"Nada grande, nada estable y duradero se conquista en el mundo cuando se trata de la libertad de los hombres y del engrandecimiento de los pueblos, si no es a costa de supremos esfuerzos y dolorosos sacrificios". La frase, pronunciada por Julio Argentino Roca, fue elegida por el nuevo presidente de la Nación, Javier Milei, para ponerle fin a su dramático relato de la herencia que recibe y la economía de guerra que anuncia para el comienzo de su gestión.
El primer discurso de Javier Milei como Presidente | 10/12/2023
En el discurso se esfumó el Milei de la campaña, que prometía que el ajuste lo pagaría "la política", y emergió el de la gestión, que comenzó a hablar del "Estado". Lo primero, que sugería que "el ajuste es el otro", abre paso a la idea –más realista– de que el costo social se traducirá en salarios pisados en la administración pública y en esperables despidos, tendencia que se derramará sin remedio, a través del vehículo de la recesión, a la totalidad del universo laboral.
Frente a una multitud, que no fue impresionante pero sí relevante, el nuevo jefe de Estado innovó al pronunciar su discurso inaugural ante la gente, al pie de las escalinatas del Congreso y no, como es la tradición, frente a la Asamblea Legislativa. De espaldas a la casta; de frente al pueblo. La nueva derecha nace populista, pero el suyo será un curioso populismo de la austeridad.
El relato de la herencia –real– del 45% de pobreza, estanflación y desequilibrios varios, que atribuyó al kirchnerismo y al populismo, fue predominante y más propio del economista que del político que pareció nervioso al momento de la jura y desorientado ante las rigideces del protocolo.
A su alrededor, Victoria Villarruel se mostró en esa instancia exultante, Cristina Fernández de Kirchner por momentos tensa y por momentos de buen humor y Alberto Fernández ansioso por terminar con el trámite de su presidencia e irse a su casa. CFK saludó a Milei, pero no a su sucesora al pasarle la batuta; Fernández, a todos, pero a Cristina solo al final, casi por compromiso y en medio de una burbuja de aire gélido.
No hay plata
Cuatro veces mencionó el nuevo mandatario la misma frase, leit motiv de la nueva era. "No hay solución alternativa al ajuste y al shock", dijo y remató: "No hay plata". La ciudadanía, aterrada por el espectro de una hiperinflación que cifró en un creativo 15.000%, queda advertida de lo que se comenzará a anunciar, como una avalancha, a partir de este lunes, cuando las luces de la fiesta efímera se hayan apagado. No habrá alternativa y cualquier diferencia ideológica que se plantee será cuestión de "progresistas sensibleros" que nos llevarán a la Venezuela de Hugo Chávez y Nicolás Maduro. El gentío bramó y pidió motosierra.
https://publish.twitter.com/oembed?url=https%3A%2F%2Ftwitter.com%2FLetra_P%2Fstatus%2F1733869798260461989&partner=&hide_thread=false
El relato del economista Milei no ahorró en tecnicismos y habló de déficit fiscal, pasivos remunerados, deuda pública, deuda en dólares con importadores, deuda con empresas que se han visto imposibilitadas de girar remesas y deuda por vencer con acreedores de todo tipo. "El desafío será titánico", señaló, pero el mismo será en pos de "la nueva era que comienza en la Argentina".
El técnico le puso números a la cuestión: un déficit que cifró en 10% del PBI en el Banco Central y uno del 5% del Tesoro; ese será el tamaño de los recortes que presentó, de modo oblicuo, a mitad de camino entre lo que había prometido en la campaña y la realidad que viene. "Por primera vez, el ajuste lo pagará el Estado y no el sector privado", definió.
Sutil trampa del lenguaje. Donde hoy dice "el Estado", en la campaña decía "la política". La diferencia radica en que en el primero de esos conceptos sufrirán "argentinos de bien", trabajadores que estarán sujetos recortes reales de sus ingresos en medio de una inflación que se espiralizará. Otros, directamente serán cesanteados. La recesión, inflación, suba drástica de tarifas de servicios públicos y –claro– caída de ingresos harán lo demás, para que el costo también lo pague el resto de la clase trabajadora.
El que no pagará, en general, será el sector privado, dijo, aunque el mundo pyme dependiente del consumo doméstico no la pasará nada bien. La nueva Argentina ya tiene una lista, escrita en negro bien contrastante sobre blanco, de ganadores y perdedores.
https://publish.twitter.com/oembed?url=https%3A%2F%2Ftwitter.com%2FLetra_P%2Fstatus%2F1733877400994292155&partner=&hide_thread=false
El presidente que juró como católico, sobre los Santos Evangelios, habló como el hombre que va en camino a la conversión al judaísmo, con lo que introdujo un –sugestivo– elemento religioso a su mensaje. La derecha nueva, que miraban emerger en este suelo Jair Bolsonaro, Santiago Abascal y Víktor Orban, es así: bien populista.
"No es casualidad que esta inauguración coincida con la fiesta (judía) de Jánuca, la fiesta de la luz, que representa el triunfo de los débiles sobre los poderosos, de los pocos sobre los muchos, de la luz sobre la oscuridad y de la verdad sobre la mentira", dijo.
"Ustedes saben que prefiero decirles una verdad incómoda que una mentira confortable", pasó en limpio, antes de rematar con otra cita vinculada al judaísmo: "El triunfo va a depender de las fuerzas que vienen del cielo".
Con todo, si la construcción política es populista, el discurso es netamente liberal. Por un lado, porque, como siempre, promete que la prosperidad llegará después de un enorme empobrecimiento; por el otro, porque el ajuste ya no es el otro sino vos.
Otros asuntos sensibles, como la salud, la educación y la seguridad, merecieron menciones menores; queda claro que la prioridad será ordenar la economía, aun cuando ello demande un deterioro mayor al que describió crudamente en esas áreas.
Al referirse a la inseguridad y el narcotráfico, la gente clamó: "¡Policía, policía!". Erraría Milei si creyera que el 30% que lo votó con convicción, el 25% que lo prefirió a Sergio Massa y esa multitud módica serán escudos suficientes para el nivel de conflicto que generará su visión de la nueva Argentina.
Llega la hora de la verdad: desde este lunes se conocerá la letra chica de su plan.