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Derrota de Victoria Villarruel: el bloque de Santa Cruz no dio cuórum y no hubo votación de autoridades

Natalia Gadano y José María Carambia dejaron sus bancas vacías y se cayó la sesión preparatoria. El faltazo de Unión por la Patria.

Victoria Villarruel recibió este lunes un duro golpe en el Senado, a sólo tres días de lograr que fracasara la creación de una comisión para investigar el Libragate: como anticipó Letra P, el bloque de Santa Cruz, integrado por Natalia Gadano y José María Carambia, dejó sin cuórum la sesión preparatoria y no fue posible elegir autoridades.

La dupla austral reclamó sin éxito una solución a los despidos de YPF y, a modo de protesta, condicionaron su asistencia a la sesión a participar del reparto de cargos. No fue posible y no fueron. Tampoco resultó oportuna la conversión de Yacimientos Carboníferos Río Turbio (YCRT) en sociedad anónima. Ante la ausencia de Unión por la Patria, sólo hubo 36 bancas ocupadas, una menos que lo necesario para abrir el recinto.

De este modo, hubo renovación automática de las autoridades, pero la vicepresidenta no pudo nombrar como secretario administrativo a Emilio Viramonte, en reemplazo de María Laura Izzo.

Villarruel recién volvería a negociar con la oposición la semana próxima, luego de la Apertura de sesiones del sábado. Mientras tanto, el senador libertario Bartolomé Abdala continuará como presidente provisional -tercero en la línea sucesoria-, Carolina Losada (UCR) como como vicepresidenta, Silvia Sapag (Unión por la Patria) como vice primera; y Alejandra Vigo (Provincias Unidas), como vice segunda.

El cuadro de funcionarios también seguirá intacto a la espera de que abra el recinto. Además de Izzo, lo integran Agustín Giustinian (secretario parlamentario); Lucas Clark (prosecretario administrativo) y Dolores Martínez (prosecretaria legislativa), ambos de la UCR; y Manuel Chavarría (prosecretario de coordinación operativa), cercano al aliado Juan Carlos Romero. El plan de Villarruel era que renovaran todos este lunes.

Negociación fallida de Victoria Villarruel

Carambia y Gadano advirtieron a Villarruel hace diez días que no iban ayudar con el cuórum si su agenda de temas no era tenida en cuenta. Incluye terminar con los despidos de YPF (proponen sustituirlos por jubilaciones anticipadas) y un proyecto para promover la explotación de gas y petróleo convencional.

Esta última iniciativa fue pedida en la última sesión, pero no hubo un compromiso explícito del Gobierno de incorporarlas al plan de sesiones ordinarias. Gadano fue la encargada de dejar un mensaje: si no se aceleraban estas cuestiones, sólo iban a participar de la sesión para suspender las PASO. Para marcar la cancha, en la sesión del jueves también votaron a favor de la comisión investigadora del LibraGate y de la interpelación a Karina Milei.

El viernes se encargaron de dar señales de que estaban dispuestos a romperlo todo. En diálogo con autoridades de otros bloques, Carambia pidió la presidencia previsional para dar cuórum. Fue una provocación para ser escuchado. Ese día Villarruel recibió otra mala noticia: el exlibertario Francisco Paoltroni también quería un cargo para ocupar su banca.

Este lunes, Gadano participó de la reunión de labor parlamentaria junto al resto de autoridades de bancada y puso más condiciones para ayudar con el cuórum: exigió la prosecretaría administrativa. Villarruel se la rechazó, con la certeza de que ya no tenía chances de sesionar. La UCR no iba a ceder a Clark, que responde al gobernador de Mendoza, Alfredo Cornejo. Hubo una última reunión de autoridades de bloques 15 minutos antes de la sesión, pero la dupla austral nunca apareció.

No hay cuórum

Sin cuórum posible, los jefes de bloque querían abandonar el palacio, pero la vicepresidenta les pidió quedarse. "Vamos al recinto a dejar testimonio", solicitó. Para ese entonces, ya habían llegado de urgencia, desde Aeroparque, Flavio Fama (UCR) y Lucila Crexell (Neuquén).

Con el retorno del radical Víctor Zimmermann, quien renunció a un cargo en Chaco para sumar un aliado oficialista, Villarruel podía aspirar a tener 38 votos sin tocar la puerta de Unión por la Patria. Son dos menos que el cuórum, por lo que sí faltaba la dupla austral, no era posible votar las autoridades.

Si la sesión empezaba el panorama estaba despejado para el oficialismo, porque UP tenía dos ausencias confirmadas: la jujeña Carolina Moises, quien el jueves ayudó al Gobierno a sancionar el paquete de seguridad; y la santiagueña Claudia Ledesma.

La UCR tuvo una reunión de bloque express en el tercer piso del palacio.El jefe, Eduardo Vischi, evitó hablar del papelón de haber boicoteado el proyecto de la comisión investigadora del LibraGate, que él mismo había firmado. El encuentro no terminó bien: "Le pedimos que haya ecuanimidad y nos acusó de pedir contratos", se indignó un senador radical que cuestiona la conducción del correntino.

Los más molestos en la UCR eran Maximiliano Abad, Martín Lousteau y Pablo Blanco. Los dos primeros fueron los últimos en ingresar al recinto pero no podían faltar, porque necesitaban la continuidad en las prosecretarías de Clark y Martínez, cercana al economista. Paoltroni se hizo desear: fue necesario que un asesor se acercara a su banca para que se logueara. Los senadores de UP seguían los sucesos detrás de las cortinas, con las certezas de que sin la dupla de Santa Cruz no habría cuórum.

Transcurrida la media hora de espera, Villarruel llamó a los jefes de bloque, y en una breve reunión en el salón azul decidió levantar la sesión. En el recinto, Romero aclaró que las autoridades se renovaban hasta nuevo aviso. Nadie sabe cuándo será.

Víctor Zimmermann y Eduardo Vischi (UCR), claves en la votación. 
José María Carambia, uno de los senadores que intenta convencer Javier Milei

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