Ola violeta

Córdoba: Martín Llaryora asume el golpe del 26-O y pone la mira en la gestión con la reelección como objetivo

El gobernador no lee el triunfo de Milei como una advertencia de su electorado, pero prepara un repliegue táctico. Elecciones en abril 2027, la jugada probable.

El gobernador del Córdoba, Martín Llaryora, celebró que Provincias Unidas se convirtiera en tercera fuerza nacional, pero este lunes giró el timón hacia la gestión que, entiende, no se juzgó en este turno. La carrera por el ‘27 empezó la noche de este domingo que confirmó la segunda ola violeta de Javier Milei.

En el arco político empezó a correr rápido la sospecha de que Llaryora adelantará la compulsa local lo máximo que pueda para despegarla de la ronda nacional. ¿Un otoño electoral? Es una probabilidad altísima, porque el gobernador está facultado para hacerlas desde la última semana de marzo si así lo cree conveniente. "Con la foto de hoy, abril o mayo es lo mejor", soltaron altas fuentes, que piden esperar que la espuma baje, mientras hacen cálculos.

Estructura para sostener, no para ganar en Córdoba

El peronismo provincial creyó que con el “voto estructura” podía ganarle a Milei en el distrito. La dispersión opositora podría haber contribuído a la guerra de núcleos duros que imagiinaban en el campamento de Llaryora. Sorprendieron los más de 93 mil votos que sacó el armador desterrado de La Libertad Avanza, Agustín Spacessi, quien probablemente le arrebató la chance de la sexta banca a la tropa de Gabriel Bornoroni.

El punto que rascaron los amarillos Oscar Agost Carreño (PRO) y Héctor “La Coneja” Baldassi (Ciudadanos) sumó en la licuación de ese voto moderado de Juntos por el Cambio que no se identifica con el Presidente, pero tampoco con el peronismo cordobesista.

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Martín Llaryora y Juan Schiaretti quedaron detrás de La Libertad Avanza en Córdoba

Martín Llaryora y Juan Schiaretti quedaron detrás de La Libertad Avanza en Córdoba

El resto de la oposición libertaria sumó chauchas y palitos. Con el diario del lunes, quedó demostrado que no lograron la dispersión suficiente del voto para calzar un triunfo inédito de la lista de Provincias Unidas, con Juan Schiaretti a la cabeza. Tampoco para acolchonar una posible derrota. Los 14 puntos de distancia entre las fuerzas que polarizaron en el bastión fueron indisimulables.

El retiro espiritual será la etapa que sigue. Si desde este medio señalábamos, antes de los resultados las dificultades que tenía Llaryora de anular el germen anti-K que su candidato ayudó a implantar en el electorado por casi dos décadas, no puede subestimarse un apoyo al cordobesismo desde 1999 a esta parte. “Las nacionales nunca impactan en las provinciales”, recitan como un mantra sagrado.

Sin embargo, la interpretación de ese electorado que asoma detrás de la segunda ola violeta se hace necesaria para anticipar cambios más profundos.

Las señales de alerta que recibió Martín Llaryora

La red de autoridades municipales que el ministro de Gobierno, Manuel Calvo, urdió con dedicación casi full time mostró dudoso poder de tracción. Por caso, el radical que comanda Tanti, Emiliano Paredes, perdió en la localidad que gobierna en el Valle de Punilla.

La tropa propia tampoco pudo. El ministro de Cooperativas, candidato y exintendente del Gran Córdoba, Gustavo Brandán, no garantizó el triunfo en Colonia Caroya. Daniel Passerini, Alejandra Vigo y Miguel Siciliano, que asomaba como posible candidato a la sucesión capitalina, deberán soportar la vergüenza de una derrota que rozó los 19 puntos. El intendente de Villa María, Eduardo Accastello, que jugó con la dirigente de su riñón en la lista, Verónica Navarro Alegre, perdió por más de 15 puntos con LLA. En Río Cuarto, con el referente Juan Manuel Llamosas, el cordobesismo quedó 12,5 puntos detrás. En San Justo, Ignacio García Aresca, cerró con un 8% de desventaja.

Provincias Unidas schiaretti llaryora y candidatos PJ capital
Menos Carolina Basualdo, los candidatos de Provincias Unidas perdieron todos en sus bastiones de origen

Menos Carolina Basualdo, los candidatos de Provincias Unidas perdieron todos en sus bastiones de origen

“El único ganador fue Milei. Schiaretti perdió por la ola violeta, no perdió por Natalia de la Sota”, consienten en la escudería del exgobernador, pero la sumatoria de derrotas de lo mejor que tenía el cordobesismo obliga a la pregunta acerca de si no hubo un mensaje tácito para la administración cordobesista. Llaryora jugó en este turno con una apuesta de plebiscitar -o al menos testear- la guerra entre el Modelo Córdoba y el Modelo Libertario.

Era necesario por el clima social, pero fundamentalmente porque el contexto en el que buscará su reelección en el ’27 no serán los de Schiaretti y José Manuel de la Sota, que convivieron con un kirchnerismo que manejaba los mismos códigos políticos. El oficialismo cordobés se zambulle al ’27 con un historial a su favor. Las elecciones de medio término no determinan a las ejecutivas locales, pero es un escenario dinámico y cada vez más imprevisible.

Ya lo dijo Llaryora en el cierre de campaña: ninguna elección de 2023 cerró con el resultado previsto. Dos años después, el panorama asoma igual.

La elección anticipada de Gabriel Bornoroni como rival

No es casual que en los vértices del poder provincial le entreguen la medalla de plata a Karina Milei y catapulten al jefe de la bancada oficialista en Diputados como el candidato puesto para la gobernación. Bornoroni armó esa lista que la hermana presidencial aprobó. Esa nómina con Milei detrás le ganó al “Gringo”.

Detrás del impuslo prematuro hay una intención: empezar a instalar que Luis Juez y Rodrigo de Loredo no tienen posibilidades, como no las tuvieron ahora. O, mejor, que la atomización opositora será el recurso a aplicar.

roca y karina milei
Gonzalo Roca y Karina Milei en Córdoba

Gonzalo Roca y Karina Milei en Córdoba

¿La oposición aprendió la lección de 2023 y ejercitará la unidad? ¿Podrán resolver tensiones Juez y Bornoroni, que en la noche del domingo hablaron de “recuperar” Córdoba? ¿Qué rol tendrá De Loredo en el trío de aspirantes? ¿Resolverá Karina que no cambió el libreto para Córdoba, pese a todo?

La imprevisibilidad mileísta es un punto que no puede soslayarse, como el más de millón de personas que no fue a votar que impide las proyecciones tajantes.

Llaryora asume esta nueva etapa con la prioridad de garantizar una buena gestión para lograr la reelección en dos años. Este martes, reaparecerá en público con la inauguración de dos kilómetros de la nueva arteria de la avenida Padre Luchesse, en Villa Allende. Aceptará la oferta de diálogo que Milei hizo en su festejo, aunque al cierre de esta nota no había surgido ningún contacto desde la Casa Rosada.

“Veremos cuándo y para qué llaman al diálogo”, aseguran en el gobierno provincial que, por ahora, no tienen en la mira cambios en su gabinete.

La Libertad Avanza gana en Córdoba, Santa Fe y Entre Ríos
Natalia de la Sota

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