En septiembre de 2016 Rosario ardía por la ola de violencia urbana. Después de una tensa pulseada, la ministra de Seguridad de Mauricio Macri, Patricia Bullrich, acordaba con el gobernador santafesino Miguel Lifchitz el desembarco de fuerzas federales en un territorio convulsionado. A cargo del Comité Operativo Conjunto colocaba al comandante general de Gendarmería Claudio Brilloni.
Ocho años después, la misma funcionaria, desde el mismo cargo, vuelve a confiar en ese hombre la jefatura de la Gendarmería Nacional. Funcionarios del Gobierno de Javier Milei comentaron a Letra P que confían en él para que concrete una reestructuración de una fuerza que, dicen, la gestión de Alberto Fernández dejó "por el piso". Pretenden, además, que sea el encargado de ajustar los mecanismos para lograr un patrullaje eficiente en la frontera del territorio nacional.
Brilloni y Bullrich se conocen desde hace muchos años. La ministra lo ha ubicado en distintos cargos. Confía en él, incluso aunque no compartiera la decisión de aceptar el ofrecimiento de Omar Perotti, en febrero del año pasado, para que asuma la conducción del ministerio de Seguridad de Santa Fe. Otra vez Rosario estaba en llamas. Y Brilloni, que ya era secretario de Seguridad, dijo que sí a aquel desafío.
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Omar Perotti y Claudio Brilloni, el ahora designado por Patricia Bullrich.
Con casi cuatro décadas de carrera como gendarme, Brilloni participó de operativos en las fronteras con Paraguay y Bolivia, en intervenciones en Fuerte Apache y la villa 1-11-14 y hasta en el patrullaje de la hidrovía Paraná-Paraguay. Con Bullrich le llegó el tiempo de la exposición al ser destinado a un territorio complejo como el santafesino.
El ahora gobernador Maximiliano Pullaro lo trató, y mucho, cuando él era el ministro de Seguridad de Lifschitz. Por eso, cuando Perotti lo nombró como ministro, el radical saltó las críticas que tenía hacia la gestión peronista y celebró la decisión. “Es lo mejor en seguridad del país”, lo elogió. Hizo lo mismo el intendente de Rosario, Pablo Javkin. “Tengo una gran consideración de él, en lo profesional y personal”, le dijo por aquel entonces a Letra P.
Los dos, Pullaro y Javkin, conservan una alta valoración sobre la figura de Brilloni, a pesar de que 2023 fue el año con índices récord de homicidios en Rosario y Santa Fe. En el gobierno santafesino confirmaron a Letra P que no fueron consultados por el tema, pero que ven la designación del comandante general retirado como “positiva”.
“Bullrich sabe que teníamos una mirada favorable de él”, comentó un hombre que trabaja al lado de Pullaro.
El intendente de Rosario le envió un mensaje a un alto funcionario nacional para expresar su satisfacción con la decisión de Bullrich.
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Casi cuatro décadas en la Gendarmería
En Santa Fe contaba con consenso político. No sólo Pullaro o Javkin lo respaldaban. También, estando en la vereda opuesta de Perotti, lo bancaba públicamente Federico Angelini, ahora en la subsecretaría de Intervención Federal, dependiente del ministerio de Seguridad nacional. El ex diputado del PRO más de una vez marcó que el problema de la gestión de Brilloni era Perotti y su deficiente accionar con el tema de la seguridad.
Brilloni inició su carrera en Gendarmería en 1981. En 2014 cumplió un rol clave en el desembarco de 3.500 efectivos dispuesto por Sergio Berni. Se retiró de la fuerza en 2020.
“Posee un profundo entendimiento de la Gendarmería Nacional, así como de las necesidades de cambio en su estructura, procesos y acciones operativas en las zonas más críticas y sensibles para la gestión de la seguridad en el país”, marcaron desde la cartera de Seguridad junto al anuncio de su designación.