Cristina Fernández de Kirchner y Mauricio Macri se aliaron este jueves para iniciar la sesión del Senado que tratará los pliegos de los candidatos a la Corte Suprema, Ariel Lijo y Manuel García-Mansilla. La reunión empezó con 37 bancas, lo justo, 32 de Unión por la Patria y dos del PRO. Colaboraron dos de UCR y el exlibertario Francisco Paoltroni.
Si bien el comienzo de la sesión fue 15 minutos antes de vencido el plazo, todos los bloques mostraron sus cartas. Por la UCR sólo bajaron al recinto Pablo Blanco y Martín Lousteau: el resto esperó detrás de las cortinas. En UP no participó la jujeña Carolina Moises, mientras que el santafesino Marcelo Lewandowski ocupó su banca segundos después de que hubiera cuórum. Unos instantes antes había ingresado el santiagueño Gerardo Montenegro.
Para llegar al mágico de 37 fue necesaria la ayuda del PRO, que aportó figuras cercanas a Macri: el entrerriano Alfredo De Angeli y la pampeana Victoria Huala. No asistieron los otros miembros de la bancada amarilla: algunos son cercanos a Patricia Bullrich o Santiago Caputo, quien sólo logró la ausencia plena de partidos provinciales.
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Con Victoria Villarruel ausente (por el viaje de Javier Milei a Estados Unidos está a cargo del Ejecutivo), la sesión debía abrirla Bartolomé Abdala, pero no ingresó para no aportar un voto. Fue necesario que la kirchnerista Silvia Sapag tocara la campana para que el puntano apareciera.
El último intento por suspender la sesión lo realizó en el jefe de LLA, Ezequiel Atauche, quien en la reunión de labor parlamentaria propuso suspender 15 días la sesión. "Doy mi palabra de honor", prometió, pero nadie lo tuvo en cuenta. Se espera un debate corto y la expectativa es que la mayoría que dio cuórum voltee ambos pliegos.
El golpe de Mauricio Macri
La expectativa de Unión por la Patria es lograr 25 votos propios para rechazar ambos pliegos, un tercio del recinto. Aunque también habrá aportes del resto de las bancadas.En primer término, se tratará el pliego de Lijo y luego el del académico, quien ya ocupa un lugar en la Corte Suprema, por un decreto presidencial y porque los demás cortesanos le tomaron juramento.
Lo que el peronismo no esperaba hasta este jueves es que podría tener ayuda de Macri, quien inició en el Senado la campaña en la Ciudad. Logró dividir a su bloque, donde hubo cinco miembros que dejaron su banca vacía: Luis Juez, Carmen Álvarez Rivero (Córdoba); la chubutense Andrea Cristina y el misionero Martín Goerling Lara, quien esperó dentro del recinto dispuesto ayudar. La aliada Beatriz Ávila se asume aliada de Caputo.
Otro capítulo de la campaña porteña: no dio cuórum la larretista Guadalupe Tagliaferri, presidenta de la Comisión de Acuerdos. En redes sociales, referentes de la Colación Cívica acusaron al exjefe de Gobierno de pactar con Milei y la senadora se defendió: "Estaba terminando de escribir el discurso, me avisaron y bajé. Porque ahora hay muchos para el cuórum: hace 48 horas no".
El radicalismo volvió a decir una cosa y mostrar otra: si bien la mayoría confirmaba este jueves que no asistiría a la sesión y reiteraba su pedido para que Milei retire los pliegos, sólo Blanco y Lousteau cumplieron su promesa: llegaron a las 14 horas. Aunque hubo varios radicales que, como Tagliaferri, estaban en camino al recinto y estaban dispuestos a ingresar minutos antes de las 14.30, la hora límite.
El resto del radicalismo no había aceptado la propuesta de Caputo de postergar la sesión, pero aún así no se animó a ayudar con el cuórum. Varios señalaron luego en los pasillos que tenían previsto ingresar un minuto antes de vencido el plazo. Incomprobable.
El asesor presidencial ratificó su influencia sobre el bloque Provincias Unidas, que estuvo ausente; mientras que en la Casa Rosada validaron su alianza con partidos provinciales de Misiones y Río Negro, pero esta vez no pudieron romper a Unión por la Patria, donde ocuparon sus bancas los representantes de todos los gobernadores, si bien varios podrían votar a favor de Lijo.
Villarruel versus Caputo
La tensión oficialista tuvo un capítulo en redes sociales: la vicepresidenta se cruzó con la cuenta @MileiEmperador, que en el ecosistema digital se le adjudica a Caputo. Desde ese usuario, se preguntó qué hace "la Vicepresidente de la Nación en ejercicio de la Presidencia de la Nación en su despacho del Senado operando la sesión de hoy? Casi seguro que es un delito eso", acusó.
Villarruel no se quedó callada y respondió en Twitter. "Ante las operaciones de la casta y la vieja política, no está de más aclarar que dado el viaje del Presidente Milei a USA, me encuentro en ejercicio de la Presidencia. Por lo cual, la sesión del Senado donde se tratarán los pliegos de los 2 jueces de la Corte ingresados hace más de un año será conducida por el Presidente Provisional del Senado, el Senador Abdala", se defendió.
La vicepresidenta no participará de la sesión y tampoco logró habilitar el debate para congelar las dietas durante el año. Ningún bloque lo aceptó y el sueldo bruto seguirá por encima de los nueve millones de pesos, al indexarse el aumento de las paritarias legislativas. Los senadores aseguran que sólo llegarán a su bolsillo cinco millones.