EL TRASFONDO DE LA PELEA

Desempoderada: Cristina Fernández de Kirchner pelea en minoría con José Mayans por los votos para la Corte

La expresidenta controla sólo 13 de las 33 sillas de UP en el Senado. Está en disputa la negociación con Milei por la ampliación del tribunal y otros cargos. El mapa de las bancas.

El contrapunto entre Cristina Fernández de Kirchner y el jefe del bloque de Unión por la Patria (UP) en el Senado, José Mayans, iniciado tras el amistoso intercambio entre el formoseño y la vicepresidenta Victoria Villarruel durante la última sesión, tiene un trasfondo: el control de los votos de la bancada peronista que definirá cómo se completa la Corte Suprema.

El capítulo son los pliegos de Ariel Lijo y Manuel García-Mansilla, pero la discusión podría prolongarse si el Gobierno accede a ampliar la integración del máximo tribunal. El botín en disputa incluye también las vacantes de la justicia federal, moneda de cambio de la negociación por los cortesanos en el Congreso.

Un dato explica cómo está el vínculo entre quienes definían la agenda del Senado: Mayans se fue a Formosa y no participó de la audiencia de García-Mansilla. Antes, en una reunión del senador con sus pares Anabel Fernández Sagasti y Juliana Di Tullio, el senador definió un comunicado en contra de Villarruel, por haber pedido reabrir las causas de la violencia setentista que se acordó el martes por la noche.

Cristina Fernández de Kirchner y José Mayans
Cristina Fernández de Kirchner y José Mayans.

Cristina Fernández de Kirchner y José Mayans.

La dupla femenina K también dejó claro al jefe de UP que -como contó Letra P- no aceptarán un juicio político contra el Presidente. Según la mirada del Instituto Patria, es una idea promovido por sectores del peronismo a los que considera marginales. No fue una advertencia casual: la desestabilización de Milei es, también, un gesto a Villarruel. La disputa por la Corte no fue resuelta en la cumbre tripartita. Se debatiría en un Zoom el jueves por la mañana.

Ocurre que el bloque UP tiene la llave de esa votación. Como se necesitan dos tercios del recinto (48 votos de los 72), se requieren, como mínimo, ocho de los 33 de los miembros de esa bancada para nombrar un juez de la Corte. La demanda de peronistas crece en la medida que haya disidencias en el resto del recinto, algunas ya confirmadas.

Un dato que no pasa inadvertido en el Senado es que CFK está en minoría en UP: en sus filas no cuentan más de 13 votos propios. Ni siquiera son suficientes para bloquear los dos tercios. Claro que el resto de la bancada no tiene una conducta homogénea y el rol de Mayans es clave.

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El Senado de la Nación, tras sancionar la reforma jubilatoria que rechaza Javier Milei.

El Senado de la Nación, tras sancionar la reforma jubilatoria que rechaza Javier Milei.

Esta ecuación explica por qué Recalde pidió una negociación amplia con el Gobierno para sumar jueces de la Corte que pudiera incluir hasta la sanción de otras leyes. Mayans fue más simple: reclamó que alguien de la Casa Rosada lo llamara. Su relación con Lijo es conocida y fue uno de los motivos de la molestia de CFK.

CFK con no más de 13 apóstoles

En abril de 2022, con el único objetivo de tener un cargo más en el Consejo de la Magistratura, Cristina dividió la bancada del Frente de Todos (FdT), que por entonces tenía 35 miembros.

Creó dos identidades que imaginaba vigentes después de las elecciones de 2023. Un bloque se llamó Frente Nacional y Popular, que agrupaba a referentes de gobernadores; y el otro, Unidad Ciudadana (UC), refugio del kirchnerismo duro.

El esquema tuvo algunas alteraciones: para que la entonces vice pudiera completar la Magistratura con figuras afines, Recalde se alistó en el FNyP. Estos bloques no se movieron con identidad y nunca se perdió la integración orgánica del frente. Pero las diferencias de origen quedaron expuestas y con el debate por los cargos en la Corte los más experimentados volvieron a hacer poroteo interno.

En el kirchnerismo cuentan con no más de 13 votos fieles, aunque no es un número fijo. El bloque UC tiene 16 miembros formales, pero hay al menos cuatro que no se alinean a libro cerrado con CFK.

Son los casos del salteño Sergio Levay, la jujeña Carolina Moisés, la fueguina Cándida López (leal al gobernador Gustavo Melella) y el puntano Fernando Salino, quien en su primera reunión con Mayans le aclaró que no era kirchnerista.

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Leavy fue más lejos: estuvo en conversaciones para sumarse al bloque Unidad Federal. Moisés no oculta su fastidio: votó a favor del Registro de Incentivos a las Grandes Inversiones (RIGI) -uno de los capítulos de la ley Bases- y se convirtió en una voz crítica de la bancada.

Este martes la jujeña cuestionó en un tuit la pelea entre Mayans y Cristina. En UC también otras zonas grises, como la del chubutense Carlos Linares, quien llegó con buen diálogo con CFK, pero pronto podría buscar otro destino.

Desorden

Los 20 miembros del bloque UP que no responden a CFK no están coordinados y se identifican varios grupos. Con las derrotas de 2023 en una decena de provincias, hay pocos referentes de gobernadores, el histórico músculo político del PJ en la cámara alta.

Se alistan con esa etiqueta el pampeano Pablo Bensusán; Jesús Rejal y María Florencia López (La Rioja); Mayans y María Teresa González (Formosa); Guillermo Andrada (Catamarca); Gerardo Montenegro, Claudia Ledesma y José Nuder (Santiago del Estero).

Hay tres casos intermedios, como la catamarqueña Lucía Corpacci, quien se maneja con autonomía de su gobernador Raúl Jalil; o la dupla tucumana integrada por Juan Manzur y Sandra Mendoza.

El primero está enfrentado a su gobernador y sucesor, el aliado del oficialismo Osvaldo Jaldo. La senadora tiene una relación intermitente con el mandatario, pero es socia a través de su marido, el intendente de Famaillá, José Orellana. Ya tuvo algunos gestos con el Gobierno en las votaciones.

CFK puede capturar otro voto de este bloque: el de la chaqueña María Inés Pilatti de Vergara, quien fue parte del bloque Unidad Ciudadana en 2017 y siempre se mostró leal a la expresidenta. Es el voto 13 asegurado.

Hay otras figuras de la bancada que perdieron territorio en diciembre y juegan al solitario, con amenazas de ruptura. Son los casos del exgobernador de San Juan Sergio Uñac, el santafesino Marcelo Lewandowski y el chaqueño Antonio Rodas. Todos suman para votar pliegos.

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Cristina Fernández de Kirchner y José Mayans.

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