El candidato presidencial de La Libertad Avanza, Javier Milei, tuvo este jueves en el cierre del Council of the Americas un nuevo round contra el Círculo Rojo, que ya apostó por su par de Juntos por el Cambio (JxC), Patricia Bullrich, al responder con una ovación al mensaje de unidad opositora que dio el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, derrotado en la interna de la coalición. El economista intentó conseguir sin éxito en varios pasajes de su discurso un guiño del establishment que no llegó. El empresariado, con su silencio, le dejó en claro que la preferencia está en otro lado.
Antes del virtual combate entre la jefa de los halcones y el león libertario, Larreta fue la primera gran figura del espectro político que llegó al Hotel Alvear. Su ingreso fue rápido, lejos de los interminables pedidos de fotos y saludos que solía recibir cuando estaba en la contienda electoral. Tardó cinco minutos en llegar al hall central y sólo lo frenó el expresidente del HSBC Gabriel Martino, muy vinculado al PRO. Bullrich, en cambio, sí concentró la atención del Círculo Rojo. En la previa de su discurso, la exministra sabía de la importancia de su discurso y no dejó detalle librado al azar.
El alcalde porteño también entendió que tenía que enviar una señal de unidad ante el establishment para que JxC recupere competitivdad de cara a las elecciones. Con la candidata presidencial de la coalición en la misma página, no requirió mucho esfuerzo que se pusieran de acuerdo. "Ambos entendieron que tenían que mandar un mensaje de unidad claro, por eso se dijeron lo que cada cual tenía ganas de escuchar", le dijo a Letra P una de las figuras de la coalición que presenció la charla entre Bullrich y Larreta.
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El momento de la bendición del círculo rojo a Patricia Bullrich después de las palabras de Horacio Rodríguez Larreta.
Terminados los discursos, ambos se retiraron por separado rumbo al Hotel NH, en donde poco después se juntarían a 300 dirigentes de JxC para una arenga de cara a la campaña para las elecciones generales.
Antes de que Larreta y Bullrich subieran al escenario, el presidente de la Cámara Argentina de Comercio y Servicios, Natalio Mario Grinman, se encargó de hacer el warm up ideal con parte de los discursos habituales de las figuras de JxC, pero también de La Libertad Avanza, al reclamar cambios en la legislación laboral, modificaciones en el esquema impositivo y el fin de las medidas de protección en la economía. Incluso se dio el gusto de incluir las palabras "orden", "libertad" y "fin a los piquetes". No tuvo que decir a quién votó, pero dejó en claro que fue por alguna de las dos principales opciones opositoras en el menú electoral.
Larreta, el más aplaudido
Larreta empezó su discurso con elogios hacia el expresidente Mauricio Macri, para luego enumerar lo que considera sus hitos propios. Sin salir de su eje de consenso y "cambio duradero", el jefe de Gobierno se ganó el aplausómentro del salón cuando dijo abiertamente que pondrá todos sus esfuerzos en ayudar a Bullrich a ganar las elecciones en octubre.
Sin embargo, hubo un pasaje del discurso de Larreta que sorprendió a las figuras de JxC que estaban presentes como también a quienes ya estaban esperando en el Hotel NH para el encuentro posterior. "Voy a estar al lado de Bullrich y la voy a acompañar en todo el proceso", dijo el alcalde, lo que se leyó como una chicana hacia la candidata presidencial por su negativa a tenerlo en la campaña. En el entorno del alcalde, ante la consulta de Letra P, negaron tal situación y explicaron que ahora ambos están en otra etapa de su relación. "Saben que hay que ganar para mantener la unidad", apuntan.
Doble mensaje
Bullrich pensó cuidadosamente su discurso. Al momento de hacer uso de la palabra, envió dos mensajes claros y con un mismo objetivo: reforzar los vinculos con el mundo occidental, es decir con los Estados Unidos. La negativa al ingreso del país a los BRICS y el compromiso con la lucha contra el narcotráfico fueron su forma de blanquear su posicionamiento geopolítico.
"El Presidente, que está en una situación de enorme debilidad y sin ejercer su cargo, acaba de comprometer a la Argentina al ingreso a los BRICS, en el momento en que se desarrolla la guerra en Ucrania, y junto a Irán, país con el que tiene una herida abierta", sostuvo la ex ministra de Seguridad. Frente a un auditorio que prefería a Larreta de cara a las PASO, Bullrich se llevó los aplausos que fue a buscar.
La guarida del león
Milei también llegó temprano al Hotel Alvear, pero quiso refugiarse en un cuarto para terminar de pulir su discurso. El economista entendió que las PASO cambiaron su rol ante el Consejo de las Américas, ya que en la previa apenas iba a ser parte del evento y con el resultado puesto se encargó de cerrarlo. Fue una muestra de cómo el Círculo Rojo le reabrió las puertas a Milei por temor a la dolarización, como contó este medio, incluso antes de ser el más votado en las PASO.
El candidato presidencial libertario llegó acompañado por su compañera de fórmula, Victoria Villarruel, y por el legislador y candidato a jefe de Gobierno porteño Ramiro Marra. Su ingreso al salón apenas cosechó un tibio aplauso, una forma muy directa del empresariado de hacerle saber que no es su predilecto de cara a octubre.
Milei lo experimentó en carne propia. El auditorio no le festejó ni uno de sus grandes éxitos, ni siquiera los que eran claros guiños, como "prometo sacarles el Estado de encima" o "no voy a hacer acuerdos con comunistas", en relación a Rusia y China. El economista sabe que, por lo general, el establishment se equivoca con sus apuestas políticas, pero igual buscó seducir.
El único momento en el que Milei recibió un mimo por parte de la audiencia fue cuando le envió un saludo a su pareja, la actriz Fátima Florez. Luego, a modo de cortesía, lo aplaudieron cuando terminó de exponer. "Aun cuando saque el 80% de los votos va a necesitar consensuar", pronosticó uno de los empresarios presentes.