El intendente lanzó el Consejo Interreligioso Social. Qué lugar tienen católicos y evangélicos en tiempos complejos. El inicio de una relación política.
Damián Bernarte recibió hace unos días a monseñor Miroslaw Adamczyk, representante del Papa Francisco en la Argentina.
Cuando el gobernador de Córdoba, Martín Llaryora, fue intendente de San Francisco trazó puentes con los cultos religiosos. Ese camino lo continúa a su manera Damián Bernarte con el objetivo de encontrar aliados para enfrentar el ajuste económico del presidente Javier Milei, el cual lastima el entramado social.
Bernarte sumó a la Iglesia Católica en este desafío y conformó el Consejo Interreligioso Social, junto a otros cultos como el evangélico, una grey que valora el espacio otorgado aduciendo que se siente escuchada.
Justamente el clero argentino viene de mostrar una preocupación contenida ante el veloz incremento de la pobreza y su fuerte impacto en las infancias, atado además del incremento del desempleo. Fue el pasado 25 de mayo, en la Catedral Metropolitana y en el primer Tedeum, que el presidente Milei recibió el cuestionamiento en voz del arzobispo de Buenos Aires, Jorge Ignacio García Cuerva.
Previendo lo que podía venirse en diciembre pasado, con la victoria del “león” libertario consumada, Bernarte asumió su mandato y creó la Secretaría de Políticas Sociales para darle relevancia a una situación que poco a poco se fue volviendo extrema.
“El momento es complejo y solos no alcanzamos atender toda la problemática”, explicó Bernarte a Letra P, para justificar el acercamiento con los cultos religiosos.
Una de las iniciativas más importantes que surgió del Consejo Interreligioso Social en San Francisco fue la creación de un refugio nocturno con capacidad para 16 personas en situación de calle, el cual funciona a pleno por estos días en una dependencia municipal que sirvió hasta no hace mucho como sede de Cáritas.
El desafío ahora pasa por implementar en el corto plazo un Centro de Prevención de Adicciones destinado a la realización de acciones, campañas e iniciativas vinculadas con la prevención. Para ello se piensa sumar a la Comunidad Terapéutica del Hospital Iturraspe y otras instituciones de la ciudad cabecera del este cordobés.
El fin no solo es enfrentar el flagelo del consumo de drogas, también se apuntará al alcoholismo y la ludopatía. Este fue un compromiso que tomó el intendente en la apertura de sesiones legislativas el pasado 1 de marzo.
Lo que se piensa poner en marcha es un centro preventivo local (RAAC), que procurará constituirse en un espacio de primera escucha y de asistencia de personas o familias que sufren distintos flagelos.
San Francisco fue históricamente una comunidad muy religiosa donde impera el catolicismo. Sin embargo, en los últimos años se fueron afianzando otros cultos religiosos. Puertas adentro del gobierno municipal saben que sentarlos en la mesa de las decisiones es, de alguna forma, encontrar voces que representen a una importante cantidad de la ciudadanía.
Asimismo, el contacto fluido y constante con estos sectores permite a la gestión de Bernarte acceder a realidades, información y datos que no maneja en el día a día. Están seguros que eso les otorga un panorama más completo de lo que ocurre puertas afuera del palacio municipal.
No obstante, esa unión es otro claro ejemplo de lo que se busca en San Francisco: abrir la gestión en materia social como se hizo ya en obras de infraestructura con la asociación de los sectores público y privado.
“En lo que tiene que ver con lo social, nos parece que las iglesias son actores fundamentales. Por eso decidimos crear el Consejo Interreligioso Social donde participan la iglesia católica apostólica romana, la cristiana evangélica, el estado municipal y donde hemos generado en concreto acciones que consideramos importantes”, explicó Bernarte.
El intendente viene de recibir hace unos días en San Francisco al nuncio apostólico en la Argentina, monseñor Miroslaw Adamczyk, representante del Papa Francisco en la Argentina, que llegó en el marco de una visita de carácter protocolar y recalcó que la relación que existe entre el Estado y la Iglesia “es muy natural”.
La llegada de Adamczyk fue por gestión del obispo diocesano, Sergio Buenanueva, y el vicario general de la diócesis local, Gustavo Zaninetti: “Mi visita a las autoridades municipales tiene que ver con agradecer la buena colaboración que tienen con la Iglesia de San Francisco”, le dijo al intendente.
El padre Mario Ludueña, que representa a la Iglesia Católica de San Francisco, destacó la relación con el municipio: “Es una actitud muy valiosa de escucharnos mutuamente, lo cual permite descubrir que tenemos un montón de coincidencias al contar con un diagnóstico de primera mano en materia de adicciones, por ejemplo”.
En el mismo sentido opinó el pastor Gabriel Francucci, quien rescató el trabajo conjunto entre las distintas agrupaciones cristianas y la Iglesia Católica.