El Movimiento Evita se encamina a romper el bloque peronista en la Cámara de Diputadas y Diputados de Santa Fe. La jugada, revelada este jueves por Pablo Fornero, podría ser la primera consecuencia del estrago producido por la derrota catastrófica sufrida por el oficialismo en las elecciones provinciales, un síntoma del estado revulsivo en el que entró el PJ local el domingo a la noche. No obstante, como toda noticia siempre se entiende mejor puesta en su contexto y en su marco histórico, la concreción de esa maniobra podría ser, con una ampliación de la foto para abarcar el escenario nacional, un déjà vu, un viaje al pasado reciente, a la vez que un spoiler de lo que podría pasar si las elecciones presidenciales del 22 de octubre ratificaran el resultado de las PASO. A Cristina Fernández de Kirchner se le ponen los pelos de punta.
En los movimientos que ensaya la organización que comanda Emilio Pérsico es posible adivinar la influencia de cierto rasgo genético del colectivo tributo a la abanderada de los humildes, así como una suerte de modus operandi y -¡Bingo!- un nombre que se repite. Un juego de espejos.
En junio de 2016, siete meses después de la derrota peronista en el ballotage de noviembre del año anterior y seis meses después de la llegada de Mauricio Macri a la Casa Rosada, el bloque del Frente para la Victoria perdió seis bancas en la Cámara baja nacional por la deserción de la representación del Movimiento Evita. La fuga debilitó al kirchnerismo, pero no fue la primera: en febrero, había perdido otras 21 bancas por el éxodo liderado por Diego Bossio, que armó el Bloque Justicialista como plataforma para ejercer "una oposición responsable".
En el sexteto del Evita que pegó aquel portazo se encontraba la santafesina Lucila De Ponti. Siete años después, quien amenaza con armar un monorrancho aparte pero de la Cámara baja provincial es... Lucila De Ponti. ¡Santas coincidencias!
En 2016, la deserción quebró para siempre la relación del kirchnerismo con el Evita, que se empoderaría en esos años como principal interlocutor de la oposición con el gobierno macrista y gestor preferido de la ministra de Desarrollo Social, Carolina Stanley, de la ayuda social que la administración Cambiemos fue incrementando conforme progresaba la crisis que golpeaba a los sectores más vulnerables.
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Junio de 2016. Carolina Stanley y Emilio Pérsico.
Las huestes de CFK le reprocharon duramente ese rol al Evita, que recibió el beneficio del indulto de la expresidenta en 2019, como gesto para favorecer el armado más amplio posible del Frente de Todos. La guerra continuó en los subsuelos del oficialismo: Pérsico y el Chino Navarro, el otro referente de la organzación surgida del estallido de 2001, pusieron sus tropas al servicio de Alberto Fernández en la interna feroz que el Presidente libró con CFK.
"La Cámpora vs. el Evita: choque de trenes en el Frente de Todos", tituló Letra P una nota de José Maldonadopublicada en mayo de 2022. “'Afiliaciones truchas', 'egresado del Partido Intransigente' y pelea por los planes sociales. Los ejércitos del cristinismo y el albertismo se pintan la cara", anunciaba. Menú picante.
La pulsión fracturista del Evita tendría otra manifestación poco después, en septiembre de ese año, cuando la bodega del Titanic empezaba a inundarse y el propio Pérsico, a la salida del acto de lanzamiento de su Partido de lxas Comunes, un sello que armó con Barrios de Pie para pelear lugares en las listas del proceso electoral que se acercaba, le dijo al mismo periodista de este portal que el Evita podría abandonar el Frente de Todos y "buscar otro camino" si el Gobierno no cambiaba de rumbo. Perro que ladra pero ya mordió es candidato a volver a morder.
¿Qué haría el Movimiento Evita si, como en 2016 a nivel nacional y el domingo pasado en Santa Fe, el peronismo perdiera y tuviera que volver al llano el próximo 10 de diciembre? ¿Qué caminos tomarían los sectores que conforman Unión por la Patria, que desde el inicio mismo de la gestión convivieron en el conflicto que, a su vez, fue horadando la coalición electoral hasta reducirla a un rejunte atado con alambres?
La vicepresidenta, que ya se quemó con esa leche, ve los aprestos rupturistas de la embajadora santafesina de Pérsico y Cía. y llora, pero está pertrechada ante eventuales focos rebeldes, como resumió Gabriela Pepe en el primer párrafo de la nota que escribió el 25 de junio de este año, cuando todavía humeaba el campo de batalla del cierre de listas de la recién nacida Union por la Patria: "Once diputados sobre los primeros quince de la provincia de Buenos Aires, la mitad de la oferta electoral para la Cámara baja, con predominio en el Senado, además de imposición de propios en los distritos en los que no gobierna el oficialismo. Cristina Fernández de Kirchner dio su aval para la fórmula presidencial encabezada por Sergio Massa, pero se aseguró un pelotón de leales en el Congreso para atravesar los próximos cuatro años, tanto bajo un gobierno del líder del Frente Renovador como en la resistencia, siendo oposición". Más vale prevenir, aprendió CFK.