Como explicó Letra P, el bloque Santa Cruz acordó con el Gobierno para retirarse del recinto en la votación en particular, para ayudarlo a construir mayorías.
A cambio, José Rolandi, el funcionario encargado de negociar, aceptó sostener el artículo de la reforma fiscal que sube a 5% las regalías mineras. Pero, como le habían avisado a Carambia, sólo sería para proyectos nuevos. Con los santacruceños ausentes, fue posible aprobar las facultades delegadas, aun con el voto en contra de Lousteau y el radical Maximiliano Abad.
Para todos los temas, La Libertad Avanza se mantuvo con un piso de 33 votos, cuatro menos que el cuórum, construido con el PRO, Unidad Federal, Cambia Federal, los partidos provinciales y la mayoría de los radicales.
La ley ómnibus de Javier Milei
La ausencia de los santacruceños le permitió a LLA aprobar los primeros dos títulos del proyecto, que terminaron en un 35 a 35, por los rechazos de Lousteau y Abad. El primero de los apartados es la declaración de emergencia, que autoriza las facultades delegadas.
El otro es la reforma del Estado, que habilita una amplia gama de temas, como intervenir organismos, privatizar empresas públicas, cambiar el régimen de empleo público y los cambios al modelo de procedimiento administrativo.
Para ablandar a la UCR, el Gobierno amplió la lista de organismos a proteger, que ya había crecido en las comisiones: se sumaron organismo de la cultura; mientras que la Comisión Nacional de Energía Atómica no podrá ser intervenida.
El título tercero, de contratos y acuerdos transaccionales, fue uno de los que tuvo 37 a favor, por la adhesión de Lousteau al oficialismo. En el apartado siguiente, sobre la promoción del empleo registrado, el economista protagonizó un momento insólito: pidió cambios, no se los concedieron, pero votó a favor igual.
El resultado fue un empate en 35, porque hubo dos radicales que rechazaron: Abad y Pablo Blanco. Enterados de que el economista no había acompañado sus propios reclamos, cuando se volvió a considerar, se sumaron a la alianza oficialista.
Lousteau, la ayuda tácita
Lousteau repitió su posición en el capítulo de modernización laboral, en el que también había sugerido cambios. El resultado fue 37 a 33. La única derrota del gobierno se dio en el artículo 96, que deroga el estatuto del viajante.
Fue un pedido de la chubutense Edith Terenzi, que se impuso con dos tercios: 56 a 18. En Diputados se necesita esa mayoría para ratificar el artículo original.
El capítulo sexto, de promoción energética, también se aprobó 37 a 33, pese a las súplicas del kirchnerista Oscar Parrilli, para que sea rechazado. “Con esta reforma no importará la producción en el país, porque todo se va a regir por precio”, se lamentó.
El Registro de Incentivo a los Grandes Inversores (RIGI) fue aprobado con 38 votos, por el aporte de tres miembros de Unión por la Patria: Guillermo Andrada (Catamarca), Carolina Moises (Jujuy) y Sandra Mendoza (Tucumán). Los primeros dos se deben a los proyectos mineros; mientras que la tucumana fue el gesto del gobernador Osvaldo Jaldo que esperaba Milei.
Lousteau batalló sin éxito para eliminar este capítulo. “Este capítulo lo escribieron abogados de las grandes empresas y no la defiende nadie. Sólo los que serán beneficiados”, cuestionó.
Como explicó Letra P, el Gobierno hizo varios cambios al sistema, para acotar los rubros que se beneficiarán con exenciones impositivas y mejoras cambiarias por inversiones de 200 millones de dólares.
Serán las agroforestales, infraestructura, minería, energía y tecnología. A último momento se incorporó la siderurgia, el petróleo, el gas y el turismo. Habrá un registro de pymes para que sean proveedoras.
Tabaco y educación
El único artículo eliminado fue el que elimina la moratoria previsisonal y la sustituye por una prestación proporcional. Sí se aprobó el artículo que sube los impuestos al tabaco, envuelto en una fuerte polémica en Diputados, que dividió a los bloques. Se lo conoce como el capítulo Pablo Otero, el dueño de la tabacalera Sarandí, acusado de evadir impuestos.
Tuvo 33 votos a favor, 10 en contra y 27 abstenciones de Unión por la Patria. El resto del bloque votó en contra. También se dividió la UCR, con el rechazo de Lousteau; y La Libertad Avanza, con tres de sus siete miembros que votaron en contra: Juan Pagoto, Ivana Azcarratea y Vilma Bedia.
El debate culminó con una polémica más de Lousteau: pidió incorporar artículos para aumentar el presupuesto universitario, el cambio del sistema de movilidad jubilatorio y el restablecimiento del Fondo Nacional de Incentivo Docente. Asistida por el secretario parlamentario, Agustín Giustinian, Villarruel no se lo permitió.
Entendieron que el reglamento impide sumar nuevos artículos al dictamen. “¡No puede ser! ¡Es lo mismo que se hizo en Diputados con el artículo del tabaco!”, se enfureció Lousteau. No fue tenido en cuenta. Fue otro triunfo del Gobierno.