por la presencia de la mayoría de Unión por la Patria y de los partidos provinciales, quienes de todos modos sintieron la presión de las agencias de loterías, que, a través de un comunicado emitido el fin de semana, pidieron dar de baja los dictámenes.
Las concesionarias del juego con actores centrales del mercado publicitario consideran que, si se les impide pautar, no podrán difundir prácticas responsables para la actividad. Una opción que evalúan los partidos provinciales es que la regulación requiera una adhesión de los gobernadores, lo que transformaría al proyecto en letra muerta.
Los dictámenes tienen aspectos similares respecto al combate a la ludopatía, como restricciones a menores de edad, límites a los medios de pago (se elimina la tarjeta de crédito) y la prohibición de participación de deportistas y árbitros. Impiden que los dueños de los sistemas de apuestas sean directivos de clubes deportivos y establecen límites a los juegos online, con la implementación de sistemas de verificación biométrica y un régimen de autoexclusión.
El gran debate gira en torno a la restricción publicitaria. Los textos son bien disímiles. El dictamen comprende la restricción a “las plataformas y redes sociales a través de internet, las tecnologías de la información y la comunicación, la comunicación audiovisual, la publicidad exterior, la cartelería en la vía pública o en espacios privados de uso público, medios de difusión gráfica, radiales, televisivos, emplazamiento del producto, podcast o cualquier otro medio de comunicación actual o que surja en el futuro”. Fue firmado por UP, la Coalición Cívica y Democracia por Siempre.
El despacho del PRO, la UCR y LLA prohíbe la publicidad “tanto de forma directa como indirecta a través de cualquier medio de difusión y comunicación”. Según explicó Giuidici en comisión, fue redactado así porque no es posible regular la actividad de internet por colisionar con la libre expresión, según jurisprudencia de la Corte Suprema. La radical Karina Banfi sostuvo que una redacción abierta, justamente, permite ajustar la restricción a nuevas prácticas culturales que puedan surgir.
Ferraro no está de acuerdo y tratará de aprobar el dictamen de mayoría, con la misma mayoría que dio cuórum. El PRO y LLA tratarán de impedirlo.