Javier Milei asumió la presidencia de la Nación en una ceremonia fugaz realizada en el Congreso, en la que por primera vez en la historia el discurso no fue pronunciado en el recinto, sino en la explanada del palacio.
La ceremonia se inició a las 11.45 y fue presidida por Cristina Fernández de Kirchner, quien se mostró de buen humor y cruzó palabras y sonrisas con Milei mientras ambos miraban la ornamentación distintiva con la figura de un león en la cabeza del bastón presidencial.
El flamante presidente fue vitoreado por los invitados que coparon la tercera bandeja de los palcos de Diputados, lo recibieron con aplausos y arengas libertarias. Desde la primera bandeja siguieron el evento invitados especiales, como el padre y la madre de Milei, y la pareja, Fátima Flores.
Cristina Fernández de Kirchner y Javier Milei, riéndose por el bastón presidencial
En el bajo recinto se ubicaron los miembros de la Corte Suprema de Justicia, los futuros integrantes del Gabinete, los gobernadores e invitados especiales cómo el rey Felipe VI de España, el expresidente de Brasil, Jair Bolsonaro; y el jefe de Estado de Ucrania, Volodimir Zelensky. De remera, intercambió algunas palabras con Viktor Orban, el primer ministro de Hungría y aliado del líder ruso Vladimir Putin.
Junto a ellos estuvieron los expresidentes de Argentina Adolfo Rodríguez Saá, Eduardo Duhalde y Mauricio Macri, quien llegó al final y se mantuvo cerca del estrado para ser el primero en saludar a Milei.
El economista arribó a las 11.30 por el ingreso central del palacio para firmar el libro de actas e ingresar al recinto junto a Cristina. Ya lo esperaba el presidente saliente, Alberto Fernández, encargado de ponerle la banda y entregarle el bastón de mando.
El acto de asunción fue fugaz. Cristina se encargó de la jura y despidió a Milei con varias palabras al oído antes de irse. Axel Kicillof fue de los últimos gobernadores en saludarlo. Luego, la vicepresidenta Victoria Villarruel leyó unas palabras de agradecimiento y se fue junto al nuevo jefe de Estado.
Congreso hostil
La asamblea fue deslucida, porque ante la certeza de que el presidente no hablaría hubo muchas ausencias: pese a que el recinto no debería haber alcanzado para la totalidad de representantes, se vieron bancas vacías.
El bloque de Unión por la Patria (UP) en Diputados se ubicó en el espacio del hemiciclo reservado para los oficialismos, mientras que sus colegas de La Libertad Avanza permanecieron en el centro, donde suelen acomodarse los partidos provinciales. También estuvieron ahí durante la asamblea legislativa.
Javier Milei Mauricio Macri Victoria Villarruel.jpg
La izquierda, con sus cinco miembros de la Cámara de Diputados, aprovechó un intervalo para exhibir pancartas con la frase “No al plan de motosierra de Milei contra el pueblo”. Le respondieron desde el palco superior: “Sí a la motosierra”, gritó la tribuna libertaria, que recibió a Milei con aplausos.
Además del oficialismo, sólo representantes del PRO (no la totalidad) celebraron la llegada del presidente. El resto del recinto ignoró a Milei. Máximo Kirchner asistió, pero se ubicó en un rincón, donde era muy difícil tomarlo con las cámaras. El bloque del Senado de Unión por la Patria sí se hizo notar: se acomodó frente al estrado, donde suelen estar los taquígrafos.
La asamblea tampoco pudo ocultar las internas de LLA. La vicepresidenta Victoria Villarruel no fue aplaudida como Milei y el senador oficialista Francisco Paoltroni, elegido por el primer mandatario como presidente provisional, vio la sesión parado. Este sábado había denunciado un supuesto acuerdo de la vice con el peronismo para bajarlo. Es uno de los problemas que deberá resolver el binomio presidencial desde el lunes.
Otro punto de debilidad de LLA fue que sólo sus representantes se quedaron en el recinto a escuchar el discurso de Milei, pese a que se invitó a quien más quiera a quedarse. También se quedaron los cuatro miembros de la Corte. Ninguna otra fuerza lo hizo.