Cómo enfrentar a Javier Milei: Maximiliano Pullaro mostró los primeros retazos de su relato de campaña
Fue durante un acto por un proyecto que Santa Fe asumió tras el abandono de la Casa Rosada. Un dardo insidioso, una sospecha y la obra pública como bandera.
Maximiliano Pullaro abre los sobres para la obra del Aeropuerto de Rosario.
Apenas un día después del cierre de listas, el gobernador de Santa Fe, Maximiliano Pullaro, empezó a mostrar las cartas con las que jugará durante la campaña rumbo a octubre. Con la obra pública como bandera, el mandatario sacó a relucir el relato santafesino y metió el dedo en la llaga de los incumplimientos del gobierno de Javier Milei.
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Para el gobernador, los comicios de octubre son la parada más difícil que enfrentará la coalición gobernante Unidos-con su traje nacional, Provincias Unidas- desde que se constituyó como alianza. Así se lo dice a su entorno. Su afirmación, además, está acompañada por una expectativa más bien moderada. En el medio de dos extremos, el comando de la campaña apuntará a que su relato se escuche lo suficiente como para evitar una nacionalización de la disputa. Ese es el punto de quiebre: si se nacionaliza, Provincias Unidas deberá prepararse para salvar la ropa. Si la discusión se mantiene en términos locales, puede ser competitiva.
Hace una semana lo anunciamos y hoy abrimos las ofertas para la obra del Aeropuerto Internacional de Rosario, con un presupuesto de 34 mil millones de pesos.
Esta obra es importantísima. Significa dar el salto de calidad necesario para una ciudad como Rosario, que permitirá… pic.twitter.com/10RkbDegGz
Con ese objetivo en el horizonte, Pullaro sacó a relucir los primeros rasgos del relato que estructurará la campaña que tiene a Gisela Scaglia, su vicegobernadora, como primera candidata a la Cámara de Diputados. La ocasión fue quirúrgicamente elegida: fue durante la apertura de sobres para la repavimentación de la pista del Aeropuerto de Rosario, una obra que estaba a cargo del gobierno de Milei -debía asumir la licitación y la financiación de la mitad de la obra- y que, tras un año y medio de espera, fue abandonada por la Casa Rosada. Tras esa decisión, el hughense ordenó encararla con recursos provinciales.
Lo sucedido con la pista de la terminal aérea es un botón de muestra de lo que reclaman los gobernadores y es la amalgama conceptual de Provincias Unidas. “Superávit con la mía, no”, parecen decir los jefes territoriales. Pullaro fue aún más allá: para él, el ajuste a las provincias es “ilegal” y recae en una “malversación” porque se retienen recursos que tienen asignación específica por ley. “No se puede sostener el equilibrio fiscal en función de lo que no les das a los demás”, resume.
El dardo insidioso de Maximiliano Pullaro
“Lamentablemente, una vez más, el gobierno nacional se borró”, comenzó Pullaro su discurso en el salón de usos múltiples del aeropuerto rosarino. El gobernador se despachó sin dobleces contra la filosofía libertaria. “La Casa Rosada cada vez se hace cargo de menos cosas”, dijo y sumó: “Lo vamos a pagar los santafesinos, lo que no está bien, pero no nos queda otra”. Hasta enumeró los reclamos. Habló de los recortes a los subsidios en el transporte, a los medicamentos de alto costo, a las partidas alimentarias y a la falta de reparación de las rutas nacionales que atraviesan la Bota.
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Maximiliano Pullaro y Javier Milei.
Estratégicamente, marcando una diferencia fundamental con Milei, Pullaro hizo una encendida defensa de la obra pública. Aseguró que el frenético ritmo que lleva en Santa Fe no se va a frenar porque “es comprar futuro para la provincia” y pidió que se sigan los ejemplos de Santa Fe y de Córdoba, “donde demostramos que se puede ajustar sin dejar de invertir donde hay que invertir”. Un guiño a Martín Llaryora, su colega gobernador y uno de los cinco que crearon Provincias Unidas.
Al pasar, el gobernador dejó caer un dardo insidioso en forma de lamento: “Imagínense si tuviésemos el endeudamiento aprobado”. En junio, la Legislatura lo autorizó a tomar deuda por mil millones de dólares en mercados internacionales para sostener el ritmo de obra pública. Con todo listo, el Ministerio de Economía que conduce Toto Caputo aún no dio luz verde. No es el único crédito por el que aguarda Pullaro: también tiene en agenda tres créditos de la Corporación Andina de Fomento para accesos a los puertos y para los Juegos Odesur. Un total de U$S 1225 millones frenados.
Sospechas en Santa Fe
El relato elegido oscila entre remarcar la ausencia de la Casa Rosada -sin caer en la victimización- y mostrar a Santa Fe como una provincia “imparable”, que se impone igual pese a esa ausencia de aportes nacionales. Incluso, sufriendo una cierta animosidad de parte del poder central. Pullaro dejó claro que cree que la tensión con Milei se debe a la demanda que Santa Fe mantiene en la Corte Suprema de Justicia por fondos previsionales adeudados por la Nación. Es una deuda de un billón de pesos que se generó por los recursos que el Gobierno le debe a las provincias que no transfirieron sus cajas jubilatorias.
“Bajo ningún concepto nos arrodillaremos ante el gobierno nacional”, bramó el hughense. “Somos la provincia más fuerte de Argentina. No nos van a someter ni con la billetera ni con los tratos”, advirtió. El postulado es, al menos, verosímil. El traspaso de las rutas nacionales a la órbita provincial, una gestión que la Casa Gris encaró ante el abandono de Vialidad Nacional, se frenó porque Caputo pidió a cambio que Santa Fe resignara la demanda por la deuda previsional.