La elección de autoridades de la Cámara de Comercio de Córdoba (CCC) ingresa en la etapa final. El 30 de junio está prevista la audiencia donde la comisión directiva elegirá la sucesión de José Viale. La lista de unidad asoma como la salida elegante a una pulseada que mezcló política, estafas y nombres pesados del Círculo Rojo.
Como contó Letra P, había varios nombres en danza y dos proyectos políticos. Uno, que apostaba a continuar los aceitados vínculos con el cordobesismo liderado desde 2023 por Martín Llaryora. Otro, dispuesto a elevar el perfil opositor para virar a un discurso acomodado a las ideas liberales de Javier Milei.
En el primer lote asomaban varios postulantes, siendo el más convocante Tomás Grunhaut, exsecretario de Comercio de Juan Schiaretti, que se desempeñó precisamente bajo las órdenes de Llaryora, entonces ministro de Industria. En el lote libertario, el presidente de la CCC pechaba a su tesorero, Francisco Vacaro, que contaba con el favor del dueño de concesionarias Sebastián Parra y nada más, ni nada menos, que del jefe de la bancada oficialista en la Cámara de Diputados y vocal de la CCC, Gabriel Bornoroni.
Vacaro estaba en la mira por una compra de un inmueble para la Cámara a la desarrollista GNI que nunca entregó. Con ese telón de fondo se dieron dos procesos paralelos para que Viale pueda entregar el bastón de mando sin tanto alboroto.
La sucesión en dos tiempos en la Cámara de Comercio de Córdoba
Este medio pudo saber que Vacaro logró que la empresa constructora –de la que es socio- le devolviera los 100.000 dólares invertidos. Desarmó la bomba, con un costo alto para el patrimonio de la entidad, que tuvo ese dinero parado durante tres años.
Viale tuvo que deponer su interés y empezar a negociar con la oposición filocordobesista. La lista única sería un hecho. En ese contexto, entra a jugar el nombre de Sebastián Parra, del núcleo que apoyaba a Vacaro, cercano a Viale y a Bornoroni, aunque sin militancia política expresa.
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Entre pasillos ya suena el nombre de Parra como el próximo referente del sector comercial, pero en el cordobesismo ese nombre no inquieta.
Parra tiene buen diálogo con la crema de la política de Córdoba y en varias oportunidades destacó las bondades del ecosistema productivo de la provincia. En definitiva, tiene el perfil promedio del empresariado local que agradece la normalización de la macro, pero sostiene buenos vínculos con los gobiernos locales.
Incluso Viale intentó bajar la espuma libertaria estos días mostrándose con el gobernador Martín Llaryora en eventos públicos.
Sebastián Parra y el guiño al modelo de Javier Milei
Parra no oculta su emoción con el modelo libertario. De hecho, en una larga entrevista presencial que dio a Cadena 3 esta semana festejó el aumento de los patentamientos de autos. En la provincia, de 55.000 autos registrados formalmente en todo el país, Córdoba tiene una participación del 10%.
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Sebastián Parra, dueño de concesionarias de autos en Córdoba
“Estamos muy entusiasmados con este desarrollo que viene de la mano de una normalización de la macroeconomía”, dijo el empresario después de destacar la contracción de la inflación y el regreso del crédito.
La empresa familiar es vendedora oficial de Citroën y registra su origen a finales de los ’80, aunque la profesionalización llegó con el nuevo milenio. Es dirigida por Sebastián Parra, quien se involucró en el gremialismo corporativo apenas empezó a trabajar en el rubro.
Es socio fundador de la CCC y presidente de la Regional Córdoba de la Asociación de Concesionarios de Automotores de la República Argentina (ACARA) desde septiembre de 2020.